Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Treinta y Ocho

— ¿Lo sabías? — preguntó Hoseok dándole la espalda.

Taehyung se había mantenido en silencio hasta que ambos estuvieron solos en su habitación.

— No — susurro.

— Taehyung— lo llamó dándose la vuelta, pero el Omega se encontraba perdido en sus pensamientos — Por favor habla — suplicó Hoseok.

Él castaño lo observó, se encontraba cabizbajo sentado en la cama aferrado a las sábanas a su costado. Ni siquiera podía mantener la mirada por mucho tiempo en su persona, aún seguía en shock.

— Yo… Sabía que era su amante, le advertí que debía dejarlo y tratar de ser feliz, sabía cómo era mi hermano pero Jungkook estaba cegado por él.

— Sé honesto…

— Lo soy — suspiró — Él hizo cosas malas, siempre las hacía, incluso de pequeño — susurro — Mamá pensó que si lo comprometía mejoraría, pero se equivocó, un día recibimos un mensaje de un soldado del rey, lo iban a encarcelar, papá intervino y no se que tratos tuvo con él, pero logró sacar a Jaehyun de allí.

— Entonces tú hermano -

— Fue llevado a una mansión en la frontera, pero luego escapó, supe de inmediato que Jungkook sabía dónde se encontraba, pues era la única persona que podría creerle a Jaehyun — suspiró — Descubrí dónde estaba tiempo después del casamiento de Jimin, trate de hablar con él para regresar a casa, pero se negó, dijo que lo suyo con Jungkook había terminado y que se alejaría de él, y le creí.

— Pero no fue así — murmuró Hoseok.

Los ojos de su Omega se llenaron de lágrimas en ese preciso momento.

— Cuando Jungkook nos visitó, Jaehyun me pidió que le entregará una carta, dijo que era una despedida, pero no fue así. Confié en él y una vez más actuó por su cuenta. Cuando supe todo acerca de los atentados le advertí a Jungkook que se trataba de él y que Jimin estaba en peligro a su lado — suspiró — Lleve guardias de mamá conmigo, ella dijo que debía encontrar a mí hermano cuánto antes, pero Jaehyun se movió de lugar, no logré atraparlo.

— Tus padres, ¿ellos sabían de todo esto? ¿Por esa razón prohibiste su entrada al palacio?

— Si.

— ¿Por qué no me dijiste esto antes Taehyung?

Él Omega lo observó con dolor en sus ojos.

— Lo intente… y me costó una vida — susurro cabizbajo.

— Tú -

— Él mandó a esa gente, me quitó a mi cachorro Hoseok — y sin poder evitarlo, Taehyung comenzó a llorar en silencio.

Ahora todo tenía sentido, esa plática que Taehyung y Jungkook habían tenido, su Omega solo le advertía de lo que podría pasar. Las escapadas de Taehyung eran para ver a Jaehyun, y la pérdida de su cachorro fue a causa de ese Omega.

— Tú…

— Tenía miedo — confesó — Yo, mí vida no fue como la de ustedes Hoseok, viví siempre en las sombras y cuando salí de allí me arrebataron lo que más quería en la vida.

— Aún así…

— No — negó de inmediato — Tú no sabes lo que es vivir de esta forma, se que siempre fuiste consciente de ellas — dijo en referencia de sus cicatrices — ¿Quieres saber la verdad? Fueron por usar mal los cubiertos, por equivocarme en un práctica de baile, por hablar sin permiso…— sonrió — Mis propios padres eran quienes me daban esos castigos solo por ser un niño, castigos que siguieron incluso en mí adolescencia.