𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

2.36

—Está falda te quedaría asombrosa.— opinó Alice, mostrándole la prenda con una enorme sonrisa.

—Es una falda muy linda, pero realmente no es muy mi estilo.— fue sincera al decirlo, ya que realmente no era mucho de su agrado.
—Este vestido se te vería muy bien.

Alice tomó la prenda entre sus manos, detallándolo y dándole el visto bueno.— Es muy lindo, realmente diste en el punto.

Sonrió agradecida, mientras seguía buscando algo de su agrado.— Bueno, había visto como sueles vestirte, así que busqué algo que encajara contigo, supongo que es algo que tú sueles usar.

—Y no te equivocas.— asintió ella.— Iré a probármelo.— sonrió para ella y después miró a su pareja.— No tardo.

Cuando Alice desapareció de la vista de su pareja, Jasper pudo detallar un poco más cómo era la hermana de la que tanto les habían traído problemas.

Si bien, solamente la había visto durante algunas ocasiones y de lejos, nunca mantuvo un contacto directo con ella por lo que jamás había estado tan cerca.

Él la miraba con una evidente confusión en el, su sangre no era nada atrayente para él, y tampoco sentía la necesidad de querer abalanzarse sobre ella a cada minuto.

Algo que le estaba provocando cierta curiosidad.

Sus emociones eran tranquilas, no había nada que afectara la forma y en silencio que ambos estaban teniendo en aquel momento.

Y eso lo agradecía.

Aunque fue poco tiempo el que la estuvo mirando, Minji se percató de eso.
—¿Por qué me miras tanto?.— preguntó sin rodeos, aún sin siquiera mirarlo directamente.

Jasper sonrió levemente, negando.— No lo hacía, señorita.

—Claro que lo hacías, no soy ciega.— expresó aún sin mirarlo.— sabes que puedo decirle a Alice, ¿no?.

—Lo sé.— dijo en tono tranquilo.

Miro al vampiro con curiosidad, haciendo por primera vez un pequeño contacto visual.— ¿Entonces por qué lo haces?.— cuestionó elevando una ceja.

El rubio se encogió de hombros, disfrutando las reacciones que ella hacía para interrogarlo.— Curiosidad.

Antes de que ella pudiera responder, Alice se acercó con una enorme sonrisa, con el vestido en su mano.— Es perfecto, tuviste razón.

—Me alegra que te gustara.— admitió sonriente, olvidando la presencia del rubio.

—¿Escogiste algo para ti?.— preguntó.

Negó suavemente, suspirando al ver la ropa.— Muchas de las prendas que están aquí ya las tengo en mi armario, y lo que no está no me agrada, así que así estoy bien.

Alice suspiró desanimada.— Es una pena, realmente me hubiera gustado que escogieras algo para ti.

—No es nada, no siempre obtienes lo que quieres.

Salieron de la tienda, con un par de bolsas más en sus manos (incluyendo algunas prendas más que compró Alice y accesorios para ambas) y charlando animadamente.
Jasper las seguía detrás escuchándolas conversar, siendo sincero, amaba cuando su pareja podía ser ella misma con otra persona que no fuera Rosalie o Esme, incluyendo a Isabella en aquella pequeña lista.