15. 𝑬𝒍 𝒃𝒓𝒂𝒛𝒐 𝒅𝒆𝒓𝒆𝒄𝒉𝒐.
—Escucha, no me gusta golpearte, ¿okey?... ¿dónde está el brazo derecho, Marcus? —Suspiro a las palabras de Jorge.
—¿Ya ves, idiota? —Le pregunto al hombre, acercándome unos pasos. —, debes aprender a mentir, desde que comenzaste a hablar supe que sólo decías mentiras y eres tan tonto que no te diste cuenta de que no bebí ni un sorbo de tu asqueroso alcohol o la basura que sea aquello
—Uy, que inteligente, ¿tu eres el cerebro de la operación? —Jorge le levanta la cabeza, de los pelos.
—Tu sabes donde se ocultan, así que dímelo y haremos un trato, podrás venir con nosotros —Marcus vuelve a reír.
—Rompí ese vínculo hace tiempo, además, yo hago mis propios tratos
—¿Con Cruel? —No podía quedarme callada, no.
—Jorge me enseñó a que jamás deje pasar una oportunidad —El hombre se ríe como un loco.
—¿De qué estás hablando? —Pregunta Newt.
—Me refiero a la oferta y demanda, Cruel quiere reunir a todos los inmunes que pueda, yo ayudo a proporcionárselos, así que yo traigo a los niños, se embriagan, se divierten y luego Cruel aparece y separa la paja del trigo.
—Ya cambié de opinión, hermano... si me gusta hacerte daño —Dice Jorge y se acerca a Marcus, con rabia y enojo.
Jorge le da una patada a Marcus en el pecho, lo tira hacia atrás con la silla incluida y queda acostado en el suelo, saca un arma y le apunta.
—¡Habla!
—¡Okey, okey, ya!... pero no te prometo nada, esta gente no se queda quieta... —Lo vuelven a sentar. —tienen una base en las montañas, pero está muy lejos, tienen a Cruel en los talones, jamás lo van a lograr
—No a pie —Jorge lo toma de los hombros. —, ¿dónde está Bertha?
—No, Bertha —susurra el hombre, casi llorando.
Cuando Marcus nos da unas llaves, salimos de ahí, dejándolo atado, se lo merece. Subimos a la camioneta y Jorge conduce. Un par de horas más adelante, la camioneta se detiene, me bajo con los demás para ver que sucede. Un túnel y varios coches viejos en medio de la calle, haciendo fila.
—Bueno, supongo que iremos a pie —Comenta Jorge.
Caminamos hacia la entrada del túnel. Unos disparos nos toman por sorpresa y nos escondemos detrás de los coches. Todos nos separamos.
—¡Amigos!... ¡¿todos están bien?! —Pregunta mi hermano.
—¡Si, Thomas! —Grita Teresa.
—¡¿Alguien sabe de donde salieron esos disparos?! —Escucho la voz de Newt.
ESTÁS LEYENDO
El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|
FanfictionFanfic de la trilogía 'El corredor del laberinto'.