𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄

0.11

Tres semanas después.

Miró el reloj con pesadez, llevaba más de media hora esperando a que Jungwon se dignara en contestar su llamada, para poder comentarle el como le había ido aquel día, como iban sus vacaciones o cualquier cosa.

Pero lo único que recibió fue un mensaje de su padre diciéndole "Buenos días", sabiendo que en Forks estaba por dar la madrugada.

—Minnie, arregla tu bolsa, vamos a salir.— habló su hermano desde la puerta de su habitación.

—Ya voy, ya voy.— respondió soltando un leve suspiro.

Como era de esperarse, en Corea era bastante común vestir a la moda, sobre todo marcas muy conocidas de aquel entonces. La menor observó por última vez lo que llevaba puesto, dándose un visto bueno y salió de la habitación, siendo recibida por la mascota de su hermano, Bam.

—¿Jungkook?.— preguntó al mirar la sala completamente vacía.

—Afuera, vámonos o se hará tarde.

—¿Se ve bonito mi vestido?.

—Se vería más bonito si te apresuras a salir.

—Odioso.

Lo olvidaba mencionar, el ahora adulto Jungkook había cambiado bastante conforme pasaron los años, ya no había rastro del pequeño niño asustado que llegó con Charlie Swan, ahora, la viva imagen de un hombre bastante musculoso, lleno de tatuajes y con perforaciones notorias dio a lugar a ello.

El pelinegro rió, caminando detrás de ella.— Minnie, es enserio, por mucho que me gusta que me recuerdes cuanto me odias, recuerda que tenemos que ir a una reunión importante.

—¿Y qué se supone que haré yo ahí?.

Ambos ingresaron al auto, siendo el joven quien conduciría, pronto comenzaron su camino, observando los minutos en el reloj.

—Es importante para mi que estés ahí.— suspiró mirándola de reojo.— eres mi hermanita, y esto es algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo.

—Bueno, debes aprovecharme, llevo aquí apenas dos días de toda la semana en la que estaré contigo.

—Cuando te comenté la idea de venir a Seúl conmigo creí que rechazarías.

Ella negó, elevando levemente la mirada de su celular.— Quedan dos semanas para iniciar el nuevo año escolar, quería algo emocionante que contar para cuando volviera, así que por eso acepté.

—¿No aceptaste por que me extrañaste?.

—Un poco tal vez.

—Me dueles, Minji Swan.— fingió indignación.

—Manten tu vista delante del carril, tonto.

Ambos rieron, por primera vez en tres años, Jungkook se podía dar el lujo de tener una conversación normal con su hermana, sin tener que pasar días y días en los que ambos pudieran contestarse, eso para el era algo que realmente le daba mucha comodidad.

Observó el camino, las calles de Seúl estaban tranquilas aquel día, aunque claro, aún era demasiado temprano para el tráfico normal de Gangnam.

Observó a la menor, quien veía el celular suspirando, así que discretamente frenó un poco rápido, sacándole un susto.— ¡Jungkook!.

El rió, sacudiendo su cabello levemente.— Hermanita, por mucho que me guste verte enamorada, creo que lo ideal es que por un momento dejes el celular y me prestes atención.

Minji asintió levemente, apagando su celular.— Lo siento, estaba hablando con Jungwon.

—Ese me cae bien.

—¿Y Paul?.

—Ese no tanto.— ambos rieron.— escucha, el es como de mi edad, para mi es raro que mi hermanita de dieciséis salga con alguien de mi edad.

—¿Te molesta la diferencia de edad?.

Negó levemente.— Nah, eso dejaselo a Charlie. Lo que digo es, yo sé cosas, como son los de mi edad, lo que no quiero es que el te rompa el corazón o juegue contigo, ¿me explico?.

Asintió levemente, observando sus manos, sinceramente ella no lo había pensado de esa manera, y es que era curioso, puesto que aún no eran siquiera pareja, solo habían tenido un par de citas y ya hasta ahí había quedado, pero sinceramente no quería que el jugase con sus sentimientos.— Te entiendo, pero confío en Paul, tal vez sea diferente.

—Te entiendo, el primer amor siempre suele ser el que más te trauma, pero confiáremos en que el no lo hará.— observó su reloj, suspirando aliviado.— bien, aún nos quedan 15 minutos para llegar, estamos a buen tiempo.

La menor observó las calles, claramente sabía coreano, pero no lo había practicado tanto.— Todos hablan coreano, ¿cierto?.

—Es obvio, muchos hablarán inglés, pero creo que por comodidad preferirán el coreano.

Miró el camino, confundida por completo.— Oye, creo que te confundiste, la empresa está del otro lado.

El asintió con una sonrisita cómplice.— La reunión es a las 3.

—¿Y a dónde vamos?.

—Te presentaré a alguien especial para mi, menos preguntas y disfruta el viaje.