Mientras esperaba que la noche se apoderara del cielo y que la oscuridad le brindara lo necesario para ocultarse entre las sombras, Adrien decidió que era tiempo de ser AstroCat y permitirse la sensación de libertad que durante tanto tiempo se había privado al negarse a ser ChatNoir. Una vez que la oscuridad llegó por completo y que la mayoría de las personas se retiraron de las calles, descendió a los tejados, entregándose a la emoción de correr entre las alturas disfrutando de la brisa nocturna que acariciaba su rostro y jugaba con su cabello, haciéndolo sentir emocionado y disfrutando cada salto como si estuviera redescubriendo su propio poder después de años sin usarlo.
Después de correr más de lo necesario se detuvo frente a un imponente edificio de cristal que reflejaba las luces de la ciudad. Y nuevamente observó su traje analizando cada cambio que había tenido desde la última vez que se transformó. Ahora tenía finas líneas verdes realzaban los detalles de su pecho, las botas se volvieron más ligeras y la parte interior de sus brazos se tornaron de un tono gris, sin embargo, el cambio más llamativo fue que su característico cascabel ya no adornaba el final de su cierre, dando a entender que ahora estaba en una etapa más sigilosa y que era más libre que antes. Antes de entrar al edificio, ChatNoir sacudió su cabello y se convenció de que esto era necesario.
Una vez dentro recorrió algunos pasillos en busca de la persona que esperaba que lo ayudara hasta que entró a su campo visual una chica que observaba una escultura, indecisa sobre si debía colocarla en la colección griega o romana.
—Esta está demasiado desnuda para ser romana ¿no crees? —comentó ChatNoir feliz de ver a Alix, obviando el hecho de que la escultura era Hades y no Pluton.
—Tienes razón. —La joven, aún de espaldas, pero con una sonrisa cómplice, aceptó la sugerencia mientras colocaba la etiqueta de "griega" a la escultura. —Esos músculos solo podrían ser de un griego. —Cuando finalmente giró para ver a quien le había hablado se sorprendió al no encontrarse con Adrien, pues podía jurar que era voz la que había escuchado. — ¿Quién eres? —preguntó la joven con cautela y tomando una posición de defensa.
—¿Así es como recibe al héroe de París después de tanto? —respondió ChatNoir con tono amigable.
Eso la tomó por sorpresa ya que la joven notó diferencias en la apariencia de ChatNoir, pues además de que su traje era distinto, su cabello ahora lucía más corto en los lados y despeinado hacia atrás con algunos mechones sueltos de manera delicada.
—Llámame desconfiada, pero no te pareces a él. — Dijo relajando su postura, pero manteniendo sus dudas. —Como sé que eres un héroe y no solo un loco vestido de gato. Necesitaré más que un maullido para saber que eres tú realmente.
A Chat no le molestó que dudara, pues incluso él se había sorprendido con el cambio así que pensó en cómo probarle que era el auténtico sin arriesgar su identidad.
— Dame algo que ya no vayas a necesitar nunca.
Alix le pasó un bolígrafo con el que había estado haciendo sus anotaciones momentos antes de que la interrumpieran. Aceptando, ChatNoir tomó el bolígrafo.
—Cataclismo—. Tan pronto como terminó de decirlo, el bolígrafo se pulverizó. —¿Ahora me crees? — Dijo mientras sacudía los restos de su mano.
— Tal vez fue un truco. Si de verdad eres ChatNoir, deberías poder usar tu poder más de una vez ahora que eres adulto —Preguntó un poco más confiada, pero queriendo ver si a esa edad ya tendría poder ilimitado.
ChatNoir no sabía cómo reaccionar a su pedido, porque en su emoción por volar y sentir la libertad nuevamente no se había preocupado en saber si ya podía usar su poder repetidamente sin tener que transformarse. Así que con algo de duda volvió a invocar su poder manteniéndolo en su mano esta vez mientras observaba con genuina emoción que ahora podía emplear su poder sin necesidad de retransformarse antes.
— ¿Ahora me crees? — repitió con emoción al destruir un par de papeles en un cubo de basura cercano, para después hacer lo mismo con el cubo y demás cosas que él consideró innecesarias.
— Sí, creo que has demostrado tu punto, eres el verdadero ChatNoir. —Dijo después de notar la autenticidad en la emoción de ChatNoir, convenciéndose de que estaba frente al verdadero héroe de París. —Pero por favor detente antes de destruir todo el museo —le pidió Alix mientras se acercaba para abrazarlo. —¿Por qué has venido? No es que me moleste, solo estoy sorprendida.
—Bueno. —Dijo Chat dudando cómo explicarle a Alix. —Digamos que ChatNoir se metió en un problemita. — Intentó mantener la mirada en la chica frente a él, pero se terminó desviando hacia la escultura de Hades.
—¿Qué? ¿Tu suegra se llevó a tu chica? —Preguntó algo burlona, pero al ver que ChatNoir no se rio con ella temió estar en lo cierto. — ¿No te robaste a nadie verdad?
—No, pero se robaron a mi chica, bueno ella dejó que la robaran, pero no sé cómo así que necesito tu ayuda para saberlo. Ella se alejó por mi culpa, pero ni siquiera sé cómo pasó. —Dijo abrazando un poco más a Alix.
—No sé cómo esperas que yo te ayude, pero tal vez si hablamos afuera y hacemos algo más que estar aquí destruyendo lapiceros y papeles te ayude a sentirte mejor. — Dijo separándose de ChatNoir antes de apagar las luces y cerrar algunas puertas. ¬—Entonces, ¿qué te parece si salimos de aquí? —sugirió mientras jalaba al héroe al exterior. —Podemos ir a tomar algo y hablar con calma.
Ambos se dirigieron hacia la salida del museo y se detuvieron en un callejón cerca de una cafetería. Allí, Chat esperó a Alix mientras compraba cafés y bocadillos, luego la sujetó para dirigirse a la cima del Arco del Triunfo.
—Espero que no te moleste el plan, pero aquí es más privado.
—Sin problema, pero creo que fue demasiado para mi primer viaje. — Se quejó mientras se tiraba boca arriba tratando de calmar su respiración.
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Hola pequeñas hojitas, mi drive se arreglo y para que no vuelva a pasarme lo de esta vez ya los descargue asi que aqui esta la actualización que quería subir ayer.
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El PASADO NOS ALCANZA [Miraculous Ladybug]
Teen FictionElla decidió dejarlo y huir a New York, él acepto su decisión, pero aún necesita las respuestas que el diario de Marinette puede darle. . . . . . . Felinette si, Adrinette también.