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8. 𝑪.𝑹.𝑼.𝑬.𝑳.

La media hora pasa y camino hacia el bosque, intentando que nadie me vea. Minho había aceptado ayudarme pero, aún así, sigue estando prohibido entrar al laberinto si no eres corredor y yo no lo soy.

Llego a la cabaña improvisada y me encuentro a Minho, pero no está sólo. Con él veo a Thomas, Winston y Sartén.

—¿Suficiente? —Pregunta Minho.

—Si, bien... vamos, se hace tarde

Cuando termino de hablar, me doy la vuelta y camino directamente a la abertura del laberinto.

Entramos a la gran estructura, formada por enormes paredes de piedra y corremos por sus enormes pasillos. Minho nos guía hacia el Penitente pero yo también recordaba el camino.

Damos vuelta a la esquina y ahí, en medio de las paredes, veo la pata del Penitente, saliendo.

Me acerco de manera más lenta, sus órganos están esparcidos por todo el suelo, las paredes lo han hecho explotar.

—Estoy viendo algo —Dice Thomas, casi susurrando.

—¿Además de puré de Penitente? —Pregunta Sartén.

Miro entre las paredes, se ve una pequeña y roja luz titilante. Me acerco más al lugar, pero unos pasos más allá, Minho me detiene, niega con la cabeza y se acerca el.

El muchacho mete la mano entre ambas paredes y busca tocar la luz. La pata metálica del Penitente se enrolla un poco y nos asusta a todos. Doy un salto hacia atrás, haciendo esfuerzo para no gritar del susto.

—¿No dijeron que estaba muerto? —Dice Sartén, asustado.

—Creo que sólo fue un reflejo —susurro.

—Eso espero —Contesta Winston.

—Oigan, intentemos moverlo —Dice Thomas y se acerca a la pata.

Los demás chicos se acercan, toman la extremidad y estiran con mucha fuerza. Después de unos segundos la pueden sacar y todos caen al suelo. Se me sale una risa silenciosa al ver a todos caer uno a uno. Uno arriba del otro.

—¿Estás bien, Sartén? —Pregunta Thomas, ayudando al moreno que es el que quedó debajo de todos.

Veo la luz roja en el suelo, me acerco y veo un órgano del bicho. Una tela color carne, viscosa, con moco verde a su alrededor. Dentro de eso hay un cilindro de metal, meto un poco la mano y lo saco, intentando no vomitar.

El objeto metálico tiene un par de cables en la punta, también una pantalla pequeña donde se ve un número rojo, el siete.

—Oigan, ¿qué es eso? —Pregunta Thomas, en medio del silencio.

Doy vuelta el cilindro y veo que tiene una pegatina que dice C.R.U.E.L. También veo la fuente de la luz titilante roja, un pequeño círculo.

—Interesante —Dice Minho, acercándose hacia mi.

—Sea lo que sea, ¿por qué no lo llevamos al área —Pregunta Sartén. —, no me gustaría conocer a sus amigos —Señala al Penitente.

—Cierto, se hace tarde, vámonos —Dice Minho.

El chico lidera la marcha una vez más, hasta llegar al área.

Al llegar, ya casi todos sabían que un grupo de no corredores había salido al laberinto. Nos juntamos en la sala de las asambleas y esperamos a que llegue Newt.

El rubio entra por la puerta, sólo unos minutos después. Se cruza de brazos y se apoya en un palo que hace de soporte para el techo.

—Encontramos esta cosa dentro de un asqueroso Penitente —Le doy el cilindro a Newt.

—Son las mismas letras que hay en las provisiones —Dice el rubio, pensativo.

—Si, quien nos puso aquí, obviamente, hizo a los Penitentes —Ahora habla Thomas, dando un paso al frente. —, es la primera pista concreta de lo que sea que hayan hallado en tres años, ¿no, Minho? —Señala al muchacho.

—Si —Le contesta tímidamente, en un susurro.

—Newt, sea lo que sea, tenemos que volver al laberinto, esto podría llevarnos a una salida —Le digo al chico, intentando que comprenda que es una oportunidad única y que debemos seguirla.

—No sólo debe volver ella, yo también quiero hacerlo —susurra Thomas, asintiendo.

Newt suspira y se gira, a su lado está Gally, cruzado de brazos. Ambos se miran, pensativos.

—Sabes que intenta hacer, ¿verdad? —Pronuncia Gally, entre dientes. —, desde que llegó Thomas, no han ocurrido más que tragedias, el no respeta las reglas y ahora pretende que nosotros las dejemos por completo, mira a Maia, ya la convenció de volver al laberinto... Newt, las reglas es lo único que nos ha mantenido unidos, ¿por qué las cuestionamos ahora?, si Alby estuviera aquí, estaría de acuerdo conmigo, Thomas y Maia merecen un castigo

Newt mira a Thomas, suspira y luego me mira a mi. Le extiende el objeto a Minho y asiente hacia Gally.

—Tiene razón —Dice el rubio. —, rompieron las reglas... una noche en el pozo, sin comida

—¡Ay, por favor, Newt! —Grita Gally, en desacuerdo. —, ¡¿una noche en el pozo?!... ¡¿eso impedirá que vayan al laberinto?!, ¡¿tu crees?!

—No... y no dejaremos que cualquiera entre al laberinto cuando le plazca, lo haremos oficial —Señala a Thomas. —, a partir de mañana, eres corredor —El chico me mira a mi. —, también tú

Miro a Newt, sorprendida. El se había puesto de nuestro lado a pesar de que no nos conoce tan bien o tanto como a Gally o a Alby. Sonrío internamente al escuchar que Newt me hará corredora, por que es lo que yo quería desde un principio.

—Wow —susurra Gally. Se da la vuelta y camina hacia la puerta.

—Gally, no... —Sartén intenta detenerlo, pero no puede, Gally lo empuja.

—No, Sartén

Gally sale de la sala. Sartén suspira y se va corriendo detrás de él.

—Gracias, Newt —susurra Thomas.

Newt asiente, aún estando serio. Thomas se da la vuelta y se va de la sala.

Miro a Minho, el por alguna razón, tiene una expresión de preocupación. Le pregunto con la mirada, el niega en contestación y también se va del lugar, dejándome sola con Newt.

—Newt, yo... —susurro. Él corta mis palabras.

—No hagas que me arrepienta de esto

Sin saber porqué, me acerco al muchacho lentamente y casi pidiéndole permiso, lo abrazo.

Newt se queda totalmente quieto, por unos segundos. Siento que posa una mano en mi espalda y la otra en mi cabeza.

—No sé por qué, pero siento que si te pasa algo, me sentiría mal, sobre todo por que fue mi decisión

—No me pasará nada, lo prometo

Me separo del muchacho de un salto, al escuchar que la puerta se cierra en un fuerte golpe.

—¿Quién era? —Pregunto.

—Creo que Minho —Contesta él.

El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora