¿Una serpiente y un escorpión pueden llevarse bien?
Bianca Greco una mujer italiana independiente que sabe lo que quiere y hará todo lo necesario para dar a comprender su valor en el mundo de la mafia. Se encuentra con uno de los mafiosos más podero...
Llegue en Egipto con un plan en mente. El cual planeo orquestar.
Compre la vestimenta adecuada, una mujer en esta parte del mundo como musulmana lleva un hiyab un velo que cubre la cabeza y el pecho. Me suele gustar mostrar mi rostro a plena luz por que amo la atención que recibe mi belleza pero entiendo el por qué sus creencias lo llevan a esto, lo que se me hace ridículo es que sea ley. Una creencia, una fe te deja llevarla en paz no como algo que deberías llevar de manera forzada. Pero igual.
Caminando por las calles es reconfortante no sentir todos los ojos en mi es como si pasara desapercibida, no sentir acoso, toda esa atención de los hombres. Siempre me han dicho que me es inevitable no llamar la atención pero esto se siente muy cómodo. Ser una sombra entre la multitud.
Volviendo al tema tengo que dar mi primer paso, buscar en el único lugar donde mi peón debe estar. Gracias a mi árabe fluido he logrado dar con varias direcciones. Logre sacar un poco de dinero en casa, en la bóveda familiar siempre hay varios lotes de dinero del todo el mundo para ocasiones especiales para mi suerte. Solo espero que cuando Daniel o mi padre me reprenda sean comprensivos.
Al convertirme en una habitante más y mis habilidades de manipulación logre convencer a un campesino me llevara a donde necesito.
Le doy las libras que le prometí al campesino que se larga lo más rápido posible, se ve que este tipo ya hizo una reputación que hace temer a la gente que sabe de él. Me adentro lo más sutil posible a la mansión, demasiado fácil en mi opinión lo que es ridículo la poca seguridad solo un par de guardias con armas muy grandes y no encontré ningún candado o alguna clase de seguridad para entrar, este hombre debe tener muchos enemigos que quieren matarlo incluyéndome, lo que es muy descuidado.
Paseo por la casa por un rato, analizando las salidas posible por si algo sale mal. Me encuentro al primer guardia de frente, el no tarda en apuntarme a lo que procedo a quitarme la vestimenta dejando revelar mi rostro y el tipo que no paraba de gritarme que me largara pero parece reconocerme.
—Llama a tu estúpido jefe — pido en árabe.
—No hay necesidad — entra alguien quien me queda viendo como si no pudiera creer que soy yo — Bianca, no pensé verte antes de la boda... y sola.
—Zack — digo — vengo a ofrecerte un trato.
El me mira curioso, evidentemente no esperaba que dijera eso a lo que me analiza de arriba a abajo —¿Qué tipo de trato?
—Necesito que me ayudes asesinar a alguien — pido.
—¿Solo eso? — pregunta desconfiado.
—Te lo diré lo demás hasta que aceptes, pero esencialmente solo eso.
—¿Qué recibo a cambio?
Ya esperaba que preguntara eso, muy predecible.
—... Aceptare casarme contigo si lo haces.
Se le dibuja una sonrisa ante mis palabras. El primer paso del plan está hecho, ya no hay vuelta atrás. Para mí no es ninguna broma, pero mi plan debe llevar consecuencias que acepto.
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