31

32 4 0
                                    

Morte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Morte

Déjame quedarme contigo,

déjame seguir amándote,

porque tú te convertiste en mi luz en medio de la oscuridad.

Mi yo entero se había congelado, y un dolor se cruzó en mi pecho, como si me hallan clavado un montón de cuchillas muy bien afiladas con toda la intención de dañarme y desgarrarme sin piedad.

Mis ojos se cristalizaron, y me hicieron sentir débil, pero joder como no vulnerabilizarme al oír aquellas palabras.

"Tengo que volver a casa"

Yo sabía que tendría que volver, sabía que tarde o temprano esto pasaría, y sin duda esas palabras iban a salir de su boca, pero sentía que estábamos en el punto de nuestra historia como para dejarla a medias.

Me destrozaba tan solo imaginarla lejos de mí.

Me había acostumbrado tanto a ella, a sus caricias, cariño, calor, presencia, y a ese amor que me demostraba.

Y yo la amaba, la amaba tanto que jamás había llegado a sentir algo así de intenso.

La había dejado calarse en lo profundo de mi, la había dejado adueñarse de cada parte de mí y justo ahora sentía que solo ella sería capaz de destruirme en un chasquido.

Mi mirada se mantenía en sus profundos ojos que derrochaban lágrimas, y yo no sabía ni que decir, me había dejado plasmado.

—Di algo por favor.

—No quiero que me dejes.

Sin poder controlarlo la primera lagrima rodo por mi mejilla y supe que se había marchado con la lluvia.

—Y no quiero, pero necesito hacerlo Morte, necesito respuestas por todo este relajo que hay en mi cabeza.

—Lo sé y estoy siendo demasiado egoísta, porque justo ahora solo quiero aferrarme a ti.

Nada había pasado de una forma correcta, todo al principio fue una mierda y lo sabía, pero ahora todo parecía tan correcto que no quería dejarlo ir, por primera vez en mucho me sentía con vida, ya no solo era un cuerpo sin alma, ahora ella había vuelto a mí.

—Es lo que quiero hacer justo ahora también, pero debemos entender que es algo que iba a pasar, no puedo estar toda la vida así.

—Lo sé —presioné mis labios en una fina línea y sin saber que más hacer envolví su cuerpo entre mis brazos.

Una vez Leah me había hablado sobre soltar a las personas, en ese instante había sonado fácil, y tal vez pude llegar a decir que para mí nunca iba a ser difícil, pero cuando ella murió lo entendí, era difícil, y lo sentí al doble ante la muerte de mi familia.

El Plan PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora