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♠♠♠ CAPITULO 5 ♠♠♠

D-Day

Los arreglos de mesa estaban llegando y siendo acomodados en el jardín de la finca de los Jeon, el personal corría atareada de un lado al otro, los cocineros preparaban la comida más exquisita siguiendo las órdenes del chef.

En las habitaciones del ala oeste de la casa lejos del bullicio la desesperación asaltaba a los Jeon, su preciado hijo no aparecía a pocas horas de la boda, los padres de Taehyung no les ayudaban con la presión que ponían sobre ellos, exigiendo a que apareciera el chico o de otra manera ellos tendrían que pagar las consecuencias, así eran las cosas, no se cancelaba simplemente la boda detrás de aquello las acciones y el dinero eran lo que se podía perder o ganar.

Taehyung terminaba de peinarse cuando entro su padre vestido con un traje no muy diferente al que planeaba llevar a la antigua boda meses atrás, Taehyung se encogió en el asiento mirándolo por el espejo, no se atrevía a verlo directamente a la cara, antes veía a su progenitor con indiferencia ahora su rostro entero demostraba resentimiento, uno que poco le importaba a su padre.

—Espero que Jungkook llegue a la boda de lo contrario ya sabes lo que pasara hijo —hablo con dureza.

Lo odiaba, se suponía que debía amar a sus padres, pero había crecido sin ellos y crecido con un hombre cruel y despiadado que lo veía como un objeto de gran valor y desde esa mañana el rencor crecía más y más.

—Vendrá padre, el vendrá y me casare de una vez por todas —no flaqueo en ningún momento, no hasta que su padre se dio la vuelta marchándose de la habitación.

Debía ser fuerte, resistir a las adversidades que la vida le tenía preparadas. Saco el pañuelo que guardaba en su bolsillo para la ocasión, se limpió las lágrimas que brotaban de sus ojos con lentitud, cerro los ojos respirando pesadamente, las imágenes de la madrugada de el mismo día vinieron a su cabeza.

Despertó temprano, 5:00 a.m. quedo de llegar al aeropuerto a las 6:30. No se arregló simplemente se despojó de la pijama para cambiar a ropa ligera, tenía todo bien calculado: una gorra para pasar desapercibido, maleta pequeña con lo indispensable como papeles y poca ropa eso si todas las joyas que podía cargar. A las 5:20 la puerta de la habitación se abrió apareciendo de ella su madre burlándose de él, se quedó petrificado sin comprender que hacia la mujer en su puerta, detrás de ella entro el hombre al que llamaba padre con el semblante indiferente de cada día.

—Veo que tenías razón Hye Jeong —la mujer sonrió complacida ante su esposo.

—El señor Cha llamo hace media hora. Dijo que Jungkook salió de casa con maleta en mano, el muy tonto pidió un taxi del aeropuerto —se burló en su cara, a pesar de estar enojado no hizo nada solo los miro.

— Me preguntaba porque no escapaste antes — Dong-yul hablo.

—¡Ah! casi lo olvido —Hye Jeong se aferró al brazo se su marido —investigo el paradero de los Park que por cierto ya no son los Park —miro de reojo a su hijo querido.

Saliendo de la parálisis aventó la maleta lejos regresando a la cama donde se sentó, la frustración lo estaba consumiendo y no puedo evitar llorar, pero lo hizo en silencio dándole la espalda a sus padres. Escucho los pasos ligeros de Hye Jeong que salía de la habitación, la puerta fue cerrada avisándole que el seguía ahí.

—Déjame ir por favor —suplicó por primera vez en su vida, la voz se le quebró con lo siguiente que iba a decir —soy tu hijo. Se que no amabas a mi papá, que lo despreciabas casi podría jurar que lo odiabas, pero aun a si tu sangre corre por mis venas al igual que los hijos de esa mujer.

—¡Esa mujer es tu madre! —respondió alterado. Nadie podía hablar mal de su perfecta esposa.

—¡Solo de título! —se giró encarándolo —no me quiere ni yo la quiero, no sabe ser una madre ni si quiera puede recordar el cumpleaños de sus propios hijos.