Malek
La muñeca regreso a Italia, y por alguna razón ahora mi casa se siente más vacía de lo usual.
No debería querer volverla tan pronto, es como si mis planes se estuvieran saliendo de control. Nunca planea casarme con ella, fue su hermano quien me convenció que sería una buena idea. Ahora no estoy seguro de que sea una buena idea en realidad.
Esa pequeña víbora, definitivamente sabe cómo meter su veneno al fondo. Ni distrayéndome con mi trabajo puedo sacarme su imagen de mi cabeza y es frustrante. Debo hacer algo al respecto o me terminare encariñando de ella de verdad. Solo necesito su mano, un anillo es su dedo que diga que es mia. Pero claro, desde la primera vez que la conocí sabía que ella no se dejaría fácil, ha construido un muro alrededor para protegerse. Lo que me hace preguntarme que la hizo ser de esa manera. Y no miento cuando digo que me gusta es una maldita diosa en toda su esplendor y seria de piedra si no sintiera afectado por su presencia. Aun así por más que intento conquistarla descaradamente ella solo me aleja. Hasta esa noche del beso.
Cuando la vi en la primera reunión estaba sentada detrás prestando total atención a lo que se decía, como si calculara de manera callada y debiera esperar a hablar después con su hermano.
Traerla a Egipto fue una movida para poder enamorarla, pero solo termine rogándole por un beso, un beso que sé que le gusto así que no salió tan mal después de todo. La necesito sí, es por razones más grandes que simplemente amor. El amor no existe. Sin embargo, si la obsesión. Y Bianca, puede ser mi obsesión más grande hasta el momento.
—Izak — llamo a mi hermano menor.
—¿Sí?
—Necesito que me ayudes en algo— pido y el me sonríe en respuesta. Mi hermano siempre a adorado las aventuras, y es mi mejor pareja de crimen así que me sonríe de manera sínica.
—Tu solo dilo — contesta.
Saco mis dos armas acariciando el gatillo levemente con miles ideas pasando por mi mente que cada vez hace que crezca mi adrenalina.
—Debemos encargarnos de Zack, podemos explotar algunas cosas... luego de ello tendremos un viaje a Italia — la última parte hace que el me haga una mueca pero no duda en conectar los cables.
—¿Es por ella?
—Claro que lo es — no finjo que no.
Bianca
—¿Eso será suficiente? — pregunto entregándole la última botellita con veneno a Gabriel.
—Si pulga, será suficiente no tienes idea lo bien que se venden en el mercado negro — me dice y le sonrió mientras guarda los venenos en su mochila como si de dulce se trataran.
—Ahora — me voltea a ver y reconozco esa mirada —te fuiste por mucho tiempo así que necesito me cuentes que diablos te tuvo tan apartada. Gabriel es de rasgos alegres, siempre tiene un comentario o broma y claro que su pasión en la vida es molestarme y pedirme favores.
—Ya te dije que fui a ver a un socio árabe — contesto pero evito verlo a los ojos.
—Soy tu mejor amigo mujer, sé que hay algo más con soco cuando guardas un secreto de mí.
—Por eso te detesto tanto — gruño en irritades.
—Hmm me amas así que empieza a soltar la lengua
Reacomodo los envases vacío que me quedaron tratando de no mirar al chico que le di la espalda. A Gabriel lo conocí cuando empecé a contratar hackers para el beneficio de la familia, y desde el primer momento se comportó carismático, inteligente y su habilidad lo convierte en el más rápido de los hackers al menos en Europa. Desde ahí siempre lo contacté y luego empecé ir a verlo en persona para asegurarme de su trabajo, jamás fallo una. Siempre supo apoyarme en mis problemas a lo que siempre le devuelvo el favor. También es de los pocos hombres que no intenta estar entre mis piernas todo el tiempo... aun que si se ha insinuado. No lo culpo, pero más importante sabe ser un amigo y ya. Si es atractivo su pelo café siempre bien peinado, sus ojos azules no pasan desparecidos y siempre huele rico. Aun así, no me interesa de esa manera.
Gael también lo es sin embargo es más amigo de Daniel, obedecerá siempre a Daniel yo solo soy la hermana de el a sus ojos. Aun así, me trata como una hermanita consentida y si lo necesito sé que estará ahí.
—No paso nada
—Debería cortarte la lengua por mentirosa — me señala su mugroso dedo.
—Oye — lo señalo devuelta —mis asuntos son mis asuntos y eso lo sabes.
—Pero tu amigo merece saber el por qué ahora traes un brillo en los ojos y porque estas menos malhumorada que de costumbre — dice como si fuese algo obvio.
—¿Yo?
—¡Si tú!
—Yo solo... fui por trabajo. No es mi culpa que ese hombre me allá propuesta matrimonio.
—¿¡Propuesta de matrimonio has dicho!?
Su rostro cambia radicalmente, desearía haberlo grabado, pero no quiero seguir hablando del asunto así que miro mi reloj e imagino que todavía no faltan veinte minutos para mi junta.
—Mira la hora que es, debo irme — contesto. Salgo caminando con el pisándome los talones.
—No jovencita, vuelve aquí y explícamelo todo.
Me rio acelerando mis pasos tratando de dejarlo atrás.
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Escorpiones
Romance¿Una serpiente y un escorpión pueden llevarse bien? Bianca Greco una mujer italiana independiente que sabe lo que quiere y hará todo lo necesario para dar a comprender su valor en el mundo de la mafia. Se encuentra con uno de los mafiosos más podero...