—¿Y qué piensas?.
—¿Perdona?.
—¿Estás bien?.— preguntó un tanto preocupado.
La menor asintió, mientras que mirada sus manos algo temblorosas por el frío tan intenso que se encontraba haciendo en aquel momento.— Si, lo siento, es que estaba pensando unas cosas.
El chico la miró un poco en desconfianza, pero asintió levemente a ella.— Te decía, Jay nos ha invitado a una fiesta que se hará en una casa abandonada en la reserva, es algo así como una bienvenida para ambas preparatorias de la zona.
Minji analizaba sus palabras, actualmente no tenía muchas ganas de ir a ese tipo de lugares, mucho menos a una fiesta, no eran de su agrado, pero realmente ver a su mejor amigo con ilusión de querer asistir a una fiesta así le causaba cierta pena por rechazarlo.
—¿Quieres que vayamos?.
—¿Quieres ir?.— preguntó sorprendido.— Osea si quiero ir, ¿tú quieres ir?.
Se encogió de hombros, mirando el estacionamiento a lo lejos.— No puedo dejarte solo, tu mamá no te dejará ir si no voy yo, y papá no me dejará ir si no vas tú, así que si.
Jungwon asintió felizmente, realmente estaba emocionado por saber cómo sería una fiesta de tal magnitud como a la que irían, y realmente le daba bastante curiosidad aquella bienvenida.
—Será dentro de una semana, yo iré por ti y realmente será divertido.
—Eso espero, Wonnie.
El rugir de un motor llamó su atención, volteó a mirar en aquella dirección, Paul la estaba esperando recargado en su motocicleta pacientemente, él sabía que su novia tardaría un poco, y realmente no le molestaba esperarla.
Miró a su amigo, y él se encogió de hombros.— Tranquila, Jay no tardará en venir conmigo.
—Nos vemos mañana, salúdame a tu mamá y dile que después iré a su casa nuevamente.
—Ella te quiere más que a mí y lo sabes.— ambos rieron por el comentario dicho por el, así que después de eso con un simple abrazo se despidieron y cada uno fue por un camino distinto.
Su segundo año de preparatoria comenzó de una buena manera, todo había ido genial y eso le reconfortaba de cierta manera.
El moreno se acercó a su novia, envolviéndola en un abrazo cariñoso.— Hola nena.
Ella sonrió levemente, aspirando la colonia que él se había puesto.— Hola, mi chico.
Sintió vibrar el pecho del contrario por la risa que le causó, se separó un poco y le beso su mejilla de manera suave.— ¿Lista para hoy?.
—Listísima, aunque debemos pasar a la estación por unas cosas que papá va a darme, ¿tienes problema con ello?.
Negó lentamente, tomando la mochila de la contraria para guardarla en el compartimiento de la moto.— Para nada, será bueno ir y saludar a mi suegro, por cierto, Emily quiere que pasen tiempo juntas, dice que está emocionada con que seas la segunda en la manada.
Subió a la moto, aferrándose al moreno para evitar caerse, y una vez que arrancó rumbo a la estación pudo relajarse, ya que estaba algo tensa por muchas cosas.
—Aún no me acostumbro a ese término.
Y era verdad, desde que le habían explicado todo lo que implicaba estar con la manada, el tema de las improntas y después que ella debía de estar yendo a casa de Sam y Emily regularmente para convivir como una familia, era algo que le estaba costando.
Bueno, es que de un día a otro todo le cayó como balde de agua fría, trayéndola a una realidad que ella no deseaba saber, si, ella sí creía fielmente a que los vampiros y hombres lobo existían, incluyendo a eso las demás criaturas sobrenaturales, pero enterarte que durante un año entero estuviste conviviendo con ellos ya era llegar al siguiente nivel.
Llegaron en un abrir y cerrar de ojos a la estación, Minji bajó cuidadosamente, devolviéndole el casco con una pequeña sonrisa al moreno.
—No tardaré, lo prometo.— besó la comisura de sus labios rápidamente, tomándolo por sorpresa.
—¿Quieres que vaya contigo?.— preguntó acariciando su cabello suavemente.
Negó suavemente.— Tranquilo, no me pasará nada.
Y con eso se dirigió a la entrada, donde abrió la puerta e ingresó al lugar, buscando con la mirada el espacio que le correspondía a su padre como sheriff del pueblo.
Cuando lo encontró se acercó a él, llamando la atención de algunos en el lugar.— Papá.
El hombre elevó la mirada, sonriendo enormemente al verla.— Minji, ¿cómo te fue en la escuela?.
Ambos se abrazaron, y ella habló sin separarse.— Bien, el maestro de Física es un tanto aburrido, pero lo bueno es que no me fue mal.
—Me alegra oír eso mi niña. ¿A qué has venido?.
Ella le miró con una ceja alzada, divertida por qué al parecer se le había olvidado que él la citó.
—Oh, cierto.— la cara que él hizo fue divertida.— perdóname hija, no lo recordaba, tengo algo para ti.
Tomó una pequeña caja que tenía guardada en su cajón con sumo cuidado, ya que parecía algo desaliñada, ella con evidente curiosidad la tomó en sus manos, sintiendo el material de la misma.— ¿Qué es esto?.
—Era de tu madre, la encontré entre mis cosas.— explicó de manera sutil, mirando a la menor.— creí que deberías de tenerlo, ya sabes, es algo de chicas que yo realmente no sabría usar.
La menor sonrió, guardándolo en su bolsillo, asegurándose que no se maltratará la caja.— Gracias papá, miraré que es más tarde.
Asintió suavemente, besando su frente con cariño.— Hoy llegaré temprano a casa, así que pensé en pasar por un postre para los tres, algo así como para compartir.
—Entendí el punto.— aunque él no se dio a entender del todo, ella sí logró entenderle.— nos veremos más tarde, cualquier cosa llámame.
—Te quiero hija.
—Y yo a ti, papá.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄
FanfictionTodos tenemos secretos, ¿cuáles son los tuyos?. PAUL LAHOTE X OF FEMALE!