El comedor solo se llenaba en ocasiones como esa, por lo regular cada uno iba y venía a su ritmo dependiendo de las misiones que tuvieran, por lo cual nunca había tanta gente ahí, pero los días de intercambio eran otra historia.Miwa se había pasado también temprano para desearles suerte a sus kouhais, estaba aliviada de ya no tener que andar en esas actividades, aunque sinceramente era mucho mejor que irse por días a completar misiones cada vez más difíciles.
El personal de la escuela había preparado un delicioso banquete para los muchachos y los invitados, que no estaban obligados propiamente a comer ahí. Umeko no se había presentado esa mañana, Oki en cambio había llegado a la par de los alumnos de Kioto junto con el asistente auxiliar Tanabe, quien cabe resaltar era sumamente querido por el alumnado.
—¿Tú crees eso? —susurró Yuta para Maki, aunque estaba a su lado.
—También estaba sorprendida, pero era tan extraño —habló también quedamente.
Maki le había contado a Yuta, mientras desayunaban, lo que escuchó y presenció la noche anterior cuando estaba con Gojo. Maki estaba segura de que aquello que notó en su profesor habían sido nada más y nada menos que celos. Yuta estaba incrédulo, en todos esos años había hablado una qué otra vez de manera muy superficial con su maestro sobre alguna relación romántica y siempre se mantuvo recio de aceptar querer una, al menos formalmente.
—¿Entonces Itadori estaba en lo correcto ayer? —Yuta siguió hablando bajito.
Megumi, no queriendo realmente, estaba pendiente de lo que decían porque no era normal que estuvieran cuchicheando.
—Deberíamos investigar ¿no crees? —Más que curiosidad, las palabras de Maki tenían saña. Encontrar algo con lo cual fastidiar a Gojo era igual de valioso que el oro.
—No lo sé..., si está celoso ¿no estará enojado también?
—Quién sabe, no conozco ese tipo de celos.
—No tienes de que preocuparte, yo siempre te veré solo a ti.
Yuta sonrió tiernamente desde lo más profundo de su existencia. Adoraba a Maki con cada célula de su cuerpo.
—E–ese no es problema, tonto —tartamudeó bastante apenada, alzando un poco más la voz. Kugisaki entonces prestó atención.
—¿No?
—No puedes evitar que otras personas se fijen en ti.
—Oh, entiendo.
—Y... ¿Qué tal si llaman tu atención?
—¡Jamás! ¡Maki–san es la única!
Yuta había levantado más la voz, dejándose llevar por el hilo de la conversación, Maki quedó en blanco ante la súbita respuesta. Amaba a Yuta inequívocamente a pesar de ser tan opuesto a ella, porque era tan noble, tierno e inocente, sin embargo, a veces era también un completo idiota cuando se dejaba llevar.
—Ehhh, yo también quiero vivir mi romance estudiantil —se quejó Mizuno, alumna de segundo de Tokio.
—Okkotsu–senpai siempre me pareció increíble, ahora más que ha conquistado a alguien como Maki–senpai —dijo Itadori.
—Si le rompes el corazón a Maki–san, te partiré el cuello —lo amenazó Kugisaki apuntándole con el tenedor.
—¿Cómo qué alguien cómo yo? —respingó Maki, golpeando la mesa.
De pronto su conversación privada sobre Gojo se tornó en una pública de su relación aún no confirmada a sus colegas, una que era evidentemente obvia. No es que quisieran que fuera un secreto, solo que... Todo a su debido tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Votos
RomanceSu relación era complicada porque así lo habían decidido los dos. Desde que estudiaban la preparatoria habían surgido indirectas y momentos en los que cualquier persona hubiera podido decir, incluido ellos, que tenían algo más allá de la amistad, si...