Escorpiones

No todo es para siempre

Malek

Lo primero que noto cuando ella se me acerca en la sonrisa que trae, no solo la sonrisa si no sus hombros rígidos lo que me hace pensar que su sonrisa no es tan sincera y que no a tenido un buen día, pero decido no preguntarle nada. No es el lugar ni el momento.

—Muñeca — la saludo.

—Hola — se pone a mi lado y comienza a hablar sin verme a la cara simulando que tenemos una conversación como cualquiera —nuestro plan tiene que retrasarse.

Lo que me temía

—¿Por qué? — pregunto duramente sin querer disimular mi desagrado.

—No puedo decirte ahora.

—Bianca.

Ella ignora la forma en que digo su nombre demandando mas información, en cambio siento su mano en mi traje y coloca algo en el bolsillo de este mientras voltea a verme levemente y susurra.

—Luego de la fiesta lo comprenderás.

No me gusta para nada este cambio de planes pero algo en mi interior me repite que confié en ella, se que puedo confiar en ella. Aun que su comportamiento es extraño pero se que ella tiene un plan. Le hice una promesa, que confiaría en ella para esto.

La veo llamarle a un camarero para que se acerque a lo que ella da unos pasos lejos de mi mientras toma un par de copas de champan dándome la espalda a lo que aprovecho a ver alrededor buscando a mi hermano. Cuando hay calma y se trata de el me es inevitable no preocuparme. Es como cuando los niños están jugando y hacen mucho ruido, pero cuando hay silencio es preocupante. Y mi hermano es un maldito niño,

Bianca vuelve a mi con la misma sonrisa fingida dándome una de las copas a lo que noto un pequeño temblor en su mano a lo que quiero preguntar pero ella es mas rápida.

—Por nosotros — brinda.

Suspiro, que se joda mi hermano. Estoy teniendo un momento con mi mujer y eso es lo único que me debe importar.

—Por nosotros — repito y los dos comenzamos a beber. Es agradable aprovechar esto, no estar siempre alerta y simple disfrutar el momento que estoy viviendo. Verla sonriéndome es el mejor calmante que pueda existir. Volvemos a beber y es lo único que puedo ver, su sonrisa tierna.

Pero no todo es para siempre

Bianca comienza a toser, su piel se ve mucho mas pálida de lo usual y intenta evitar mi mirada pero la veo comenzar a sudar. Es cuando tomo su mano atrayéndola a mi para poder ver su rostro, ella quiere alejarse de mi toque y todas mis alarmas se encienden al momento que tose en su mano y veo una mancha roja.

—¿Bianca?... ¡Bianca! — ella pierde el equilibrio, no parece querer escucharme pero la tomo en mis brazos antes de que se derrumbe —¿Qué hiciste? — pregunto desesperado —No, no, no — ella me mira con su boca brillando con sangre, su rostro no revela dolor pero en su mirada parece una despedida —Quédate conmigo muñeca.

Veo a mi alrededor y logro ver a los lejos a mi hermano mayor quien al ver la escena de Bianca en mis brazos el parece entrar en pánico y sale corriendo por una de las puertas, Gabriel al ver lo mismo solo tarda un momento en salir detrás de él.

Ellos corren por que saben perfectamente lo que esto significa. Acaban de posiblemente matar a una de las lideres de la mafia. Acaban de iniciar la verdadera guerra. Yo seré el principal torturador si esta mujer no sobrevive a esto, quemare y destruiré todo el maldito mundo si es necesario.

Así que mas vale que sobrevivas amore.