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Pasado

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Pasado.

Morte.

Laboratorio.

Intentos de suicidio.

La etapa de la niñez estaba finalizando.

Técnicamente aun parecía un mocoso, cuando nací en medio parto hubo complicaciones, eso hizo que mi crecimiento fuera muy lento, pero todos decían que apenas llegue a mi etapa adulta mejoraría.

Fue el primer hijo que mis padres tuvieron, y aunque llevaba un año más que mis hermanos, ellos se veían mucho mejor que yo. Ya se les empezaba a ver los rasgos de adolescentes en ellos, y se veían magníficos, en cambio yo solo era un flacucho que parecía tener ¿Cuánto? No lo sabía, podía compararme si tuviese conocimiento de las personas del mundo exterior.

Me encontraba conectado a una gran manguera y una aguja inmensa que era la encargada de lograr adentrarse a mis venas para poder drenarme mi sangre.

Hoy todas mis emociones se sentían fuerte, y daba por hecho que era algo que pasaba cada que iba a llegar una nueva etapa, porque cuando la de niñez había entrado todo estaba descontrolado en mí, sin embargo, todo era mucho más llevadero y podía soportarlo, pero ¿Ahora?

Mis emociones estaban muy mal, podía sentir el dolor cada vez más y más fuerte, todo ese odio retenido en mi interior, esos sentimientos destructivos, y el martirio que vivía día a día al ser un objeto con el que experimentaban y usaban para lo que quisieran o la manera en que nos trataban. Hasta a un animal lo trataban mejor que a nosotros. Nunca faltaba el maltrato, las palabras ofensivas, incluso solían tratarnos como esclavos, aunque la mayor parte del tiempo nos mantenían encerrados, y sin comer. No soportaba ver como mi hermana lloraba con hambre. Papá solía hacerse el fuerte, pero sabía que también le afectaban demasiado.

Éramos unos monstruos para ellos, unos seres que no valíamos más que para ayudarles a conseguir dinero ¿para demostrar que? Poder tal vez, ser poderosos y querer tener el poder de todo solo con unos billetes.

A veces lo único que quería era destruirlos a todos.

Observe a los hombres de bata blanca quienes anotaban un registro observando como mi sangre se drenaba debilitándome mientras miraban unos números en una máquina que hacia un pitido molesto que muchas veces sonaba hasta en mis sueños.

No sabía cómo éramos capaz de soportar tanto, porque a estas instancias lo único que quería es que mi cuerpo ya no soportara más y muriera.

Tal vez nunca pasaría de esa manera, pero ¿Qué tal si yo lo intentaba? Era imposible que mi cuerpo sobreviviera si algo terrible le pasara.

Esa idea no se escaparía tan rápido de mi mente, y algo muy profundo en mi me decía que lo hiciera, que tomara eso que tanto deseara y que por una vez en mi vida la decisión sea mía no de nadie más.

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