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9. 𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒍𝒐𝒔.

—Agua —susurra Winston.

Me acerco a él y me arrodillo a su lado.

—¿Necesitas beber agua? —Le pregunto.

—Mi... mochila

Tomo la mochila y se la extiendo mientras intento sentarlo un poco, con ayuda de Minho. Winston saca el arma.

—No puedo... seguir

Comienza a levantarla pero lo detengo, el comienza a hacer fuerza para que yo lo suelte y yo intento quitarle el arma. Un disparo se oye y caigo sentada al suelo luego de que el arma volara hacia un costado.

—¡Oigan, tienen que venir! —Grita Newt.

Minho y Chuck corren hacia mi mientras Sartén y Newt van con Winston, a impedir que tome el arma otra vez.

—Mai, ¿estás bien? —susurra Minho, ayudándome a parar.

Levanto la vista, veo a Thomas y a Teresa llegar corriendo. Mi hermano me mira muy asustado, de arriba a abajo.

—Estoy bien, no se preocupen por mi —Les aclaro.

—¿Qué pasó? —Pregunta Teresa.

—El... —Miro a Winston en el suelo, tosiendo. —tomó el arma y...

—¿Intentó dispararte? —Pregunta mi hermano.

—No, Thomas, a mi no, intento dispararse a él mismo

El pelinegro corre hacia Winston y se agacha a su lado. El moreno escupe líquido negro y Thomas se aparta.

—Está... creciendo... —Se levanta la camiseta y su herida no es normal, su piel cambio de color, parece uno de los monstruos que vimos antes. —dentro de mi —El silencio se hace entre nosotros, observando al muchacho, tirado en el suelo. —, no voy a poder, amigos, dénmela, no dejen que me transforme en una de esas cosas

Newt camina hasta Sartén y le quita el arma.

—Oye, Newt... —Thomas intenta detenerlo pero le tomo de la mano y niego, con lágrimas en los ojos.

El rubio se acerca a Winston, se agacha a su lado, le toma de la mano y le entrega el arma.

—Gracias, ahora, lárguense de aquí

—Winston, adiós. —Newt se levanta y se aleja del lugar, con Chuck, Teresa y Aris.

—Vete —Minho asiente a las palabras de Winston, con lágrimas en los ojos y se marcha con los demás.

—Lo siento, amigo —Sartén llora, se despide y se aleja.

Thomas da un paso hacia Winston.

—Tranquilo —susurra el moreno que está en el suelo.

—Lo siento —Rompe el llanto al igual que yo y se da la vuelva, empezando a caminar hacia los demás.

—Winston, no nos conocimos mucho —Le digo, entre lágrimas.

—Una lastima, eres una buena persona

—Tu también lo eres, lamento que esto pase

—En el poco tiempo que hemos pasado juntos, pude observar que tu eres una pieza importante en esto, y no soy el único que lo piensa, así que ahora vete, cuida de los demás, sálvalos como salvaste a Alby, a Chuck, como salvaste a Teresa y a Newt

—Ojala hubiera hecho algo para salvarte a tí

—Te lo agradezco, pero no puedes salvar a todos —Sonríe tristemente.

—Si, quizá tengas razón, pero puedo intentarlo —Asiento luego de hablar.

—Sigo sin entender como es que eres tan pequeña y tan fuerte a la vez

—Es una larga historia que te contaré, en otra vida

—Te tomo la palabra, ahora vete y no mires atrás

Asiento, con las lágrimas cayendo por mis mejillas, me doy la vuelta y me voy con los chicos. Chuck me abraza sin decir nada, Thomas me acaricia la cabeza y Minho me toma de la mano. Avanzamos, seguimos caminando hacia las montañas. Un par de minutos después, se oye un disparo, nos detenemos y las lagrimas vuelven, pero seguimos con nuestro camino.

El cielo se oscurece y se ven las estrellas. Preferimos parar en la próxima estructura que nos encontremos, debido al cansancio, lo cual sucede media hora más tarde, más o menos.

Hacen una fogata, la noche se volvía fría de a poco. Nos sentamos alrededor, a intentar calentar nuestras manos, sin decir ni una palabra. Nadie había hablado desde el disparo.

—¿No se supone que éramos inmunes? —Minho susurra, mirando el fuego.

—No todos, creo —Teresa contesta, acostada en el suelo, a un lado de la fogata.

—Si Winston pudo infectarse, entonces también nosotros —Newt parece más enojado que triste, al contrario de Sartén que es el que comienza a hablar al borde de las lagrimas.

—Jamás creí decir que... era mejor el área

—Creo que deberíamos de hablar de otra cosa —susurro y todos me miran. —, hemos perdido a mucha gente, pero no podemos torturarnos nosotros mismos, necesitamos fuerzas y energías para poder seguir, por todos aquellos que no están

—¿Cómo es posible? —Pregunta Sartén.

—¿Qué cosa? —Pregunto, confundida.

—Que pienses eso, que sigas siendo fuerte después de todo lo que nos pasó, deberías estar destruida mentalmente

—Lo estoy, pero aún los tengo a ustedes —susurro y sonrío a cada uno.

Luego de eso se vuelve a hacer el silencio, nadie sabía que decir o quizá nadie quería hablar. Directamente nos acostamos y nos dormimos.

Al salir el sol, la caminata en la arena continúa. El calor aumenta y siento que mi piel se quema. Thomas saca una botella de agua, bebe y la va pasando hacia atrás, al llegar a mi, está vacía, Teresa me mira con una mirada de "lo siento".

Minho, que va a mi lado, suspira al mirar la situación y el hecho de que no podrá beber. Saco la botella de mi mochila, sólo me queda un cuarto, bebo la mitad y le extiendo la botella a Minho, el me mira y empuja la botella hacia mi.

—Ya tomé —Le informo.

El muchacho asiente y toma la botella, bebe el agua de un trago y me devuelve la botella.

—Gracias, Mai —Se acerca y me toma de la mano, aprieta un poquito y me suelta.

Otra vez la noche nos alcanza, esta vez en medio del desierto, sin estructuras y sin fogata. Nos sentamos en círculo.

—Escuchen, no nos queda agua, tampoco parece que veremos alguna sombra en lo que queda de camino y no comemos hace al menos dos días —Dice Thomas.

—Escuchen... —Todos me miran, atentos, me quito la mochila y la pongo delante de mi. —yo tengo esto —Abro la mochila y saco el paquete de galletitas. —, no es mucho, pero puede servir

—No, son tuyas, Maia

—Cierra el pico, rubio —Le sonrío a Newt, abro el paquete y comienzo a repartir las galletas.

Los chicos me agradecen y comen, tranquilamente, por que no es mucho y es lo último que tenemos. Después de comer, el ambiente sigue silencioso, nadie quiere hablar entonces, una vez más, nos dormimos.

El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora