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Demonios disfrazados de ángeles

Cihan miraba muy borroso, no entendía el porque

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Cihan miraba muy borroso, no entendía el porque. Su cabello estaba hecho un desastre y su corona estaba de medio lado, no veia bien.

Estaba golpeada a no poder más, fue a enfrentarse cara a cara a Emine, pensando que ganaría, pero acabo perdiendo en contra de aquella pelirroja, quien era más fuerte y mucho más alta.

  ── ¡Hanımsultan!  ── Defne la agarró bruscamente  ──. ¿Que le paso?  ── la llevo en sus aposentos.

── Ella...esa insolente zorra.

── ¿Que zorra insolente?  ── Defne pregunto, dándose cuenta de que Emine la habia golpeado  ──. ¿La Sultana Emine le golpeó?  ── pregunta.

── Si, esa perra. Iba a ganar...pero ella es muy fuerte y mucho mas alta  ── balbuceo Cihan mientras le curaba sus heridas  ──. Esa zorra, me vengaré.

── No, es mejor que no lo haga, podia salir aun mas lastimada  ── asegura Defne, sabiendo que eso seria demasiado peligroso enfrentarse a una verdadera kirium como lo era Emine.

En otro lado...

─ ¿Golpeaste a Huricihan?

── Así es, ya me andaba buscando problemas y eso, le di la cucharada de su propia medicina  ── menciona Emine mientras curaba sus raspones.

── Tu eres loca Emine, por el amor a Yahve.

── Es mi pasión ser una loca Shibab, lo amo con locura  ── afirma la pelirroja riendo terminando de curar sus heridas.

── Sádica.

── Lo soy  ── recogió su cabello en una cola de caballo  ──. Prefiero matarla que soportarla, aunque en estos momentos no puedo  ── miró de reojo.

── Loca

Fue lo que le dijo Mahtab y ambas rieron, Cihan Hanımsultan era el nuevo blanco de Emine. Y así mismo, Nazenin estaba muerta de miedo debido a lo que le pasó, no sabia quien le habia tomado sangre de ella de nuevo, pero en realidad había sido Aysel.

Aquella inocente y dulce danesa, era una kirium que tomó de su sangre en la ultima noche de luna roja en diciembre de 1555, asi mismo se alimento del no nato ya que Nazenin no sabia que estaba embarazada.

── Tía Emine  ── en eso llegó Hümaşah Sultán con una sonrisa, había llegado de sus clases.

── Mi niña preciosa, joya mía  ── abrazo a su sobrina de 14, casi 15 años  ──. ¿Como te fue en tus clases?

── Muy bien, el abuelo Suleiman me ha metido en clases de equitación y esgrima  ── Hüma, como era apodada le miro  ──. Quiero que practiquemos un poco con espada  ── le enseño su espada que le dio su abuelo.

Águila del Imperio| El Sultán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora