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«Adulterio».

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   Una mujer gritaba de dolor cuando quemaba sus partes íntimas, era una prostituta que solo trabajaba para subsistir para ella y su pequeña hija. No entendía porque le hacían eso, era su única forma de poder sobrevivir, estaba en el umbral de la pobreza, ahora venía el y la castigaba.

── Zorra adúltera, a ti te encanta acostarte con muchos hombres.

── Cállate  ── lágrimas de sufrimiento cayeron en sus mejillas  ──. Maldición, lo hago por mi hija, por mi pequeña Handan, intentamos sobrevivir a todo esto, pero tú me castigas con esto, ¿Porque?  ── grita.

── Una maldita prostituta debe ser castigada a no poder más, porque eres una maldita zorra  ── el hombre le dio una cachetada y ella le escupió  ──. Zorra insolente.

Adalet solo lloraba del dolor, no podía permitir esto, le dolía demasiado, multiraron sus genitales y eso dolía, ahora no sabía cómo iba a poder trabajar, para sostenerse a ella y a Handan.

── Ahora vámonos, dejemos a esta zorra sufrir  ── ordena Lufti Paşa, quién había provocado todo esto, habia castigado a esa pobre prostituta quién trabajaba solo para mantenerse.

«Ojala Allah te castigue a no poder más, por hacer esto Lufti Paşa, ojalá esto se cumpla. Amén», la joven se arrastró donde estaba su hija Handan dormida, a pesar de comer poco, ella no comía para que su hija comiera.

── Mamá está bien, no pasó nada ── su hija estaba inconsiente y poco a poco despertaba  ──. Me duele todo esto, me duele todo  ── le ardía el cuerpo a no poder mas.

En eso, una mujer entro y no sabía quien era, se acercó poco a poco, Adalet se asustó abrazando fuertemente a Handan

── No te preocupes, haré que te sientas mejor, yo castigaré a ese tipo... ── asegura la mujer con corazón noble y humilde, quién pronunció unas palabras en otro idioma desconocido y Adalet se sintió mejor, su entrada estaba quemada  ──. Ahora, si puedes tener hijos pero ten cuidado, porque dañaron tu útero debido a la mutilación, pero podrás estar bien.

── Gracias, gracias  ── beso la manta de la mujer  ──. Eres demasiado humilde, que te protejan

── Que así sea  ── la mujer sonrió levemente viendo cómo la mujer desaparecía, creía que había sido un milagro de Allah para curarla.

•••

── Ten cuidado, vamos, vamos  ── Hürrem tomo en brazos a Emine mientras iba a la mezquita de Santa Sofía a rezar.

Maheniever, Olcay, Nurbanu y Shibab iban acompañadas, se sabían algunos rezos del Corán pero no eran musulmanas del todo.

── Emine  ── llamó Suleiman a su sobrina  ──. Ven, tu rezas a mi lado  ── pidió

Águila del Imperio| El Sultán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora