Taehyung nació sin opciones. Nació para ser cambiado a cambio de riqueza. Nació para darle un doncel a otra familia y así poder intercambiarlo por más dinero. La palabra de un doncel no valía pero su cuerpo si.
Al conocer a Jungkook no creyó que se...
El bombardeo de mensajes de su madre eran estresantes. Tuvo que salir en medio de la junta cunado la mujer le llamo. Jungkook respiro profundo antes de contestar.
—Hola, mamá —fingió calma.
—¿Porque no respondes mis mensajes? Hoseok estuvo en tu casa e insistió mucho en entrar ¿porque cambiaste las cámaras? ahora no puedo escuchar lo que dice la gente.
Jungkook quería darse de topes en la pared. Su madre era una controladora. Las cámaras las puso para seguridad no para que su madre chismeara viendo quien entra y quien sale de su casa. Durante media hora le mando mensajes diciendo que Hoseok estaba afuera de su casa tocando y timbre insistentemente y Taehyung no le abría. Era obvio que el doncel estaba en casa ya que si no lo estuviera su madre le llamaría de inmediato como cuando el lunes salió con su padre y le pregunto si él sabía que saldrían.
Le contesto que sí, aunque no lo sabía pero que más daba, Taehyung no era un prisionero, bueno al menos no en toda la extensión de la palabra. En todo caso con esto confirmaba que entre Hoseok y Taehyung pasaba algo, su interacción era rara, como si se conocieran de antes y no era un recuerdo agradable al menos para el doncel. Antes no le dio importancia, pero ahora le daba curiosidad conocer la historia.
—Mamá estoy en medio de una junta. olvide cancelar con Hoseok la invitación que le hice, mi error —mintió para que lo dejara tranquilo.
Pareció funcionar cuando la mujer lo dejo seguir trabajando y los mensajes cesaron.
Los viajes de trabajo eran pesados, sin un minuto de descanso. Así que sentarse en el avión y poder tomar algo de vino le devolvió el alma al cuerpo. Aunque fuera por un par de horas, ya que de regreso en casa volvería a la pesadilla viviente de tener que conseguir un heredero. No quería hacerle daño a Taehyung, no abusaría de el para conseguir dejarlo embarazado, sin embargo, tenía que buscar una manera en conseguirlo. El tiempo se estaba agotando.
Pensó en Jimin y en el pequeño momento de felicidad que tuvo al imaginar tenerlo entre sus brazos. Yoongi fue un tema de conversación entre ellos cuando estuvieron casados, fue un novio que tuvo Jimin de adolescente, pero su familia no era tan poderosa como para competir por él. Ambos lo aceptaron y siguieron caminos separados. Creyó que Jimin se había enamorado de él y quizás y lo hizo, pero como iba a seguir amándolo luego de que no luchara por el, para Jimin era mejor estar con Yoongi. Su reencuentro seguro fue una bendición para ambos.
Los dejara ser felices. Jimin merecía más que un títere controlado por sus padres. Enserio que intento luchar y al final terminaba dando circulos volviendo al mismo lugar.
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Al bajar del avión se dirigió a un bar cercano para terminar de ahogar sus penas en la amplia variedad. Desde joven bebía tratando de olvidarse de todo. Esa madrugada tuvo incluso la oportunidad de olvidar a Jimin en los brazos de un extranjero sexy que apenas y dominaba el coreano básico. Platicaron durante unos cuantos tragos, el chico se le insinuaba descaradamente toqueteándolo. Desde que Jimin ya no estaba en su vida el alcohol y la compañía eran sus mejores amigos para olvidarlo por unas horas.
