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18. 𝑪𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒂.

Una camioneta se acerca a toda velocidad y se estrella contra un helicóptero que explota. Un guardia nos apunta y Thomas le lanza la bomba.

—¡Todos al suelo! —Grita el pelinegro.

Corro y me tiro al suelo. Mi hermano presiona el botón y la bomba explota. Me arrastro unos pasos para atrás y me choco con algo, es Janson.

—Que sorpresa, Maia —Me levanta del cabello y me mira con cara de psicópata. —, es una pena que no aceptes el puesto en Cruel, tu cerebro es brillante

Una bala alcanza el hombro de Janson y me suelta mientras grita, se cae al suelo y otras balas llegan a él pero no le dan. El hombre se va corriendo y se pierde en el humo. A lo lejos veo a Newt y a Sartén correr, protegiendo a Chuck, me giro hacia Minho y pronto dejo de ver a los demás.

Corro hacia Minho y tomo un arma del suelo, me paro a su lado y comienzo a disparar a todo aquél que se mueva y sea de Cruel.

—¡Cuidado! —Minho me empuja y el recibe el disparo eléctrico.

—¡Minho! —Grito y corro hacia él, sin saber que hacer para ayudarlo.

Un hombre se acerca a mi y me apunta.

—¡Suelta el arma! —Pide el hombre.

La tiro al suelo, veo como sujetan a Minho y se lo llevan, Chuck corre hacia mi y también lo atrapan. Me levantan del suelo y me obligan a caminar, Janson viene detrás de mi. Escucho los gritos de Thomas, por Chuck, por Minho y por mi, pero los chicos lo detienen y no dejan que se acerque. Les agradezco por eso.

Me suben a la nave, veo a Ava y a Teresa, en la puerta está Janson. Me dejan en el suelo, entre Minho y Chuck. Las puertas se van cerrando lentamente pero ya no hay nada que hacer, cualquier cosa que intente, no sirve.

Las puertas se cierran por completo y la nave comienza a ascender. Chuck está quieto, en shock, mirando hacia la nada, ni siquiera pestañea, le tomo de la mano y me mira por unos segundos.

—Estaremos bien, siempre se te ocurre algo, Mai —susurra el niño, sin energía y sin expresión alguna.

Esta vez no puedo evitar pensar que no puedo hacer nada, los chicos podrían intentar algo, confiaba en ellos y sabía de lo que eran capaz, pero no quería que se acercaran a Cruel, no pueden tenernos a todos aquí, no podemos morir todos de esta forma, ellos deben alejarse ahora que pueden. Las lágrimas comienzan a salir, Minho que está a mi lado me empuja la cabeza hacia su hombro y me da algunas palmaditas.

Sé que suena ilógico, malvado y egoísta. Pero me sentía mejor teniéndolos a ellos dos aquí conmigo. Sé que si no fuera así, quizá no tendría sentido intentar salir siquiera. Ya me había cansado de correr, de esconderme, de escapar.

—Algo se nos ocurrirá, ya verás —Me susurra, con enojo hacia Cruel, hacia Ava, Janson y por supuesto hacia Teresa. El chico no deja de mirarla con odio.

—Espero que tengas razón —Le contesto en susurros, con la voz entrecortada.

Mientras tanto...

Thomas no planeaba ir con los del campamento, a un lugar seguro, el tenía claro lo que quería hacer, salvar a sus dos amigos y a su hermana Maia. No importa hasta donde tenga que ir, no importa cuantos desiertos deba cruzar, no importa a quienes tenga que matar. El estaba decidido y nadie lo haría cambiar de opinión, ni siquiera sus propios amigos. No le importa si nadie lo acompaña, el iría de todas formas, tampoco le importa si le impiden ir, pasaría por encima de quien sea he iría igualmente. Todos esos eran simples pensamientos en su cabeza, falta trazar un plan o esperar a que se le ocurra alguna idea. Pero de todas formas, era algo que ya estaba decidido.

Mientras tanto...

—¿Aún los transportaremos en el tren? —Pregunta Janson a Ava.

—Si, pero no pronto, no es el momento... y procura que Maia, Minho y Chuck, estén en vagones separados, no podemos permitirnos más fugas de adolescentes

La vieja y la rata hablan como si no estuviéramos allí, aunque da igual, no podemos hacer absolutamente nada con la información que estábamos escuchando.

Tenía miedo de lo que nos espera cuando lleguemos a las instalaciones. ¿Será un segundo laberinto?, ¿ser mordidos por Cranks a ver quién se transforma último?, ¿ser drenados como los cuerpos colgados que vi?. Cada idea que pasaba por mi mente, se volvía peor que la anterior y más ansiedad me da. Mi cuerpo tiembla y no sé si es por miedo, enojo, impotencia o simplemente es que estoy cansada de todo.

Miro al rededor, mi mirada se cruza con la de Teresa. Esa chica en verdad piensa que está haciendo lo correcto. Me hierve la sangre al sentir que no le importó nada de nada vender a sus amigos. Nos envolvió en una caja de regalos, nos puso un moño y felizmente nos mandó hacia Cruel.

Las ganas de rendirme que tenía hace unos momentos, se desvanecen. Saldría de aquí, con Minho y con Chuck, sea tarde o temprano, pero los tres saldríamos de esto y les demostraríamos a Ava, a Janson, a Teresa y a todo Cruel, con quiénes se están metiendo, que aprendan que no pueden manejarnos y usarnos como se les de la gana. No pueden torturarnos para su beneficio, pero sobre todo, que aprendan de una vez por todas que con el fuego, no se juega.

De pequeños se nos enseña que si acercas tu mano al fuego, te quemas. Cruel no metió la mano, Cruel entro completamente entre las llamas de fuego. Esto les saldría caro, lo sepan o no, y esperaba el día en que tengan que pagar por sus acciones.

El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora