¿Gemelo?

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Narra Tom:

Todos estábamos tristes viendo cómo la ambulancia se llevaba de urgencia el cuerpo de Victoria y Bill... El estaba bastante mal, su ropa estaba llena de sangre y se veía muy mal.

Estamos en el hospital, Elizabeth y Liliana lloraban sin parar, Georg y Gustav estaban intentando consolarlas cosa que era imposible.

Bill estaba sentado muy serio, sabía que destro de el estaba roto, lo podía ver la misma mirada que tenía cuando nuestro padre murió, a lo lejos pude ver como mi madre se acerca rápidamente.

-Hijos, me alegra saber que están bien.- dijo mi madre.

-¿Enserio te alegra?.- le dije parándome rápido.

-No me hables así, soy tu madre y me debes respeto.

-Lo tendrías si no fueras una mujer sin corazón que no le importa si lastima a sus hijos, te alegra saber que estamos bien pero no es gracias a ti.- le dije.

-No seas tan duro hijo.- me dijo mi abuela quién había llegado detrás de mi madre.

-No puedo portarme de otra forma, todo esto es su culpa por no dejar que sus propios hijos sean felices.

-Hijo, Bill...- le dijo mi madre a Bill pero el ni siquiera la miro.

-El no quiere hablarte, por tu culpa la persona que ama está debatiéndose entre la vida y la muerte madre, puedes ser un poco más conciente de tus actos por favor.- le dije alzando la voz.

-Tranquilo Tom.- me dijo Georg tomando mi brazo.

-Servimos más de ayuda si no estresamos más a Bill.- me dijo Gus y era cierto estaba muy molesto que no me detenía a pensar en mi hermano.

Mamá se estaba marchando cuando Bill sale corriendo tras ella...

Narra Bill:

Muchas cosas pasaban por mi mente al ver a Victoria tan pálida, cuando mi madre se fue no soporte más y salí corriendo hacia ella.

-Mamá.- le dije y ella se detuvo a mirarme a lo cual corrí y la abrace muy fuerte rompiéndome por completo.

-No quiero perderla mamá, quiero ser feliz una vez en mi vida.

-Perdóname Bill.- me dijo tomando mis mejillas.

-Si la pierdo... Me muero mamá, esto me está matando.- le dije sin dejar de llorar, realmente tenía años que no lloraba de esta forma como cuando llore por papá

-Ella es increíble, me ha enseñado muchas cosas, no quiero alejarme nunca más y si la pierdo le prometo seguirla a dónde sea que vaya.- le dije y mi madre solo asentía.

Narra Tom:

Habían dicho que Victoria había entrado en paro, no sabían hasta cuándo iba a despertar teníamos una semana completa en el hospital, ninguno se iba y solo nos turnabamos para comer, aún que a Bill teníamos que hacer que comiera a fuerza pues decía que Victoria tenía hambre y si ella no comía pues el menos.

Estamos en su cuarto todos menos Bill cuando de la nada Victoria abre los ojos de golpe y se levanta rápido.

-Victoria.- le dijeron sus amigas.

-Hasta que despiertas.- dijo Gus.

-¿Donde estoy?.- preguntó.

-Estas en el hospital.- le dije.

-Me duele mucho la cabeza.- dijo tocándose la parte tracera de la cabeza.

-No te toques, aún tienes una gran herida, está tardando en sanar ya que perdiste mucha sangre.- me dijo Georg.

-¿Pues que paso?.- preguntó.

-Te dispararon dos veces.- le dijo Liliana.

-Y cuando caiste al suelo te golpeaste la cabeza.- le dijo Elizabeth

-Ahorita vengo.- dijo Gus y salió.

-¿Pero como te sientes?.- preguntó Georg.

-Siento como si un camión me hubiera pasado con encima.- dijo en un tono de burla y comenzó a reír.

-Ya llegamos.- dijo Gus llegando con Bill el cual al ver a Victoria corrió abrazarla.

-Ey ¿qué te pasa?.- le dijo Victoria a mi hermano alejándolo.

-¿Quien le dijo a este que podía abrazarme como si nos conociéramos.- volvió a decir mirándonos a nosotros.

-Niña tonta, no sabes cómo extrañaba escuchar tus tonterías.- dijo Bill con una gran sonrisa.

-El tonto serás tu, aparte ¿Cómo vas a extrañarme si yo ni te conozco?.- le dijo Victoria mirándolo mal.

-¿Enserio no sabe quién es?.- preguntó Gus sorprendido.

-No.

-¿Sabes quiénes somos nosotros?.- pregunté .

-Obvio tu eres Tom, tu Gustav, tu Georg y mis dos grandes amigas Liliana y Elizabeth.- dijo.

-Te hace falta una persona.- dijo Georg.

-Te falta decir quien es mi gemelo.

-¿Gemelo?.- dijo y entonces todos nos miramos

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora