𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

1.26

Días antes.

Jungwon se encontraba en la casa de su novio, junto al grupo de amigos de este mismo, todos estaban divirtiéndose y tomando sin control alguno.

Él aún mantenía contacto con su amiga, y mientras estaba hablando con ella, uno de los amigos de Jay dijo:

—Ah, Jungwon.

—¿Qué sucede?.— elevó su mirada, apagando su celular.

—¿Cómo dices que se llama tu amiga?, la chica que está buenisima.

Escuchó las risas de todos los del grupo, y él solo se limitó a sonreír.— Minji, se llama Minji.

El joven relamió su labio, observando a Jay, y de Jay a Jungwon.— ¿Está soltera?.

—No, tiene novio.

—Buh.— hizo una mueca graciosa, llevando su bebida a sus labios.— si no tuviera novio ya la hubiera llevado a mi cama.

—Es que la chica está buenisima, ¿Oh no, Jay?.

El joven automáticamente miró a su novio, quien rió asintiendo, dándole la razón.— No lo voy a negar, pero no es de mi agrado.

Otro chico, que reconoció como el mejor amigo de su pareja, rió escandalosamente, llamando la atención de todos.— No digas idioteces Jonseong, es la chica más deseada después de las tipas Cullen en la escuela.

Él se encogió de hombros, restándole importancia.— Lo siento, no es de mi gusto.

—Claro, y yo soy gay.— comentó con sarcasmo, volviendo a mirar su vaso.— Jungwon, preséntamela, no seas así.

—Lo siento, no puedo.

—Escucha, pasas mucho tiempo con nosotros, intégrala al grupo, y verás que ella y tú serán inseparables.

—La semana que entra es la fiesta de cumpleaños de tu querido noviecito, invítala.

Negó suavemente, evitando su mirada.— A Minnie no le gustan este tipo de fiestas, créeme, si la invito no querrá ir.

El joven más fornido de todos se enderezó, y con una mirada que no supo distinguir, habló.— Convéncela, ruégale que venga a la fiesta, te prometemos que no le sucederá nada, es más, hasta nos haremos sus amigos.

Y aunque Jungwon lo pensó un poco, terminó asintiendo suavemente, ya que la mirada que le dio su novio fue difícil de evadir.— Está bien, trataré de traerla, no prometo nada.

La sonrisa que dio el tipo le asustó, ya que era algo siniestra.— Perfecto, entonces te veremos en la fiesta.

Pero Jay sabía que sus amigos tenían algo planeado, y trató de evitarlo a toda costa, pero al parecer el plan que él conocía no era el que se llevaría a cabo.

Una vez que Jungwon se fue de la casa de su novio, él inmediatamente se dirigió a sus amigos, quienes en ese instante se encontraban inhalando cocaina, uno de ellos fumaba marihuana, y otro simplemente se limitaba a beber.

—¿Qué sucede Jay?.— preguntó el más tranquilo, al notar como los miraba con desaprobación.

—Sea lo que sea que pienses hacer, detente ahora.— la molestia en su rostro era evidente, a lo que todos pararon de hacer lo que hacían para mirarlo.

—¿Por qué?, ¿te da envidia acaso?.— dos de ellos comenzaron a reír, mientras que los otros dos observaban la situación.

Jay negó, para ser sinceros, él se limitaba a acatar las órdenes del grupo, pero estaba cansado.— Esteban, debes de parar con tu estúpido plan.