CAPÍTULO 47 CHAPUZÓN

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Taehyung, con una copa de vino en la mano, caminaba entre los invitados, saludando a cada uno con esa sonrisa encantadora. Todo en la fiesta irradiaba alegría, y él, vestido impecablemente, era la imagen de un hombre completamente feliz. Mientras conversaba con algunos amigos de la familia, escuchó risas a lo lejos, pero había una voz en particular que sobresalía del resto.

De repente, esa voz se hizo más clara, más fuerte, y su corazón dio un vuelco cuando entendió lo que estaba escuchando.

—¡Papá Tae!— escuchó decir.

Taehyung quedó congelado en su lugar. La copa de vino se tambaleó ligeramente en su mano mientras sus ojos se agrandaban. ¿Había escuchado bien?

—¿Me acaba de llamar…? — murmuró para sí mismo, aún atónito, mientras veía cómo Nastya corría hacia él con sus pequeños brazos abiertos.

Nastya llegó a sus pies, abrazándolo con todas sus fuerzas. Taehyung se agachó inmediatamente para abrazarla de vuelta, sintiendo cómo una oleada de emoción lo invadía.

Tae aún desconcertado, miraba a su alrededor y luego a ella.

—¿Acabo de escuchar lo que creo que escuché? ¿Puedes decirlo otra vez? Creo que necesito estar seguro de lo que oí.

Nastya lo miró con esos ojos grandes y brillantes, un poco avergonzada. Se detuvo frente a él, respirando un poco agitada por haber corrido.

—¿Puedo… llamarlo Papá, Tae? ¿Le gustaría?

Taehyung sintió un nudo formarse en su garganta, la emoción era tan fuerte que apenas pudo hablar. No discutió ni por un segundo, porque la respuesta estaba clara desde el primer instante.

—Por favor… por favor, vuelve a decirlo.

Nastya sonrió y, sin titubear, lo dijo una vez más con una voz más segura.

—Papá Tae.

Jungkook oficialmente dejó de ser... Papá Soltero.

Taehyung soltó la copa de vino en una mesa cercana, sus manos temblaban de la emoción, y sin perder un segundo, la abrazó con fuerza. Las lágrimas luchaban por salir, pero su sonrisa lo decía todo. La rodeó con sus brazos, estrechándola como si nunca quisiera soltarla.

—Eres la niña más increíble del mundo, ¿sabes eso? Por supuesto que puedes llamarme Papá. Siempre, siempre puedes llamarme así.

Nastya rió y le devolvió el abrazo con todas sus fuerzas.

—¡Gracias, Papá Tae!

...




Taehyung, con una enorme sonrisa aún en el rostro después del conmovedor momento con Nastya, miraba alrededor del lugar buscando a Jungkook. Entre la multitud de invitados, lo encontró en una mesa, distraído comiendo bocadillos. Sin pensarlo dos veces, Tae salió corriendo hacia él.

—¡Kookie!

Jungkook apenas levantó la mirada cuando Tae llegó a su lado y lo tomó por sorpresa, girándolo rápidamente para darle un beso en la mejilla. Fue un gesto rápido, y lo suficiente para dejar a Jungkook un poco confundido.

—Sí, sí, yo también estoy feliz por nuestra boda— dijo con la boca llena.

Tae, sin soltarlo, lo miró con esos ojos que brillaban con una felicidad imposible de ocultar.

—Nastya... ella me llamó "Papá".— dijo emocionado.

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par, el bocadillo en su mano se quedó a medio camino de su boca. La sorpresa en su rostro se transformó en una emoción profunda al comprender lo que significaba para Taehyung.

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