Bridget Jonhson es una chica tímida, soñadora, frágil como el pétalo de una flor, aunque hermosa y única en medio de un jardín, con un gran futuro por delante por ser miembro de la prestigiosa familia Jonhson, pero todo se ve interrumpido cuando es...
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¿Libertad a cambio de qué?
Narrado por los dos protagonistas.
Morte.
Una vez mientras estaba en el laboratorio hay oculto tras una pared espiando a dos extraños que trabajaban en ese lugar escuche su conversación, al parecer uno de los hombres estaba pasando por una etapa difícil en su vida. El tipo había dicho los hombres no lloran, los verdaderos hombres afrontan las cosas y se reúsan a detener sus pasos para llorar, por esa razón una parte de mí siempre se mantuvo fría, por más que las cosas me dolieran nunca me quejaba, no lloraba, simplemente me las guardaba para mi muy en el fondo, entonces en un pestañeo la muerte de Leah sucedió, y lloré.
Fue la primera vez en toda mi vida desde que tuve memoria que lloré, pero también fue en ese día que entendí algo. Llorar no te hace menos hombre, todo lo contrario, te ayuda aliviar ese dolor que retienes en el interior, ese mismo que te hace fuerte, siendo eso lo que te vuelve, no un hombre, sino un guerrero, porque con cada lagrima demuestra ese dolor con el que te levantas y luchas, luchas sin detenerte.
Si ese día no hubiera derramado una sola lagrima había estado perdido. El dolor me había consumido.
Por completo.
Miré el cielo que empezaba a teñirse de colores naranjados y rojizos, la tarde estaba en su punto.
Haber hablado de la muerte de Leah con Bridget había hecho que una herida en mí se volviera abrir, dolía tanto.
Le había abierto una parte de mí, la había dejado saber un fragmento de lo que ocultaba detrás de mi mascara, y se había sentido bien. Durante mucho tiempo no me había atrevido a hablar con nadie y de un día para otro había llegado ella. No estaba en mis planes lo sé, pero ahora, justo ahora ya nada importaba, y sabía lo que significaba.
Ella no tenía la culpa de nada, y algo en mi dolía, había hecho daño a una persona que solo decía (inocencia) ella era como yo una víctima, aunque nunca he querido aparentarme de esa manera, sabía que eso era yo. Una víctima de la maldad. Pero al final era lo que todos terminábamos siendo, porque ella estaba en todos lados, algo inevitable en este mundo de seres vivos.
Y sabía que por más que lo quisiera evitar cualquier cosa que hubiera querido hacer en contra de los Jonhson ella había salido herida, por estaba manchada por su sangre.
Y fue precisamente eso que me llevó a darme cuenta de que en un ningún solo minuto me puse a pensar si personas inocentes iban a salir heridas tras mis acciones, y ahora me arrepentía, porque Bridget tenía razón estaba siendo igual a ellos, y sabía que nunca en el fondo quise ser peor que ellos. Muchas veces me pregunte si dejar todo en el pasado sería mejor, pero ¿Cómo hacer eso cuando el pasado te seguía y no quería soltarte?
Me acosté en el medio de las yerbas cerca del lago y miré el cielo con una sonrisa triste en mis labios.
Estaba en un momento decisivo donde sabía que era hora de dejar todo esto atrás, y me sentía como un puto traidor al romper aquella promesa que hice a mi padre, aunque al final siempre terminaba en la conclusión de que él ya no estaba, y que yo seguía aquí. Vivo.
