Escorpiones

Tenía que hacerlo

Bien el plan es ir con varios autos, otros de mi hombres se ofrecieron en ir a ofrecerse de todos modos ellos están mejor entrenados para estas cosas. Pero eso no signifique que este lejos, debo estar aquí por si hay momento de apoyarlos y escapar.

Gabriel me acompaña en el asiento de copiloto, por el momento no parece nervioso. Lo principal ahora es averiguar algo lo necesario que nos indique una idea de lo que sean que traman para así nosotros armar un plan de contrataque.

—¿Podrías usar un cerebro hacker y averiguar si hay cámaras dentro? — le pregunto a Gael.

El deja de comer su galleta a medias y me mira.

—¿Ahorita?

—Si ahorita idiota.

Frustrado sostiene su galleta con la boca mientras saca la computadora de su mochila. Mientras el empieza a teclear reviso cuando hay en el tanque de combustible de la camioneta, si está lleno así que no habrá ningún problema en caso de persecución.

—¿Encontraste algo? — pregunto.

—Relájate enana, sigo en eso toma un poco de tiempo.

El problema es que quisa no tengamos tiempo, mantengo el carro encendido por esa misma razón.

—¿Ya?

—Bianca — Gael me mira irritado —haz lo tu misma si tanto vas joder.

—Solo, déjame ver cómo vas — intento acercarme a él y ver su pantalla, pero la oculta.

—Hey, Hey, Hey un genio de las computadoras jamás debe revelar sus secretos así que hazte para allá.

Ruedo los ojos volviendo a recostar mi espalda en mi asiento.

No se cuánto pasa, segundos o tal vez un minuto cuando se empiezan a escuchar los disparos. Esa es mi señal piso el acelerador para acercarme y logro ver el momento en que esos hombres van detrás de ellos, pero logran meterse en el auto justo a tiempo escapando. Lo malo es que los de esa mafia también toman sus autos comenzando a perseguirnos.

—Sostente — ordeno viendo que uno de esos autos blindados negros vienen hacia nuestra dirección.

—No, no, no puede completar la invasión, no logre entrar.

Ignoro su reproche y giro el volante dando una vuelta en U. Intento buscar rutas en que no haya mucha gente y tráfico, mis otros hombres han desaparecido de mi vista, pero verificando el GPS en el auto donde tengo localizado sus autos veo que van bien, de hecho, nos llevan ventaja más adelante.

Las pocas rutas menos traficadas nos sirve para acelerar sin contratiempos y evitar que haya daños colaterales innecesarios en la calles de Roma. Lo malo de eso es que la mafia siciliana tomo ventaja en eso llevándonos a un rincón donde somos rodeados por sus autos.

—Bianca

—Ya se cállate

Tomo unos segundos para analizar, ellos apagan los auto y comienzan a salir apuntado nos con armas de asalto.

—Toma esta arma, cuando te indique abres la ventana lo suficiente para que puedas apuntar y disparar.

—Pero-

—¡Tu hazlo Gabriel!

Gabriel abre la ventana antes de tiempo lo que hace que ellos nos queden viendo raro a lo que decido aprovechar ese descuido y enciendo el auto.

—Dispara a las llantas para que menos puedan seguirnos

—Entendido — me contesta sin detenerse con los disparos.