Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Cuarenta y Tres

Wheein jugaba con Ji Han en el piso de la biblioteca cuando Taehyung entró.

— ¿Por qué con ella lees bien y conmigo no lo haces mocoso?— dijo con un tierno puchero en sus labios.

Ji Han observó a su padre y cerró el libro en sus manos para luego mirar a Wheein con una pequeña mueca que hizo a la beta sonreír.

— Te atrapó.

— Nonna.

— Responde Ji Han.

Él menor bufó con una pequeña mueca y miró a su padre.

— Eres muy exigente, me asustas — hizo un pequeño puchero.

Taehyung lo miró ofendido con una mano en su pecho.

— Creo que tú padre solo quiere asegurarse de que hayas aprendido bien para que así un día seas un gran rey como tú padre — dijo Wheein.

Ji Han la observó con sus ojitos brillantes para luego mirar a su padre.

— ¿Es eso cierto papá?

— Lo es— sonrió Taehyung.

Él menor solo se levantó y corrió hacia él para abrazarlo con fuerza.

— Entonces voy a estudiar mucho, me esforzaré y aprenderé a leer correctamente para ser un gran rey como papá Hoseok — dijo decidido causando ternura en el mayor.

Los ojos de Taehyung se encontraron con los de Wheein y solo balbuceó un “gracias” por lo bajo a lo que la beta le sonrió.

— Amor, ve con tío Jin, dijo que te llevaría a dar un paseo — dijo a lo que Ji Han sonrió — ¿Podrías acompañarlo?— preguntó a una de las sirvientas y ella asintió.

Una vez solos, Taehyung miro a la beta quien organizaba los libros apilandolos uno sobre otro.

— Ha pasado tiempo.

— Demasiado — asintió cabizbaja.

— Sabes que eres bienvenida en nuestro reino Wheein, Ji Han te adora. Sería bueno tenerte allí.

— Lo sé, sé que él me quiere y yo también siento mucho apreció — suspiro mirando al Omega — Pero no puedo irme de aquí alteza.

— Me duele verte sufrir de esta forma.

— Soy feliz aquí, recordando al príncipe.

— Creciste con él — sonrió Taehyung — Incluso pasaste más tiempo a su lado que cualquiera de nosotros, se que su partida causó un gran dolor en ti — susurró al ver las lágrimas de la mayor — Wheein.

— Cuando su alteza murió, juré que cuidaría de él, no puedo irme así como así.

— Jungkook es lo suficientemente fuerte como para cuidar de sí mismo ahora, él te ama y por esa razón quiere que busques tu felicidad, pero no se atreve a dejarte ir.

Ella miró al Omega mientras secaba sus lágrimas.

— Es tu elección, puedes comenzar de nuevo con nosotros, siempre serás bienvenida Wheein.

— Gracias alteza — susurró.

🍓🌼🍓

Hoseok se encontraba en su despacho concentrado en sus deberes, o eso es lo que pretendía.

— ¿Las cosas no van bien?— preguntó Minho.

Los ojos del Alfa se fijaron en su persona.

— ¿Debería estar bien?