Un día nuevo comenzaba, pero para Minji era uno de los mejores días.
Si bien, adoraba el clima frío que otorgaba Forks, ¿pero un dia soleado? Realmente marcaba la diferencia.
Aunque hubiera sol hacía un poco de frío, se vistió y salió disparada rumbo a la cocina, donde ya estaban Isabella y Charlie desayunando.—Hoy es un lindo día.— y sumando que era viernes, el día era fantástico para ella.
—No todos los días tenemos esta vista.— señaló el hombre hacia la ventana, donde unos rayos de sol entraban por la misma.
—Rara vez hay luz aquí.— aclaró ante la mirada de la castaña.
—Te emocionan mucho los días con sol, ¿no?.
—No tienes una idea.— respondió con emoción mientras tomaba las llaves de su motocicleta.
—¿Motocicleta?.
—Mi bebé tiene que salir a pasear.— respondió sonriente, Charlie solamente negó con diversión.
—Bien chicas, se que tendrán planes para este viernes. Pero realmente las quiero a salvo, así que no quiero que ninguna llegue tarde a casa.
La expresión de la pelinegra cambió radicalmente.— Papá Charlie, te dije que hoy tendría una pijamada con Jungwon.
—¿No sería aquí en casa?.
Ella negó suavemente.— Será en casa de el, en la reserva.
Charlie lo pensó unos minutos, pero asintió levemente.— De acuerdo, estará la mamá de tu amigo, ¿no?.
—Jungwon es homosexual.
—Sigue siendo hombre.
(. . .)
—Minji, el es Park Jooseong.
—Jay para los amigos.— habló en rubio mientras le sonreía.— es un gusto conocerte, Jungwon no deja de hablar de ti.
La chica solo atinó a sonreír, extrañada por la nueva presencia entre ellos.— Lo mismo digo, uhm, ¿a qué se debe que estés con nosotros?.— no quiso sonar grosera, pero estaba un poco confundida ante el chico que estaba con ellos.
—Bueno, Jungwon es mi compañero de clase en baile, me invitó a estar con ustedes hoy.— por la forma en la que su amigo miraba al rubio le daba a entender algo, le gustaba Jay.
—Minnie, ¿te incomoda que el se la pase con nosotros de ahora en adelante?.— y aquella mirada de súplica hizo que negara.
—Para nada, al contrario, bienvenido a nuestro pequeño grupo de dos.
El australiano rió.— Gracias por la bienvenida.
—Bien, Jay, ¿en qué grupo estás?.
—En el B, realmente es agradable.
Hablaron sobre unos temas controversiales, realmente le agradó la compañía del rubio, aunque era algo extraño, pues había escuchado algunas cosas, he incluso logró escuchar secretos sobre su familia.
Ella no lo juzgaba, por que tuvo los mismos problemas en su familia pasada. Jay había encajado perfectamente con ellos, incluso, lo habían invitado a la pijamada de aquel día, pues no quería que se sintiera excluido ahora que estaba en aquel grupo.
Y ahora se encontraban en la casa del adolescente, Jungwon estaba más sonriente que antes, pues le emocionaba que el chico que le gustaba y su mejor amiga se llevasen bien, Minji acomodaba las colchas y cobijas en el suelo, mientras que Jay dejaba comida en la cama del chico, y Jungwon acomodaba el proyector para las películas.
—Deja eso.— reclamó la pelinegra al rubio.
—¿Por qué?.
—No me gusta que toquen ese peluche.— respondió el castaño.
—Se lo di yo, es un símbolo de nuestra fuerte amistad.
El rubio rió levemente mirándolos a ambos.— Está bien, está bien. ¿Qué hacen ustedes para divertirse?.
(. . .)
—Debí quedarme con la duda.— murmuró para si mismo después de ver cómo acomodaban una ouija en el centro de la habitación.
—Tranquilo, es genial poder comunicarse con espíritus.— aseguró Jungwon mirando al otro joven dentro de la habitación.— Además, Minnie presiente las energías buenas de las malas.
—Si es un ente maligno cerraremos el juego a la fuerza.— habló la chica mientras que prendía las velas.
—Si, buen, esto no me gusta.
La chica rió levemente.— Vamos Jay, tu mismo querías estar con nosotros, ahora te aguantas.
—¿No me van a jalar las patas en la noche, verdad?.— preguntó con desconfianza.
—Puede ser.
—Nadie te obliga a jugar, la puerta está ahí.— sonrió de lado, sabía que el no se iría.
Jay pareció pensarlo, por lo que asintió y tomó asiento junto a ellos, formando un triángulo.— De acuerdo, veamos que tan bueno es este juego.
Jungwon apagó todas las luces, y cuando Minji encendió la última vela dieron por comenzado el juego, cada uno fueron colocando su dedo en el lente del juego, presentándose y la razón por la cual estaban jugando.
—Soy Jeon Minji, avisamos a las entidades que esto no lo hacemos con el proposito de hacer enojar a cualquier entidad que se nos presente el día de hoy, agradecemos que nos dejen jugar y agradecemos que se comuniquen con nosotros.— dijo mientras miraba a los tres presentes.— comenzaremos con lo básico.— explicó a Jay.
—¿Hay alguien aquí con nosotros?.— preguntó Jungwon.
Esperaron unos segundos, nada pasó, entonces, Jungwon volvió a repetir la pregunta.— ¿Hay alguna entidad aquí presente?.
Y entonces sucedió, el lente comenzó a moverse por el tablero hasta que llegó a la respuesta, "si".
Jayw miraba todo sorprendido, a lo que la chica rió.— ¿Podrías manifestarte?.
Pasaron unos segundos, hasta que escucharon como la ventana del chico se abría, a lo que todos se quedaron sorprendidos ante ello.— Wow.
—Mi turno.— dijo Jay ya un poco calmado.— ¿Eres bueno o malo?.— el lente se movió hacia las letras correspondientes, formando la palabra "bueno".— eso es genial.
—¿Cuál es tu edad?.— preguntó la joven.
En el tablero se empezaron a marcar los números con el lente, indicando el número "355".
—Okey, alguien viejo. ¿Eres bueno o malo?.
Pero al ver las luces parpadeando y el tablero temblar se asustaron un poco, lo que hizo que los tres se quedasen estáticos en su lugar. La primera en reaccionar fue Minji, quien rápidamente dijo.— ¿Pedimos o nos retiramos?.
—Nos retiramos.— respondió Jungwon, quien estaba un poco tenso.
—Pedimos permiso para retirarnos.
Y el juego aceptó, automáticamente todos quitaron sus manos, mirándose entre si, después rieron con nervios, pues entre ambos mejores amigos jamás habían pasado por algo así.
—Bueno, ¿quién tiene hambre?.

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𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄
FanfictionTodos tenemos secretos, ¿cuáles son los tuyos?. PAUL LAHOTE X OF FEMALE!