Secreto

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Narra Bill:

Una vez que supe que Victoria estaba afuera en esa tormenta supe que tenía que buscarla y traerla a salvó, camine y camine seguía las pequeñas huellas de las botas de Victoria pero conforme entraba más al bosque sus huellas desaparecían, comencé a correr conformé mis pies me lo permitían ya que se hunden en nieve.

-Victoria!!.- gritaba pero no tenía respuesta, mi nariz ya estaba demasiado helada había llegado a un parte del bosque que ya no recordaba, estaba demasiado obscuro.

Narra Victoria:

-¿Dónde estoy?.- dije muy bajito una vez que desperté.

Me puse boca arriba y mi nariz está a helada, sentía que mis huesos dolían, ¿moriré aquí?....

-Victoria.- escuchaba una voz.

-¿Dónde estás?.- volvió a decir.

-Bill.- dije con una voz muy débil...

Ya no supe si me escucho pero ya me encontraba en los brazos de Bill.

-Todo estará bien, ¿okey?.

-Tengo mucho frío.- me dije pegándome más a su cuerpo.

Llegamos a una cueva y solo sentí cuando me bajo y me dijo que en un momento regresaba.

Abri los ojos por qué sentí un en vapor como caliente y pude ver qué era una fogata.

-¿Sabes hacer una fogata?.- le pregunté algo débil.

-No pero es una ventaja de fumar.- me dijo restándole importancia.

-¿Fumas?.- le pregunté.

-Si pero tus amigas me dijeron que no lo hiciera delante de ti por qué no te gustaba.

-Sii... Gracias.

-¿Por que?

-Por salvarme.

-¿Aun tienes frío?- me preguntó.

-Si, mi ropa está mojada.

-Toma mi ropa y pontela.

-No no morirás de frío estás loco.- le dije negandome.

-Solo abrazame y ya, prometo no insinuar nada.- me dijo y eso me tranquilizó ya que como dije Bill siempre me molestaba con que me quería besar.

Bill se quitó la ropa dejando solo sus pantalones puestos y yo me quite lo mojado para ponerme lo de Bill, en cuanto me lo puse me senté y comencé a sentir más caliente mi cuerpo. Mire a Bill cerca de la fogata frotando sus manos.

-Jamas pensé que haría esto.- dije y Bill no tuvo tiempo de reaccionar cuando me desabroché la chamarra y lo abrace por la espalda, poniendo mi cabeza en su hombro, pero en un momento rápido Bill se levantó alejándome un poco a lo que cuando nos pusimos de piel el jalo mi mano y me abrazo.

-No te separes de mi por favor.- me dijo abrazándome aún más fuerte.

No sé en qué momento nos quedamos dormidos, siendo sincera Bill se veía lindo durmiendo, tenía un perfil perfecto y apenas me había dado cuenta de que tenía una estrella en la cadera, entonces todo me cuadro, las chicas me habían dado un bikini con estrellas por qué querían que yo estuviera con Bill, desgraciadas...

Seguía abrazada y Bill se levantó y yo me hice la dormida para que no viera que lo miraba, comento a tocarme más mejillas y luego jugaba con mi cabello

-Victoria, despierta.- me decía.

-Vamos se que te haces la dormida.- me dijo riendo a lo que no pude evitar sonreír

-Si si ya estaba despierta.- le dije riendo.

-¿Cómo te sientes?.- me preguntó poniéndose de pie.

-Bien estoy mejor, pero hay que cambiarnos para que no estés semi desnudo.- le dije buscando mi ropa.

-¿No te gusta lo que vez?.

-¿Te dolió?.- le pregunté cambiándome.

-¿Ser tan guapo o que?.

-No tonto, el tatuaje.- le dije apuntando su tatuaje.

-Ah un poco pero no es cosa que no se pueda soportar, más que nada me hacía cosquillas..

-Ya veo... Yo siento que a mí me dolería mucho.

-Nunca es tarde para hacerte uno.- me dijo con una sonrisa.

-Tienes razón pero aún no estoy lista.

-Oye por cierto nadie puede saber que dormimos casi desnudos okey?.- le dije haciendo puchero.

-¿No te gusto?, por qué a mí si.- me dijo riendose.

-Cállate.- le dije saliendo de la cueva.

-Esta bien, será nuestro secreto.- me dijo corriendo hacia mi.

Caminamos demaciado pero no sé nos hizo tan aburrido ya que nos empezamos a lanzar nieve, llegamos a la casa y a las primeras que veo es a Liliana y a Elizabeth que corren abrazarme.

-No sabes lo preocupada que estábamos por ti.- me dijo Liliana.

-Pense que se habían ido, por eso fui a buscarlas pero me perdí y aparte me desmaye.

-No te preocupes ya nos hicimos cargo de las responsables de que salieras a buscarnos.- me dijo Elizabeth mirando hacia los chicos que cuando se alejaron ellos corrieron abrazarme.

-Que bueno que estás bien, no sabes lo preocupados que estábamos.- dijo Gus.

-Ey cuidado por qué Bill se nos pone celoso.- dijo Georg a lo que todos miramos a Bill el cual rodó los ojos y se fue a su cuarto.

Desayunamos todos juntos, hoy era noche buena y estábamos arreglando el árbol que Bill y Tom sacaron del ático, una vez que terminamos todos nos sentamos a jugar.

-Bien ¿que tipo de chicas te gustan Tom?.- le pregunto Liliana.

-Mmm me gustan las chicas mayores, siento que son más maduras eh inteligentes.

-¿Ya ti Victoria?.- me preguntó Tom.

-Bien me gustan los chicos amables, atentos, que sean divertidos y traten bien a los demás.- dije y todos rápido miraron a Bill.

-Escuchaste tienes oportunidad hermano.- le dijo Tom a Bill.

-Mejor cállense.- le dije a Tom a lo que rápido me levanté y me fui a mi cuarto, prendí la tele y Vi un comercial de una invitación para ayudar a la gente más necesitada en un comedor comunitario para la gente que no tiene dinero, anoté la dirección y baje rápido.

-Oigan, ¿vamos hacer servicio comunitario?- les pregunté a todos.

-Ayudaremos alimentar ala gente que más lo necesita.

-Nos parece buena idea.

-Asi haremos una buena obra para ente fin de año.- dijo Georg

-La banda se vería estupenda no crees, daríamos buena imagen.- dijo Bill.

-No todo en la vida es verse bien Bill, tú jamás haz sufrido por un plato de comida como lo hacen esas personas, ustedes tienen todo fácil y ellos no.

-Bueno, iremos sin ser Tokio Hotel okey?.- me dijo Bill mirándome.

-Me parece estupendo.






Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora