♠♠♠ CAPITULO 21 ♠♠♠

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El sueño se le había ido. Tomo un largo baño, se puso un pantalón de vestir beige y una camisa blanca junto a unos mocasines. Para las ocho de la mañana entro a su despacho seguido del Señor Choi.

—Tome asiento —ofreció Jungkook con tono más amable al de la madrugada.

Choi se sentó. Tenía las manos juntas en su regazo y se las frotaba con los pulgares en señal de que estaba nervioso.

—Quiero pedirle una disculpa por haber traído a mi nieto —hablo primero —sé que no debí traerlo, pero su madre me lo encargo por un par de días, se va el domingo —explico.

Jungkook entendió que su reacción fue tomada con mucho peso. Se acomodo en la silla avergonzado de sí mismo, pero debía trazar una línea gruesa.

—¿Cuántos años tiene? —pregunto de la nada.

—Cumplió diecinueve.

Jungkook asintió lentamente con la cabeza.

—El chico puede quedarse no tengo problema con ello —un intento de sonrisa se vio en el rostro de Jungkook apenas segundos, tomo una postura recta y su rostro se tornó serio que hizo que el señor Choi se preocupara más que sentirse aliviado —lo que si le pediré es que no entre a la casa. No lo quiero merodeando en los pasillos —ni cerca de mi esposo, pensó e inmediatamente borro el pensamiento. Era ridículo — mi casa no es un zoológico y mi esposo no está en exhibición.

El señor Choi se espantó y negó rápidamente.

—Mi nieto no se refería de esa manera al señor Taehyung —agito las manos en negativa —para nosotros los donceles son una creación del cielo y conocerlos es para nosotros un honor. No malinterprete las palabras de mi nieto, en un chiquillo que no sabe hablar correctamente y es mi error —se disculpó fervientemente.

Jungkook fue comprensivo por fin. Una bendición. No escucho antes que alguien se refiriera a ellos de esa manera.

—¿Una bendición? —pregunto.

—Si —afirmo el señor Choi —En el pasado los donceles eran venerados por ser hombres con el don de poder concebir vida como las mujeres, lamentablemente al pasar los años el mundo se corrompió y los pobres donceles tuvieron un destino fatal. Las mujeres y los donceles deberían de ser tratados como seres humanos y no como incubadoras para el beneficio de los demás y... —el hombre se emocionó de más mientras hablaba que ya era tarde. En su defensa era la verdad.

El cuerpo de Jungkook se puso rígido. Lo que acababa de escuchar no era más que verdad. En la actualidad nadie hablaba de como eran tratados los antiguos donceles porque no les convenia que se acabaran sus minas de oro.

—Me disculpo si dije algo que no debía —a este punto el hombre ya no podía verlo a los ojos.

—No dijo nada que no fuera cierto.

—Si me permite decirle algo más joven quisiera pedirle un favor —levanto la vista.

—Adelante —Jungkook lo alentó.

—El joven Taehyung es un ser humano muy bueno que tuvo la maravillosa bendición de los cielos y atreves de el usted podrá tener un pedacito del cielo. Por favor cuídelos, no deje que les pase nada malo, ellos no lo merecen. Si usted los ama créame que será más rico que todos porque el amor de la familia vale más que todo el oro del mundo. Se ve que el Señor Taehyung ha sufrido, sus ojos no brillan cuando sonríe. Hubo gente que apago su luz y usted podría volver a encenderla. Lamento ser entrometido, pero como le digo ellos son muy valiosos y no me refiero al dinero.

No pudo soportar más estar escucharlo. Jungkook se levantó y camino a la ventana. Su mente se nublo con la mezcla de las palabras del señor Choi y las palabras que escucho mientras crecía.

𝕃𝔸 𝔼𝕊ℙ𝔼ℝ𝔸ℕℤ𝔸 𝔻𝔼𝕃 𝔻𝕆ℕℂ𝔼𝕃 ~ 𝕂𝕆𝕆𝕂𝕍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora