𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

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Desde que tenía memoria, Jeon Minji siempre había apreciado el ver la vida desde una perspectiva diferente.
No era como cualquier niña que era cegada ante la infancia perfecta, no, a ella se le hizo ver desde a temprana edad que el mundo en el que vivían ella y su hermano era horrible.

Jungkook, su hermano mayor, siempre le había advertido el como era la vida a través de sus ojos, ya que su padre siempre había tenido cierto favoritismo hacia el mayor. Cuando Minji cumplió los 10 años y Jungkook cumplió los 15 años, su padre falleció en un accidente trágico, dejando a ambos hermanos a su suerte.

Por suerte, ambos habían heredado toda la fortuna de su padre, lo que hizo recordar a Jungkook algo, tenían a alguien de confianza en un pueblo llamado Forks, así que rápidamente hizo que el mejor amigo de su padre los mandara directamente, y así fue como ambos mellizos terminaron en aquel lugar.

Minji iba tomada de la mano de su hermano, observando la casa delante de ellos, suspiró levemente, pues aquel lugar le era familiar, pero no lo recordaba; pero el adolescente si lo recordaba, pues si estaba en lo correcto, hubo un tiempo en el que rumores se corrieron en su familia, donde supuestamente decían que Minji realmente no era hija del señor Jeon, si no que era fruto de una infidelidad por parte de su difunta madre.

Por un tiempo, esto fue motivo de grandes discusiones en la familia, y algo de ello era cierto, ya que la niña no portaba con ciertos rasgos del señor Jeon. Así que, Jungkook observó a su hermanita con una pequeña sonrisa, removiendo su cabello con sumo cuidado.

—Minji, estaremos a salvo aquí, ¿si?.— la menor asintió mirándolo.— es un amigo que seguramente nos cuidará, así que debemos de portarnos bien para que no nos corra de su casa.

—Está bien Jungkook hyung.— rió despacio, dejando que su hermano se acercara a la puerta a tocar levemente.

Para su suerte, el adolescente llevaba las pruebas suficientes en su mochila, así que tocó la puerta suavemente, esperando a que el hombre que vivía ahí abriera la puerta.

Cuando la puerta fue abierta, Jungkook pudo observar a un señor de no mucho unos treinta y tantos, alto, y sobre todo tenía rasgos similares a los de su hermanita. El hombre sonrió observando a ambos niños, dejando su postura seria y preguntando.— Oh, hola, ¿necesitan algo?.

Jungkook se acercó un poco a el, y con voz temblorosa, preguntó.— ¿Usted es el señor Charlie Swan?.

El hombre asintió sonriente.— Claro que si, ¿están perdidos? ¿necesitan que llame a sus padres?.

Negó levemente, su hermanita seguía detrás de el, observando la escena.— Un gusto conocerlo, señor Charlie. Tal vez usted no nos conozca, pero nosotros a usted si.— el hombre los miró con confusión notoria. Y sin más rodeos, el adolescente dijo.— somos hijos de Shayla Park, y usted es el padre de mi hermanita.

Y para Charlie, aquella información le cayó como un balde de agua fría.

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Para cuando Minji se durmió, el adolescente y el adulto quedaron en completo silencio, un incómodo silencio, si no hubiera sido por el suspiro del hombre que lo rompió seguirían así durante un largo tiempo.

—¿Cómo sabes lo que sucedió entre Shayla y yo?.— preguntó el adulto masajeando si cien.

El menor abrió su mochila, dejando varios papeles delante de el.— Cuando Minji cumplió los tres años comenzaron los problemas en mi familia.— comenzó a relatar mientras que abría un sobre con lo que parecía una prueba de ADN.— iba llegando de mis clases cuando los escuché a ambos discutir por eso, mi padre le gritaba a Shayla, y en eso salió el tema de Minji.— Charlie quedó en silencio, escuchando atentamente.— el le dijo que sabía que Minji no era su hija, que se notaba en sus facciones, así que mandó a hacer una prueba de ADN, la prueba salió positiva.