El Plan Perfecto

20

El paso al amor

Bridget

Me dolía la cabeza, pero lentamente fui abriendo los ojos y miré a mi alrededor. Oscuridad.

Me levante de un tirón y me golpeó la cabeza con algo duro, y un quejido me hizo pegar un chillido. Me tomo unos largos segundos en recordar donde y con quien me encontraba. Morte me sujetaba en sus brazos mientras caminábamos en medio del bosque inmerso en la oscuridad.

—Morte —llamé confundida.

¿Qué había pasado?

—¿Estas bien? —pregunto con un hilillo de preocupación en su voz.

—¿Puedes bajarme? —no se negó, de inmediato hizo lo pedido. Mi cabeza dio vuelta y me tambalee un poco antes de que mi cabeza volviera a la realidad —¿Qué paso?

—Te desmayaste. Lo siento no debí...

—Está bien Morte no es tu culpa —interrumpí —fui yo quien nos arrastró a esto.

Sus bonitos ojos brillaban en la oscuridad como unas luciérnagas. Le sonreí y me acerqué a él para envolver mis brazos en su dorso y sentir su calor. Me acaricio la espalda con una mano, mientras que con la otra acariciaba mi cabello.

—Quisiera seguir así por mucho tiempo, pero debemos continuar — me susurro al oído delicadamente. No dije nada solo me dedique a asentir y entrelace mi mano can la suya para no perderme.

Antes de continuar nuestro camino, su cuerpo se inclinó y en su mano tomo una funda, exactamente lo que había comprado en el centro comercial. Sonreí feliz de que la haya tomado. Al final no habíamos viajado tanto para nada.

Caminar descalza en un bosque no era algo muy agradable, porque cada paso que daba algo se enterraba en mis pies, pero me negaba a quejarme o algo por el estilo, Morte ya me había cargado demasiado tiempo, y no quería molestarlo más.

—Morte ¿Falta mucho? —pregunte tratando de mostrar interés, más no las inmensas ganas que tenía que llegáramos pronto.

—Tranquila ya casi. —Internamente voltee mis ojos con molestia. Seguimos él paso y por algunos momentos miraba el cielo a través de los árboles y observaba el hermoso cielo estrellado. Estaba fantástico.

Los crujidos de las ramas rompiéndose sonaron en el silencio de la noche y sabía que esos no eran provenientes de nosotros así que me detuve.

Morte me miro dándome la afirmación de que él también había oído lo mismo que yo. Me tense y apreté su mano con terror mientras miré todo a mi alrededor con miedo que de la nada algo nos atacara. Me sorprendía demasiado que en todo el transcurso no, nos haya salido ningún animal salvaje.

Tranquila Bridget tan vez sea un ratoncito.

También les temía a los ratones, pero al menos es un animalito chiquito. Morte me atrajo a su cuerpo, y eso me dio a entender que no se trataba de un ratoncito.