Canadá

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Narra Victoria:

Habían pasado meses y las cosas al parecer habían calmado, jamás le dije a Bill sobre que su madre vino a ofrecerme dinero con tal de alejarme de el, no pensaba decir nada para que Bill no estuviera mal con su familia, por suerte recuerdo que Tom menciono que su madre se había ido de nuevo hacer negocios y ahora se encontraban solos como de costumbre así que eso me alegraba un poco pues no tendría a la madre de este par encima de mi recriminando lo pobre que soy.

Siempre se me ha hecho muy estúpido catalogar a los humanos, el dinero si te da lujos y te abre puertas es obvio pero a fin de cuentas todos morimos de lo mismo y vamos para el mismo lugar.

Georg y Liliana, van demaciado bien en su relación al igual que Gustav y Elizabeth, Tom pues, es Tom que puedo decir, Bill aún me sigue molestando y sigue igual pero a veces se calma, ya casi es navidad literalmente estamos a días, siempre paso las festividades con mis padres, jamás nos reunimos con los demás por qué viven demaciado lejos.

Estamos en la universidad, Bill y Tom me llevaron a comer así que estamos en la cafetería, claramente tengo la atención de todas las chicas y odio un poco eso por qué como mencioné anteriormente, no me gusta ser el centro de atención.

-Bien, ¿Que harás en navidad?.- me preguntó Tom.

-Pasar el rato con mis papás y normalmente las chicas y yo vamos a ver los fuegos artificiales.- le dije.

-¿Jamás haz viajado fuera de aquí?.- me preguntó Bill.

-Te parece que tengo cara de que salgo si quiera a la esquina, ya ir a la playa fue un lujo.- le dije rodando los ojos.

-Bien, bien ¿te gustaría ir con nosotros a Canadá?.- me dijo Tom y casi me atragantó con la comida.

-¿Canadá?.-volvi a preguntar.

-Si niña sorda Canadá.

-No puedo pagar un viaje así.

-¿Y quién dijo que tú lo pagarás?.- preguntó Bill.

-Tu solo prepara maletas Bill se encargará de pagar tu pasaje.- me dijo Tom a lo que Bill asíntio.

-Mis padres no me dejaran, son las únicas personas a las que ven estos días, aparte Liliana y Elizabeth se quedarán conmigo.- les dije justificando.

-Mmm me parece que Bill hablo con tus padres hace un mes de esto y más chicas pues Georg y Gustav se encargaron de eso desde el día que fuimos a la playa, sabemos que salir fuera implica muchos permisos para ustedes.- dijo Tom dejándome con la boca abierta.

-Maldito, como te atreves a pedir permiso sin antes consultarme.- le dije a Bill jalando del cuello de su chaqueta.

-Vas arruinar mis chamarra tonta, déjame o te beso.- me dijo y como sabe que odio que me amenaza con besarme lo hace para que deje de hacer algo que no le gusta, maldito.

-¿Pues ya no me queda de otra o si?.- pregunté cruzada de brazos.

-No de hecho no.- dijo Bill, haciendo que yo ruede los ojos con enfado, si contará las veces que eh hecho estás acciones cuando estoy con Bill juraría que ya me hubiera quedado visca.

-Mañana paso por ti..

-Le pediré a Liliana que le diga a su papá que nos lleve.- le dije a Bill.

-Limosnera y con garrote.- me dijo cruzando los brazos.

-Yo no te pedí que me llevarás.- le dije.

-Bien 10:00 am Estoy en tu casa.- me contestó levantándose y llendo afuera.

-¿Qué?.- dije levantandome y viendo cómo Tom se reía.

-¿De que te ries imbécil?.- le dije de mala gana.

-Imposible de que alguno seda a qué realmente se gustan.- dijo con una sonrisa de lado.

-Ah mi no me gusta.- dije y me fui enojada.

-Si claro y yo le soy fiel a una.- dijo antes de irme.

Maldito Tom siempre viendo cosas donde no, ahora ver qué diablos me llevaré para un lugar donde me voy a congelar con tan solo pisar el suelo.

Será increíble no lo dudo .

Caminaba por los pasillos cuando dos chicas muy lindas se me acercan.

-Hola linda, estamos contigo en la clase de cocina.

-Oh si ya recuerdo, ¿Necesitan algún apunte o algo?.- pregunté.

-Es que queríamos ver si nos enseñas a cocinar en estás vacaciones.- me dijo una.

-Mmm creo que no podré, saldré de viaje y no creo ayudarlas.- les dije con pena.

-Podemos ir contigo, pagamos nuestro boleto, pero realmente ocupamos aprender, ya que nos inscribimos a una casa hogar y ayudaremos en la cocina.

-Bueno si es para una buena causa entonces está bien.

-¿Nos podremos quedar contigo verdad?.

-Supongo que si, no creo que se molesten.

-Eres la mejor Victoria.- me dijeron dándome un abrazo a lo cual respondí un poco incómoda, era muy raro que ese tipo de chicas me hablara y menos para pedirme un favor como enseñarles a cocinar, pero si era para una buena causa quién soy para negarme.

Al día siguiente mi mamá me estaba ayudando acomodar mis cosas.

-Me da mucho gusto que ese chico te invite a salir, harían muy bonita pareja.

-Mamá por favor, Bill ni siquiera me gusta, es un odioso.

-Ya quiero verte decir lo contrario.- me dijo y entonces se escuchó el timbre.

-Ya llegó tu galán, vamos.-dijo tomando mi maleta y fue abrir.

-Hola jovencito, cómo estás?.- le pregunto mi mamá a Bill.

-Bien señora, y usted?.

-Bien, gracias, bueno váyanse cuidala mucho Bill.

-Asi será señora no se preocupe.

Sacamos mis maletas y me dirigí al carro de Bill, subimos mis cosas y me subí al carro, condujo en silencio hasta llegar al aeropuerto donde ya estábamos todos, esperamos y una vez ya en el avión Georg y Liliana iban juntos, Gustav y Elizabeth igual y Tom iba solo sentado con un señor y claramente yo iba con Bill.

Estábamos apunto de despegar cuando siento que me da un escalofrío y por inercia tomo el brazo de Bill y lo aprieto con fuerza.

-¿Tienes miedo?.

-Si, jamás me había subido a uno y me da miedo.

-No te preocupes así pasa.- me dijo poniendo mi cabeza en su hombro a lo que solo pude cerrar los ojos con fuerza eh inhalar bastante aire...

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora