𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

0.8

Maratón 1/3.

—¿Tienes un hermano mayor?, creí que Isabella era tu única hermana.

—Bueno, no todos lo saben al parecer.— rió levemente.— se llama Jungkook, el no vive con nosotros ya que está estudiando derecho y bueno, trabaja en la empresa que era de su padre.

—Eso es interesante, ¿debo de preocuparme por el?.

—Para nada, al principio te da miedo por la fachada que tiene, pero después es una masita, así que no hay nada por lo que temer de el.— le restó importancia, tomando un poco de su jugo.

Paul la había llevado a cenar a una cafetería bastante linda que estaba en Port Ángeles, un lugar que apenas acababan de abrir, el ya había querido ir pero no tenía con quien, y al estar con su impronta le parecía genial la idea de llevarla.

—Suena a que es como tú.— rió levemente, dejándola un poco confundida.

—¿Cómo yo?.

El asintió, fijando su mirada en ella.— Cuando te ven, pareces que eres una chica bastante enojona por que tu rostro siempre está serio, pero cuando te conocen, diablos, realmente eres tan agradable y tan linda que es difícil el no fijarse en ti.

Todo aquello salió de el con verdad, pues nunca había tenido un sentimiento como el que tenía en esos momentos por la menor frente a el, aunque el creía que era por el lazo que los unía, pero era todo al contrario.

La joven le dio una sonrisa, tomando su mano y acariciando el dorso de ella, aquello sorprendió a Paul, pues no esperaba aquel acto para nada.— Te describiste más a ti que a mi, Paul.— rió levemente, sacándole una carcajada al hombre delante de ella.— pero tienes razón en algo, y es que cuando entro en confianza suelo hablar mucho y soy muy agradable.

El moreno rodó los ojos con diversión.— no debí decirte nada, solo alimenté tu ego.

—Para nada, yo creo que también eres lindo.

—Eso lo sé preciosa, soy Paul Lahote.

—Arruinaste el momento, idiota.

Y ambos comenzaron a reír, la comida-cena se pasó entre constantes risas y bromas por parte de ambos, a decir verdad, la menor comenzaba a sentirse como lo hacía cuando estaba con sus amigos, aquella calidez de confianza y de cercanía la abrazaba con constante interés, lo que la hacía interesarse por ello.

Cuando ambos llegaron a la residencia Swan, Paul la dejó ahí como prometió, faltaban cinco minutos para que fueran las 7, por lo que Minji estaba realmente divertida por la hora.

—¿Queriendo ganar puntos extra?.

El se encogió de hombros completamente divertido.— Debo ganarme a mi futuro suegro, no quiero quedar mal.

Ella hizo una mueca divertida, negando.— ¿Futuro suegro?, apenas y nos conocemos.

—Vendré a tu casa cada día por las tardes, si hace falta iré por ti a la escuela a la hora de salida, o cada miércoles y sábado saldremos juntos.

—Me gusta que tomes la iniciativa.— pasó un mechón de su cabello por detrás de su oreja, sonrojada.

Paul la miró, aquella mirada delataba sinceridad y un brillo que antes había visto, aquel rayo de esperanza que siempre solía ver en muchos chicos que la invitaban a salir, ahí estaba en el joven moreno delante de ella.

—¿Qué dices, Minji?. ¿Puedo conquistarte a mi manera?.

—Puedes hacerlo, Paul.

Rió acercándose y besó su mejilla dulcemente, en forma de despedida.— Nos vemos mañana, linda.

—Nos vemos mañana, Paul.

Lo vio irse, sonriendo como una completa idiota.
Sabía lo que estaba pasando, y quería un consejo de su padre.

Hasta ese punto notó que la camioneta de Edward se encontraba yéndose de la casa, lo que la extrañó por completo, de repente, escuchó gritos provenientes de la casa, rápidamente se acercó y entró, viendo a su padre discutir con Isabella.

—¿A dónde vas?.— preguntó la menor al observar la maleta de la chica.

—¿No es obvio?, me largo de aquí.— respondió secamente.

—Bella, por favor.— suplicó su padre.

Minji negó levemente.— Bella, no tienes por qué irte.

Y fue cortada antes de terminar aquella frase.— ¿No tengo por qué irme?, yo no pertenezco aquí. No quiero seguir viviendo con ustedes.

Sus palabras la dejaron sin habla, observando como su padre sollozaba levemente, pero antes de hablar Isabella volvió a tomar la palabra.— Creí que podría encajar con ustedes, incluso creí que podríamos ser hermanas, pero me equivoqué, siempre han sido tú y Charlie, por que Bella sobra en esta casa, ¿no?.

—Bella, eso no es...

—¿Verdad?, pero claro que es la verdad, siempre son ustedes dos, siempre me excluyen de todos los malditos planes que hacen, simplemente no soporto vivir contigo, Minji. Tú eres la razón de mis molestias, del por qué casi nunca estoy en casa, tu me arrebataste a mi padre, tú ni siquiera eres, ni serás mi hermana, jamás.— y con eso dicho salió de la casa dando un portazo, dejando a la menor y al hombre en la sala completamente callados.

La menor sintió un golpe en su corazón, aquellas palabras le habían dolido demasiado, sus ojos estaban cristalizados, y sentía unas enormes ganas de llorar, pero se contuvo, por que su padre la necesitaba.

Se giró hacia el, quien tenía la mirada perdida y con lágrimas cayendo de sus ojos, se acercó y lo abrazó, siendo correspondida al instante.

—¿Soy un mal padre?.

Aquella pregunta la agarró de sorpresa, pero ella negó.— No papá, no lo eres.

—¿Entonces por qué mi hija siempre me abandona?.— aquello lo dijo con voz rota, soltando un sollozo que tenía contenido.

—Isabella no sabe lo que dice, para mi tu eres el mejor padre del mundo, y yo estoy completamente agradecida por tenerte en mi vida, papá.

Charlie se separó y la miró, aquel brillo de tristeza en sus ojos la hizo sentirse mal, el solo suspiró y la volvió a abrazar.— Hija, por favor tú no me abandones.

—¿Estás loco acaso, papá?, yo aún quiero ir de pesca contigo, ver los partidos de baseball y de la NFL junto al viejo Billy. Yo aún voy a quedarme aquí contigo, papá.

—Te amo, hija.

—Yo también te amo, papá.

Y aunque aún tenía las palabras grabadas de Isabella en su mente, sabía que eso no era cierto, siempre la incluían en sus planes y ella rechazaba, jamás la dejaban de lado, pero al parecer ella no se sentía querida ahí.

Y le dolía, por que pensó que al fin tendría una amiga con quien compartir todo, pero se equivocó.

VOTA•COMENTA•SIGUEME.