De tanto en tanto Shoko alzaba la vista de los papeles en su mesa, sus ojos iban y venían siguiendo la silueta que se paseaba de un lado al otro por su oficina, además, escuchaba lo que suponía era un quejido amargo salir de su boca. Ninguno de los dos decía nada, Shoko estaba renuente a querer preguntarle, aunque, bien sabía que la buscaba a ella porque era la única que posiblemente le daría una respuesta sincera más allá de lo que él quería escuchar. Sin embargo, si quería su consejo —o lo que fuera— debía de pedirlo sinceramente, ella NO sería la primera en dar el paso.
Estuvo así durante cinco minutos o poco más desde que cruzó la puerta de su oficina. A veces tomaba asiento y luego se paraba, no encontraba como quedarse quieto. Luego de acomodarse sobre el marco de la ventana —la que usaba Shoko para fumar—, habló al fin.
—¿Ijichi te contó algo?
—No traicionaría la confidencialidad de tu privacidad, ni siquiera conmigo —respondió al instante sin dejar de revisar su papeleo.
Gojo calló unos cuantos segundos y dirigió su mirada a su amiga.
—¿Cómo supiste que Ijichi era el adecuado?
La directora se reclinó sobre su asiento y mirando al techo, caviló su respuesta unos momentos.
—No es que lo supiera de inmediato. Más bien sentí que era el adecuado una vez que estuvimos cierto tiempo juntos.
—¿Entonces por qué aceptaste salir con él? —preguntó con cierta confusión. Le parecía algo inusual que aceptara la propuesta de Ijichi, conociendo el hecho que él se tomaba las cosas muy en serio.
—Sabía que estaba interesado en mí desde hace tiempo, pero me pareció lindo cuando al fin tomó valor para confesarse. No perdía nada con darle una oportunidad.
—¿Estás enamorada de él? —dijo con suma curiosidad. Parecía un niño pequeño interrogando la relación de sus padres.
—¿Nunca has pensado en alguien sin motivo alguno? O al ver a esa persona el peso de tus hombros disminuye —relató ella tranquilamente. No pudo evitar que una sonrisa sincera se levantara de sus labios—. Me hace muy feliz, así que tendría que decir que sí.
—¿Pensabas en Ijichi sexualmente hablando antes de salir con él?
—Claro, tendría que atraerme físicamente para salir con él en primer lugar.
Gojo notó la absoluta sinceridad de las palabras de Shoko. Era la primera vez que hablaban de amor, en realidad era la primera vez que hablaba de eso con otra persona, exceptuando pláticas menos serias con Geto en su juventud. No tenía nadie más a quien recurrir para ponerle orden al caos de su mente. Shoko era su amiga y la única referencia entre sus conocidos adultos de confianza que tenían una pareja estable. Tal vez, si Yaga estuviera con vida, le hubiera preguntado a él, que ya estaba casado. Su corazón sintió algo de tristeza por su ausencia..., ¿su esposa estaría bien luego de su muerte? ¿Tendría él que someter a su mujer a una situación así algún día? Claro, si la tuviera. No le parecía correcto.
—Espera, ¿eso quiere decir que te gustaba Ijichi antes de que él se declarara? —estaba asombrado de que no lo hubiera notado. Resultaba que Gojo era malo cuando de sentimientos se trataba. No reconocía los propios, mucho menos los ajenos.
—Gustar tiene un amplio rango de implicaciones, pero sí estaba en mi lista de hombres con los cuales dormiría —confesó divertida. Gojo alzó las cejas—. Y antes de que preguntes, tú encabezas la lista de los que ni aunque mi vida dependiera de ello.
—Ah, esto es un dolor de cabeza —se quejó desganado.
—¿Pasó algo entre tú y Utahime?
No estaría ahí preguntando de su relación con el director asistente de no ser el caso. Era verdad que Ijichi no le dijo si vio o no a Utahime en el departamento de Gojo el día de la final del béisbol, pero sabía que ella estuvo ahí porque dos días después le preguntó por los chicos que habían tenido problemas, de no haber estado con Gojo esa noche no se habría enterado, a menos, claro, que Gojo se lo hubiera contado, lo cual no parecía ser el caso.
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RomanceSu relación era complicada porque así lo habían decidido los dos. Desde que estudiaban la preparatoria habían surgido indirectas y momentos en los que cualquier persona hubiera podido decir, incluido ellos, que tenían algo más allá de la amistad, si...