16. 𝑵𝒐 𝒕𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔.
—¡Vince, ya basta! —Una mujer se abre paso hasta llegar a nosotros. —, suéltalo —Señala a Jorge. —, ¡que lo sueltes!
—Está infectada, Doc, ya no la podemos salvar —Le informa Vince, señalando a Brenda.
—No, pero ellos si... hola, Maia... hola, Thomas
—¿Sabe quién somos? —Pregunta Thomas.
—Interesante, me suena lógico que los pusieran en el laberinto... —La mujer va hacia Brenda. —aún que debo aceptarlo, Thomas, creí que te asesinarían después de lo que hiciste
—¿Qué fue lo que hice? —Pregunta casi en susurros.
—La primera vez que hablamos, dijiste que ya no tolerabas ver como morían tus amigo, uno por uno... la última vez que hablamos, estabas destrozado por haber perdido a tu hermana y me diste las coordenadas de todos los complejos de Cruel
—El fue nuestra fuente —susurra Vince.
—No hubiéramos logrado todo esto sin él... métanla a la tienda... oh, parece que tu tambien estás herido. —Señala el brazo de Newt. —Denle ropa limpia a estos chicos... Thomas, Maia, síganme, necesito una muestra de sangre
Entramos a la tienda, acuestan a Brenda en una camilla y Thomas se sienta junto a ella. La doctora le quita la venda a Newt después de que el se negara.
—¿Te mordieron? —Pregunta la mujer.
Thomas se levanta de la silla y mira al rubio, enojado.
—¿No pensabas decirme? —Thomas pregunta, visiblemente enojado.
—Solo fue un rasguño, pensé que era inmune, ya veo que no
—Tranquilos, ellos son dos, ustedes son dos... —La mujer busca las cosas necesarias. —Al principio, estábamos perdidos, lo único que sabíamos es que cuanto más jóvenes, más probabilidades tenían
—¿Trabajaste para Cruel? —Le pregunto a la doctora.
—Hace mucho tiempo. —Nos conecta y la máquina comienza a sacarnos sangre, necesitan bastante al parecer. —Al principio teníamos las mejores de las intenciones, encontrar la cura, salvar al mundo, era claro que ustedes eran la clave, por que eran inmunes, pero, ¿por qué?, eventualmente encontramos una respuesta, una enzima producida por el cerebro de los inmunes, al separarse del plasma, funciona como un poderoso antídoto que detiene el avance del virus
—Encontraron la cura —susurra Thomas.
—En realidad no, la enzima no puede fabricarse, solo extraerse de los inmunes, los jóvenes... —Busca dos inyecciones y las rellena del líquido azul que preparó. —, pero eso no detuvo a Cruel, si por ellos fuera, sacrificarían a toda una generación, todo por esto —Observa la inyección. —, un regalo biológico de la evolución, pero no es para todos nosotros
La doctora se acerca a Brenda, le levanta la manga y le inyecta. La muchacha comienza a respirar de manera normal.
—¿Cuánto tiempo les dará esto? —Le pregunto.
—Es diferente para todos, tal vez unos meses —Se acerca a Newt y hace el mismo procedimiento. —, la cuestión es que siempre necesitarán más... Bien, vamos afuera, que Brenda descanse... —Jorge sale con Newt. —Saben que no pueden venir, ¿verdad?
—Yo tampoco iré, no sin ellos —susurro, la mujer asiente y se va.
—Te veo luego, Mai, necesito hablar con Newt —Dice Thomas.
—Claro, enseguida voy... y dile que estoy enojada con él
Me levanto de la silla y me pongo la ropa limpia que me dejó la doctora. Antes de irme, me acerco a Brenda y veo que de su bolsillo cayó algo, un objeto pequeño y plateado. Lo tomo entre mis manos y lo abro, veo una imagen de un muchacho.
—Era mi hermano —susurra la chica.
—Brenda —Me vuelvo a sentar en la silla. —, lo siento. —Le devuelvo el objeto. —¿Cómo te sientes?
—Tu me recuerdas a él, veía lo mejor de los demás
—¿Dónde está el? —susurro.
—No lo sé, cuando éramos niños, Cruel nos llevó a uno de sus campamentos, nos hicieron muchos estudios... me rechazaron, pero el era valioso, ni siquiera pude despedirme
—¿Cuál era su nombre?
—George —susurra con una sonrisa.
—Cuando llegué al laberinto, sin recordar nada más que mi nombre, fue muy difícil. Los problemas y las muertes venían una tras otra, he incluso estuve muy cerca de... alguien me dió esto —Le señalo la pulsera. —, entonces supe que jamás estaría sola y que debía luchar, para volver con mis amigos, para regresar con mi hermano, para volver a verlo a él, pero sobre todo, para mantenerme a salvo a mi misma
—¿Quién? —Pregunta con curiosidad.
—Minho —La chica levanta las cejas un par de veces y sonríe.
—Eres una buena persona, Maia, me alegro de que te hayas cruzado en mi camino
—Ahora no podrás librarte de mi —Ambas sonreímos. —, ahora descansa un poco, ¿si? —Asiente, acaricio su hombro y me salgo de la tienda. Jorge me recibe con un abrazo.
—Maia, no sabes lo agradecido que... si algo malo le pasara, no sé...
—Lo sé, quizá deberías hablar con ella
El hombre asiente y entra a la tienda después de un largo suspiro. En una roca, veo sentados a los chicos, Newt, Sartén, Minho y Chuck. Camino hasta el sitio y me siento al lado de ellos.
—Ojalá Alby pudiera ver esto —Newt habla.
—Y Winston —Sartén sigue.
—Maia, tu has sido de gran ayuda —Me dice el pelinegro, sonriéndome como solo él sabe hacerlo.
—Sólo hice lo que el corazón me pedía —susurro.
Un calor sube hasta mis mejillas y tengo que apartar la mirada de Minho.
—¿Tanto nos quieres? —Pregunta Newt.
—Ya cierren la boca, idiotas. —Todos reímos y Chuck me abraza. —¿Dónde está Thomas?
—Se fue por allá, con Teresa —Dice Chuck.
Miro hacia la montaña y los veo a ambos. El sol se oculta y la noche llega, pero distingo las siluetas, sé que son ellos dos.
Mientras tanto...
—Hay millones de personas que sufren a diario, millones de historias igual a la mía, no les daremos la espalda, Thomas... ¡no lo haré!
—Teresa, ¿qué quieres decir? —Pregunta Thomas, con miedo y confusión.
—Thomas, solamente quiero que entiendas
—¿Que entienda que cosa?
—Por qué lo hice
Las luces de los helicópteros aparecen en el cielo y se acercan hacia el campamento.
—¿Qué hiciste?... Teresa
—Por favor no te resistas, Thomas
—¿Qué hiciste?... ¡¿qué hiciste?!
El pelinegro grita y sale corriendo. Entendiendo que Teresa los ha vendido a Cruel y ya vinieron por ellos. Corre, buscando a sus amigos y a su hermana con la mirada.
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El Hilo Rojo: Maze Runner |Minho|
FanficFanfic de la trilogía 'El corredor del laberinto'.