Pasaban de las diez de la noche cuando volvía a la escuela, Nitta se había dirigido a seguir con los reportes, él por otro lado quería descansar, sin embargo, al ir rumbo a los dormitorios, las luces encendidas de cierto edificio llamaron su atención.
No había muchas personas que usaran particularmente ese sitio de entrenamiento, así que fue a ver para comprobar sus sospechas.
—¿Qué hace aquí tan tarde? —preguntó Megumi.
Gojo estaba en el dojo que usaban regularmente para entrenar. Se notaba que ya llevaba buen rato ahí: sus ropas estaban muy sudorosas y él algo agitado.
—Megumi, ¿vuelves de una misión? —dijo el peliblanco. Salió del edificio y tomó asiento en el engawa. Necesitaba sentir el aire fresco del exterior.
—¿Por qué nunca responde lo que le pregunto? —se quejó. Gojo se rio.
—Por lo general, si hay algo que me está molestando y debo darle vueltas, suelo comer aún más cosas dulces.
—Lo sé —refunfuñó el pelinegro, reprobando totalmente el método de su profesor, si ya de por sí consumía mucha azúcar.
—Quise hacer algo diferente esta vez. Sugerencia de Shoko.
—¿Le preocupa algo?
—Sí, se podría decir que sí.
—Ya veo…
Megumi tomó asiento a su lado y lo miró consternado. No entendía que podría estar pasando que ameritara un dolor de cabeza para Gojo Satoru. Se notaba en el rostro del menor que deseaba saber cuál era esa “molestia”, si en algo podía ayudar a su profesor deseaba hacerlo.
—¿Es por lo del sucesor del clan Gojo? —se atrevió a decir, con un poco de reserva, no sabía cómo podía tomar el tema y estaba aventurándose en su suposición.
—Al parecer yo fui el último en enterarme de lo que hace mi familia —respondió muy malhumorado.
—Como líder de los Ze'nin… Supongo que debía saber. No es un evento que pase desapercibido para los demás clanes. Algunos ven muchos beneficios en ese tipo de alianzas.
—¿Tú qué opinas? De líder a líder.
—¿Qué opino? —dijo con sorpresa—. Que es su decisión si quiere o no hacerlo, también el cuándo y con quién.
—Es un problema ambas cosas.
—¿No quiere tener hijos?
—No lo sé —chistó con pocos ánimos—. No estoy rotundamente negado, pero no es algo que quiera en un futuro cercano…
—Sería un pésimo padre, les haría un favor —dijo Fushiguro como una broma, para no hacerlo sentir mal.
—¿De qué hablas? Fui bueno contigo.
—No, más bien fue como un molesto hermano mayor. Tsumiki es quien hizo el trabajo pesado.
—Tampoco fuiste un niño modelo —se quejó.
—Bueno, tampoco puede elegir qué tipo de hijo tendrá. Así que debe dar su mejor esfuerzo independientemente de cómo sea.
Satoru tensó los labios, como indeciso en hablar. Apartó la vista de Megumi y miró el cielo oscuro donde tintineaban cientos de estrellas.
—Ellos definitivamente no eligen que clase de padre tendrán… Sería horrible ¿verdad? Ser hijo de Gojo Satoru.
Megumi arrugó la boca, había estado jugando con sus comentarios, pero la forma en que Gojo hablaba era como una afirmación, no creía que sus palabras le hicieran pensar eso.
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Votos
RomanceSu relación era complicada porque así lo habían decidido los dos. Desde que estudiaban la preparatoria habían surgido indirectas y momentos en los que cualquier persona hubiera podido decir, incluido ellos, que tenían algo más allá de la amistad, si...