¿Explicarte el que muñeca?

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Bianca

Daniel volvió, después de su larga segunda luna de miel por fin vuelvo a ver a mi hermano. Así que le organice un almuerzo en el patio de nuestra mansión.

—Bienvenido hermanito

—Es un placer volver a ver tu feo rostro hermana — el me recibe en un cálido abrazo por lo que decido ignorar su insulto, si no lo hubiera dicho no sería el. Las chicas del servicio les ayudan a bajar sus cosas mientras yo los llevo al patio donde ya está toda la comida lista y servida. Saludo a Claire de un beso antes de que se lance a abrazar a Gael quien la gira en sus brazos. Verlos es bastante agradable, ella luce mucho mejor parece que las secuelas de ataques de ansiedad deben haber disminuido porque no veo menos ojeras bajo sus marrones ojos y eso me alegra. Ella ya sufrió mucho.

—¿Qué tal ese viaje? —pregunta Gael —Espero no tener noticias de que voy a ser tío

—Cállate idiota, aun no te hare tío — le contesta Claire sentadose al lado de Daniel.

—Esa es la hermosura que extrañaba.

Extrañaba estas comidas en que solo con reunirnos y comer juntos se llena de risas y comentarios sarcásticos de parte de Gael y Claire. Solo faltan mis padres, pero desde que decidieron retirarse del negocio y pasar tiempo juntos los veo un poco menos.

—Bianca ¿Qué tal te fue en Egipto? Daniel me conto que fuiste por trabajo — pregunta Claire mientras empieza a servirse algo de comida.

—Amm, me fue bien fue agradable conocer ese país aún que hace mucho calor casi insoportable fue bastante productivo y el socio Malek me enseño cosas muy interesantes — todos parecen complacido con mi respuesta acerca de mi exitoso viaje con el socio, pero Claire para de comer y me queda viendo intensamente, hace eso de estudiarme el rostro como si pudiera notar que hay algo más.

—¿Y Malek además de enseñarte como trabajan allá no te propuso ideas para que trabajemos juntos? — es entonces que volteo ver intensamente a mi hermano, la pregunta viene a mi mente, pero debe ser imposible él me hubiese dicho algo... ¿o no?

—No ¿Por qué debería? — trato de buscar respuesta sutilmente en su cara.

—No se — evita mi mirada —Solo imagine que como estabas allá se podría proponer algún plan entre socios — no me miro mientras lo decía y eso fue lo que levanto total sospecha en mí, me levanto de la silla inmediatamente.

—Vamos a la oficina — le ordeno.

No me importa que el ambiente se allá puesto incomodo, un carajo el almuerzo ahora solo pienso que quiero respuestas.

—Bueno... por favor no hagan que pierda el apetito — comente Gael.

Se que quiere romper el hielo, pero sus comentarios no me harán reír justo ahora. Tatiana toma la mano de Gael para así deje de hablar. Daniel aún sigue comiendo, pero al ver mi mirada deja el tenedor y se limita a levantarse y seguirme. Una vez estamos solos en su oficina y cierro la puerta ataco.

—¿Lo sabias?

—¿Sabía qué?

—No te has el idiota ¿Lo sabes?

—Mira Bianca — empieza, diciendo mi nombre no alguna apodo raro o hermana, lo conozco demasiado bien y solo está tratando de evadir algo.

—No vengas a tratarme como tu hermana menor, no parecía tu hermanita si enserio pensabas en dejarme casarme con ese hombre.

—No te dije nada para que no te sintieras obligada — confiesa al fin.

—¡Una merde! — grito.

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