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—De acuerdo, nos vemos después.— terminó la llamada y suspiró levemente, Charlie la observaba desde la puerta de su habitación.

—¿Era Jungkook?.— preguntó suavemente, a lo que la adolescente asintió sin ánimos.

—Se supone que vendría en estos días, pero dijo que la universidad lo tenía bastante ocupado, y que la empresa lo está consumiendo poco a poco.— una de las grandes desventajas que tenían respecto al más grande de los Jeon era esa, el simple hecho de que el se la pasaba metido todo el día en una computadora sin descanso.

—Está bien hija, siempre puede venir a visitarnos hasta navidad.— sonrió a medias el hombre, tratando de hacerla sentir mejor.

—Supongo que si.— habló desanimada.

Charlie se acercó a ella y tomó su hombro suavemente.— Hace mucho que no salimos, ¿te gustaría ir de pesca conmigo y con Harry Clearwater?, estuvimos hablando y llevará a algunos chicos de la reserva con nosotros, así que creo que es una buena idea para comenzar a hacer más amigos.

—Está bien, solamente por que adoro ir a pescar.

—Genial, le diré a Bella.

Ante la mención de la castaña la menor se quedó callada, si bien, comenzaban a llevar una nueva relación de medias hermanas, pero desde que se había empezado a juntar con los Cullen todo cambió, se volvió más distante de ella, priorizaba a otras personas que no eran su familia y eso le dolia.

Creía tener esa confianza con ella así como la tenía con Jungkook, pero al parecer se equivocó.

—¿Llevas las cañas de pescar?.

—Si.

—¿Carnada?.

—Si.

—¿Sillas?.

—Llevo todo pequeña, tranquila.— Charlie rió mientras acomodaban las cosas en la camioneta de la menor.— Minji, sube al auto, es hora de irnos.

Asintió entusiasmada, ese día dejaría que su padre condujera, pues adoraba ser su copitolo, unas horas antes Harry canceló la salida, por lo que solamente serían ellos dos.

—Bien papá, ¿a qué lugar iremos a pescar?.— preguntó con obvia ilusión en sus orbes cafés.

—Donde siempre, en este tiempo es cuando el salmón sale y está en perfecta maduración para pescar.

—Después se lo llevaremos a Sue para que lo haga ahumado, ¿cierto?.— El adulto sonrió y la miró de reojo.

—Tu y yo somos bastante parecidos, hija.

—Solamente cuando es la hora de comer.— ambos soltaron una gran carcajada, sin duda alguna disfrutaban la presencia del otro.

(. . .)

—Esto es nuevo para mi, uhm, ¿cuándo dijiste que irías a su casa?.

—Hoy por la tarde, espero no te importe.

Minji observaba en silencio la escena, contemplaba como Isabella pedía permiso para visitar la casa de su ahora oficial novio, Edward Cullen. Si bien no lo necesitaba, pero realmente se veían graciosos enfrentando aquellas situaciones.

—Pues, supongo que está bien.

—Cool, entonces nos veremos más tarde.

La menor escuchó el timbre ser tocado, por lo que cero chismosa se puso de pie y caminó hasta quedar al lado de su padre, donde vieron a la más grande subir al auto de su novio.

𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ¦ 𝐏𝐀𝐔𝐋 𝐋𝐀𝐇𝐎𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora