𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

0.9

Maratón 2/3.

Abrió la puerta de su casa, observando a su mejor amigo con una canasta repleta de dulces, helado empaquetado, un pastel y un ramo de flores en su otra mano, sonriendo, hizo un pequeño puchero en su dirección.

—Wonnie.

—Mi mejor amiga me llamó diciendo que se sentía mal, y casualmente yo pasé a una tienda a comprar unas cosas.— rió mientras que le daba el ramo de flores.— el pastel lo hizo mi mamá para ti y tu papá.

Sonrió levemente, tomando el pastel y haciéndose a un lado para dejarlo pasar. El chico de cabellos castaños subió hacia la habitación de la menor con la canasta en las manos, mirando todo atentamente.

—Gracias, Wonnie.— dijo mientras que dejaba las flores en el florero de su habitación.

—La amistad no se agradece, Minnie. Ahora, sé que no quieres hablar de los sucesos del día de ayer, así que traje tu saga de películas favoritas de Harry Potter para estar aquí nueve horas en tu casa, de nada.

Rió levemente, tomando dos cucharas que guardaba siempre en sus cajones y le extendió una.— Pues espero que ese maratón valga la pena.

—Creeme que no vas a arrepentirte.

La tarde se pasó con rapidez, ambos menores miraban las películas con interés y reían en todo lo que les parecía gracioso.

Habían pasado exactamente seis horas y apenas iban por la sexta película, cuando al menor le entró una llamada, rápidamente se puso de pie y suspiró.

—Es Jay.

—Podemos descansar, responde.— animó levemente mientras que reía.

El asintió y murmuró un "volveré pronto" antes de salir de la habitación.

Justo cuando el joven salió de la habitación recibió un mensaje de Paul, el cuál sonrió al recibirlo.

"¿Cómo se encuentra la niña más linda?." 6:30 p.m.

"Espero que ya hayas comido algo, de lo contrario me veo en la obligación de llevarte algo de comer". 6:30 p.m.

"lamentablemente el día de hoy no podré ir a tu casa, Sam aceptó un trabajo de último momento y es muy tardado lo que debemos hacer, de hecho te estoy escribiendo en mi horario de comida, por lo que me quedan aproximadamente cinco minutos si es que menos". 6:31 p.m.

Rodó los ojos y respondió a cada mensaje que el envió, una vez que apagó el celular no pasaron ni dos minutos cuando el ya había respondido.

"Me alegra que al menos sea comida, no me gustaría que tuvieras el estómago vacío". 6:34 p.m.

"Bueno preciosa, recuerda que tendremos una llamada nocturna, aunque creo que no es buena idea considerando que mañana tenemos escuela, pero da igual". 6:34 p.m.

"Dejaré el celular ya, Sam me ve muy feo. En fin, te llamaré más tarde". 6:34 p.m.

Respondió esos últimos mensajes y justo entró su mejor amigo, quien tenía una cara difícil de descifrar en aquel momento.

—¿Pasa algo, Wonnie?.

—Jay dijo que quería que fuera a una fiesta con el y sus amigos.— suspiró mientras que se dejaba caer en la cama.

Ella le miró confundida.— ¿Una fiesta?.

—Y me dijo que podía invitarte, son fiestas que hacen los de grados más grandes a nosotros por fin de año en casa de algunos de ellos.— explicó cortamente, tomando una galleta y mordiéndola.

—No creo que mi papá me deje ir, y no es como que tenga muchas ganas de ir tampoco.

—Entonces yo tampoco voy.

—¿por qué?.

—Por que tu y yo somos uno mismo, si tú no vas entonces tampoco yo.

La menor negó levemente.— No tienes que detenerte por mi, si tú quieres ir ve, por mi está bien.

—Nah, me aburriría sin ti.

Rió cuando el comenzó a hacer caras cuando comió un dulce sin fijarse que era ácido.— Wonnie, en la etiqueta lo dice.

—Deben de ponerlo en letra grande entonces.— negó tomando agua, suspirando levemente.— bueno, dejando de lado el tema mío, comenzaremos contigo.

—¿Yo?.

—Si boba.— tomó las mascarillas que traía consigo y comenzó a abrir una, colocándosela a si mismo.— mientras tenemos nuestra tarde de mascarillas tú me contarás como te fue en tu cita, quiero saber cada detalle.

—No vas a rendirte, ¿cierto?.

—Efectivamente, me conoces de maravilla. Ahora ponte la mascarilla o me voy a enojar contigo.

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