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2. 𝑳𝒂 𝒃𝒐𝒄𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒍𝒐𝒃𝒐.

Thomas nos dice que hay que comunicarle esto a Vince y vamos a verlo. El pelinegro se sienta en la mesa frente al hombre y despliega un mapa.

—Aquí, es aquí... son algunos kilómetros, basado en las vías y en todo lo que nos dijo Maia, deben dirigirse allá, ahí es donde llevan a Minho y a Chuck, llevaremos a quién pueda pelear, usaremos caminos donde se pueda, volveremos en una semana

—¿Qué cosa?... —Pregunta el hombre. —nos llevó seis meses llegar aquí, ahora tenemos a más de cien jóvenes, no podemos quedarnos aquí para siempre después de lo que logramos, tu quieres deambular hacia un punto al azar en el mapa, ni siquiera sabes que hay ahí

—Yo si —Contesta Jorge desde la puerta. —, fui hace algunos años, pero... estuve ahí... "la ultima ciudad", así la llamó Cruel, era su base de operaciones, si esa ciudad sigue ahí, es el último lugar al que quieres ir, hermano, es la boca del lobo

—No es nada que no hayamos hecho antes

—Si, pero con meses de planeación eh información confiable... el elemento sorpresa, no tenemos nada de eso

El ambiente comenzaba a ponerse tenso y estaban alzando las voces.

—Vince, ya lo pensé, sólo escúchame

—¡La última vez que salimos sin preparación, yo lo perdí todo!... ¿lo olvidaste?... yo sé que es por tus amigos, pero no puedes pedirme que arriesgue a todos por dos chicos, no lo voy a hacer y tu deberías pensar mejor las cosas, acabamos de recatar a tu hermana de Cruel, probablemente la chica más buscada por ellos y nos costó meses y meses, ¿y ahora quieres salir y arriesgar su vida otra vez?, como sabrás, ya no hay doctora en el campamento, tu hermana podría serlo, si quiere... y tu piensa bien las cosas —Vince me mira y luego a Thomas.

—Te agradezco que me des un lugar en el barco y también un trabajo, pero no lo aceptaré, no iré contigo, Vince, si en ese barco no estamos todos, incluidos Minho y Chuck, no subiré, y espero que entiendas que nadie puede obligarme a subir

Una radio se enciende y una voz dice "revisando el sector B", los chicos salen corriendo y apagan las luces, al parecer, de todo el muelle. Sólo queda esperar a que no nos encuentren, por que son soldados de Cruel.

Me doy una ducha, me dan algo de ropa limpia y una hamaca de dormir, dentro del edificio. Me acuesto y por más que intento, no puedo dormirme. Si cierro los ojos, me vienen los horribles recuerdos de Cruel, sus experimentos y pruebas.

Thomas se levanta de su cama y se pone las zapatillas, me mira y asiente. Me pongo yo también el calzado y una sudadera. Caminamos sin hacer ruido y salimos del edificio, camino al coche.

—¿A dónde creen que van? —Se oye una voz entre el silencio de la noche. Una luz se enciende. Una lámpara sobre la mesa, me deja ver el rostro de Newt.

—Newt —susurra Thomas.

—No hagan estupideces, iré con ustedes —El rubio se acerca y toma la mochila que tiene Thomas en la mano.

Suspiro y miro hacia el suelo. Que Newt se arriesgue no era la idea.

—Oye... —Empiezo a hablar pero el me detiene con sus palabras.

—¿Qué?, no me digas que después de todos estos meses sigues enojada conmigo por aquello

—No, pero... —El vuelve a detenerme.

—Entonces no hay problema con que vaya

—No, no, esta vez no —Dice Thomas. —, escucha, aún que encontremos a Minho y a Chuck, no hay garantía de que podamos volver

El rostro de Newt se apaga por un instante, mira hacia el suelo y puedo sentir la tristeza y la impotencia en su expresión. Entonces entiendo que ellos son los únicos que pueden decidir que hacer y que no.

—Thomas —susurro. —sé que te importan tus amigos, a mi igual, pero no podemos decirles que hacer y que no, no quiero que Newt se arriesgue, pero las cosas son así

—Escucha a Maia, nadie me obliga a ir, lo hago por decisión propia, además, necesitan toda la ayuda posible, ¿no?. —Newt abre la puerta del coche y está Sartén en el asiento del conductor. —Comenzamos esto juntos, deberíamos terminarlo igual

—Okey, traigamos a los chicos de vuelta —susurra mi hermano.

Thomas va de copiloto y yo detrás con Newt.

—Tienes el cabello mucho más largo que la última vez —Menciona el rubio, levantando unos mechones de mi cabello.

—Obviamente, Newt, han pasado muchos meses

—Pero tambien te ves... sana, es decir, los demás chicos se veían muy mal, incluso golpeados

—Creo que Janson me trataba bien para que me pase de su lado, como Teresa, creo que no experimentaron tanto conmigo como con los demás chicos, igual sufrí mucho, más por que me aislaron de todos, dormía sola, comía sola y pasaba casi veinte horas al día en la sala médica, me daban pastillas, inyecciones, me sacaban muestras de sangre a tal punto que me desmayaba, parece que algo importante estaba pasando

—¿A qué te refieres? —Pregunta Newt.

—Creo que hay algo distinto en mi sangre, también en la de Thomas, no sé... en las instalaciones de Cruel hablaban muchas cosas y la mayoría no las entendía, pero escuché a Ava mencionar que Thomas y yo éramos sujetos de máxima importancia... viéndote a ti y a Brenda

—¿Lo dices por las mordidas?

—Si, ¿te han vuelto a inyectar algo?

—No, desde que te fuiste y ahora que lo mencionas, es verdad, me encuentro perfecto, igual Brenda, quizá por eso quieren a Thomas a toda costa... y tiene sentido, ustedes son hermanos

Nos pasamos toda la noche hablando, hasta que se hace de día, allí decido que es mejor dormir un poco, el sueño hacía que mis parpados se cierren de vez en cuando.

Abro los ojos cuando creo que dormí lo suficiente y el coche está parado en medio de la ruta.

—¿Llegamos? —Digo mientras bostezo.

—No, nos quedamos sin gasolina, aún falta un... —Dice Sartén y un sonido lo detiene.

Un coche se acerca por detrás, a toda velocidad.

—Agáchense —Pide Thomas.

Me acuesto en el asiento, moviendo mis piernas más adelante. Sartén mira por el espejo de su lado.

El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora