25 de enero 2021
La mirada de Hiroshi estaba perdida en algún lugar del cual sus ojos no eran conscientes, la espesura del bosque no parecía existir en esos instantes. Su mente vagaba, distante en tiempo y espacio, ocupada, repitiendo una y otra vez la batalla que se había suscitado horas atrás.
Llevaban cuatro días de misión, era la tercera ciudad en la que paraban, habían tomado un desvío tras una misión repentina que le fue enviada a Satoru un día antes.
Gojo se acercó hasta Hiroshi y le palmeó el hombro con una sonrisa reconfortante puesta en la cara, quería animarlo. El siempre alegre Hiroshi solo hizo una mueca amarga.
Ese día habían estado a nada de no poder rescatar la vida de una niña. Combatieron contra un usuario maldito bastante poderoso, el sujeto había sido contratado por un particular para asesinar a la gente de cierto poblado, llevaba unos cuantos a lo largo de varias semanas hasta que la escuela de hechicería envío a alguien para hacerse cargo, es decir, a Gojo.
No era parte de la misión a la que originalmente iban a Akita, pero como ya estaban ahí, se le asignó. De no ser por Gojo, las cosas habrían acabado con peores resultados que un brazo roto para la pequeña.
—Quiero volverme fuerte... —dijo Hiroshi a un hilo de llorar—. No quiero ser incapaz de proteger a las personas. Tampoco quiero que tenga que salvarnos cada vez que fallemos.
—¿Y qué piensas hacer para cambiar esa situación?
—Sabe... creo que he estado confiado todo este tiempo, por eso, aun si entreno y entreno no puedo mejorar...
—¿A qué te refieres? —Gojo sonó curioso.
—¿Ha escuchado esa frase?: "Los niños que conocen la guerra y aquellos que solo conocen la paz, tienen valores diferentes" ... —dijo con tristeza.
—Eso es algo lógico, no todos nacemos bajo las mismas circunstancias.
—Tampoco quiero decir que quisiera vivir en un mundo caótico —Hiroshi negó tristemente con la cabeza—. Usted junto con los senpais tuvieron que enfrentarse a un infierno, nosotros lo vivimos de distinta manera, pero... siento esa brecha entre quienes experimentaron la batalla final y los que no...
—En menor o mayor medida todos nos exponemos al borde de la muerte. Una situación crítica hará que saques lo mejor de ti si tienes el valor, eso es seguro —aseveró su profesor.
—¿Puede llevarme a ese límite? —preguntó con férrea convicción el muchacho.
—No será un paseo en el parque.
—Estoy listo para todo.
—Estás siendo ambicioso y eso es bueno, pero tampoco no es malo confiar en tus compañeros —le dijo con una voz más animada.
—Tal vez no lo entienda porque no hay alguien más arriba que usted, pero quiero darle esa seguridad también. Quiero ser como Maki, Okkotsu, Itadori, Fushiguro...
—¿Por qué no ser mejor? —Gojo le sonrió con suficiencia.
—¿Mejor que ellos?: solo usted.
—Aunque no lo creas, confío en todos mis alumnos, si no fuera el caso no los enviaría a misiones.
—Llegará el día, lo prometo, en que pueda dejar todo en nuestras manos sin tener que preocuparse.
—Lo sé —afirmó genuinamente animado, alborotando los cabellos de su alumno.
Tendría trabajo que hacer, cuando sus estudiantes pedían su ayuda de esa manera tan ferviente no había nada en el mundo que evitara que él respondiera con el mismo ímpetu.
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Votos
RomanceSu relación era complicada porque así lo habían decidido los dos. Desde que estudiaban la preparatoria habían surgido indirectas y momentos en los que cualquier persona hubiera podido decir, incluido ellos, que tenían algo más allá de la amistad, si...