—Acepto la propuesta de matrimonio — ahí está, lo dije. Y sentí un escalofrió pasar por mi columna vertebral.—¿Segura? — pregunta mi hermano mayor.
—Si, no me des tiempo para arrepentirme.
—Genial... Muñeca — el muñeco árabe se acerca a mi sacando una cajita de su bolsillo. El maldito siempre se ve bien en esos trajes caros y lo que más me atrae de él son eso rulos que caen de su cabeza, hay no sé qué estoy pensando —Ahora eres mi prometida — abre la caja mostrando un hermosísimo anillo con una piedra esmeralda que llama demasiado la atención. Intento no verme tan satisfecha con el anillo que me ofrece y simplemente le regalo una sonrisa. Él toma mi mano para así colocarme el anillo en mi dedo y besarme la mano.
Esto me hace alejarme de él, es muy abrumador solo el hecho de que acepte casarme con él. Que no crea le abriré las piernas, así como así. Es por una causa más grande... no por amor.
Pasan las horas e intento evitar chocar mis encuentros con el árabe, pero es casi inevitable si pasa todo el día aquí junto a mi hermano.
—Rulitos — lo saludo.
—Muñeca ¿huyendo? — pregunta a lo que trago grueso intentando disimular mi desagrado en mi rostro.
—Yo jamás huyo — entonces la idea llega a mi mente —de hecho, quería platicar contigo.
—¿A si?
El hace eso de meter las manos en los bolsillos mientras sigue mirándome atentamente, no sé por qué me parece destruyente pero sí. Aclaro mi garganta para continuar.
—Si, ven — le señalo que me siga a mi habitación y una vez dentro le indico que se siente en uno de los muebles.
—¿Qué estas tramando amore?
—Ya dije, platicaremos.
—¿Y sobre que específicamente?
—Bueno — me coloco frente a el —seré tu esposa
—Ah si es — concuerda rápidamente.
—Y además de eso, quiero saber en qué puedo ayudarte en lo que implica tu mafia — el levanta una ceja sin poder entender bien lo que digo —soy la segunda al mando en la víboras se mucho de este negocio y si seré obligada a estar contigo de esta manera quiero que me des una razón para distraerme y ayudar.
Bien, un principio de la manipulación es causar algo de culpa, la culpa que va contra mis deseos el casarme. Siempre funciona. El pasa su mirada de arriba abajo en mi cuerpo, no se tal vez busca algún signo de mentira, pero mentira no es, si quiero algo en que ayudar... y así tomar poder en los escorpiones.
—¿Te sientes capacitada?
—Tú sabes que sí.
Él sonríe de lado. Pero leyendo su mueca no parece muy seguro de eso. Así que procedo a dar el otro paso. Camino hacia él, tomándolo de sorpresa cuando mis manos se ubican en sus hombros, se pone rígido, pero no me detiene cuando estoy encima de él, mis piernas a lado de sus caderas.
—¿Seremos una especie de equipo verdad?
—Aja — sonrió ante sus pocas palabras y que solo asienta con la cabeza mientras me observa.
—Dijiste que podría ser tu reina, y no quiero ser de las reinas que no hacen nada. Me gusta gobernar el imperio.
—Entonces... podrías empezar tomando el mando en las estrategias de venta, solo que a diferencia de lo que ya estas acostumbrada abra muchas clases de armas más que tal vez ni conozcas.
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Escorpiones
Romance¿Una serpiente y un escorpión pueden llevarse bien? Bianca Greco una mujer italiana independiente que sabe lo que quiere y hará todo lo necesario para dar a comprender su valor en el mundo de la mafia. Se encuentra con uno de los mafiosos más podero...