Papá Soltero

CAPÍTULO 46 🐘

—¿Está demasiado apretada? Siento que no puedo respirar. ¿Qué tal si me desmayo justo cuando esté diciendo los votos? ¿Eso puede pasar, verdad? La gente se desmaya todo el tiempo en bodas...

Hoy era la tan esperada boda, y Jungkook no estaba muy tranquilo que digamos. Ahora, se encontraba en una habitación separada de Taehyung, antes de salir a la ceremonia. Faltaba poco tiempo para salir y encontrarse, más sin embargo Jeon no estaba pasando un buen momento.

El traje que portaba Jungkook era un conjunto con una chaqueta de esmoquin negro con solapas de seda y botones de plata, camisa blanca de seda con cuello francés y detalles de encaje, pantalones negros con una franja estrecha de seda gris y unos zapatos de cuero negro con detalles de plata.

—Hijo, nadie se desmaya por una corbata— habló el señor Minho— Se desmayan por cosas importantes, como... no sé, el estrés de ser padre. O cuando tu madre me hace probar uno de sus "nuevos" guisos.

—¡Oye! Mis guisos son exquisitos. Y tú, Jungkook, deja de ponerte paranoico.— respondió la señora Goeun.

Nastya no paraba de reirse mientras ajustaba la flor en el ojal de su padre.

—Papá, si se desmaya, ¡me aseguraré de que alguien te grabe! Eso será un video viral, lo sé.

—¡No ayudes, Nastya! Este es el peor día para viralizarme. ¡No quiero salir en ninguna red social!

La señora Goeun tambien ayudaba a Jungkook ajustando el pañuelo de su bolsillo.

—Lo que necesitas es respirar. No puedes arruinarte el peinado, te tomó horas arreglártelo, y eso lo sé porque... ¡yo también tuve que aguantarme las quejas todo el tiempo!

—¡¿Y si Tae cambia de opinión?! ¡Tal vez alguien le dijo algo y ahora él está reconsiderando todo!— dijo el pelinegro colapsando en una silla.

—Papá, Tae no es tonto. ¿En serio piensa que alguien podría convencerlo de no casarse con usted? O sea, mire su cara.

—¿Mi cara? ¿Eso es bueno o malo?— preguntó frunciendo el ceño.

El señor Minho con un suspiro exagerado le contestó tranquilamente.

—Tu cara es... bueno, es decente. Lo suficiente para que Tae te quiera, creo. Pero honestamente, nadie va a cambiar de opinión a estas alturas. Excepto tú, que sigues dudando de todo como si fueras un adolescente enamorado.

—¿Decente? ¡¿Solo decente?! ¡Voy a arruinarlo todo!— dijo mirando a todos con pánico.

Su madre, con una sonrisa tranquila, se acercó a Jungkook y le acarició la mejilla.

—Jungkook, cariño. No te preocupes por tu cara. Preocúpate por no vomitar sobre Tae cuando te acerques al altar.— bromeó.

Nastya tapándose la boca para no reírse— Papá, ¿en serio? Si vomita en Tae, esa sí sería la boda del siglo. Y sería viral por años. ¡Las visitas no pararían nunca!

—¡Nastya, estás empeorando las cosas! Necesito un plan... un plan de emergencia. ¿Alguien tiene una bolsa de papel para hiperventilar?

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Taehyung estaba frente al espejo, con el corazón acelerado, sintiendo el peso de la inminente boda y del cambio profundo que representaba en su vida. Pero no era un miedo abrumador, sino una mezcla de nervios y emoción. Cada vez que pensaba en Jungkook y Nastya, un calor reconfortante recorría su cuerpo. Se iba a casar con el hombre que amaba, y con ello, se uniría oficialmente a la pequeña familia que había aprendido a adorar. Pero también sabía que asumiría la responsabilidad de ser una figura paterna para Nastya, lo cual le provocaba un cosquilleo en el estómago, mezclado con una leve preocupación.