Los muebles

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Narra Victoria:

Había llegado a casa y estaba dejando mis maletas en la puerta cuando veo mi casa un poco diferente o más bien diferente a como me fui.

-Hija que bueno que viniste.- me dijo mi mamá llegando a mi lado.

-Mamá,¿Qué pasó con los muebles?.- le pregunté pasando mi dedo por cada mueble.

-Ah tu amigo, el muchachito que vino a visitarte cuando estabas enferma... Ese el de los pelos de erizo.- dijo tratando de describirlo.

-Bill mamá.

-Sii ese, ayer llegaron unos hombres a llevarse los muebles, por un momento me asusté pero ya después comenzaron a traer nuevos.

-¿Apoco no son lindos?.- me preguntó mi papá.

-¿Quien se cree para traer nuevos muebles?, sabes que estos muebles son muy caros.

-Hay hija, no se cómo sea su relación como amigos o como algo más pero no deberías ser tan cruel.- dijo mi mamá.

-Ire a decirle que se lleve sus muebles.

Salí y llame a Tom para que me dijera en dónde vivían, una vez que supe me dirige a su casa, llegue y quedé impresionado, si que vivían en una casa enorme yo le calculo que cabía mi casa unas 200 veces o hasta más.

Toque con desesperación y me abren las chicas que ayudan a los chicos, lo supuse por su ropa.

-Hola, buen día.

-¿Esta Bill?.- pregunté

-Claro está en su habitación, permítame llevarla.- me dijo y comenzamos a caminar, la casa era enorme tanto que me perdería en ella.

Entre y no había nadie, la habitación era enorme era del tamaño de mi casa, me puse a ver los cuadros que tenía y había uno es especial que me gustó ver

Eran los chicos cuando eran unos niños, tome el cuadro o mire a Bill con el pelo corto, se veía bastante bien.

Eran los chicos cuando eran unos niños, tome el cuadro o mire a Bill con el pelo corto, se veía bastante bien

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-¿Te gusta lo que vez?.- dijo una voz detrás de mi a lo que rápido volteo.

-Se veían tan adorables, pero demonios que te paso a ti.- le dije

-Explícate.

-Si ahí en la foto te vez que eres un chico tierno y dulce y viéndote ahorita eres todo lo contrario.

-Tu no sabes nada.- me dijo volteandose.

-Mira talvez no seamos los mejores amigos o no nos llevemos bien pero puedes contar conmigo.- le dije.

-Mejor di a qué viniste.

-Que grosero eres, pero vine a reclamarte por los muebles que están en mi casa, quiero que te los lleves.- le dije.

-Deje reglas estrictas de que quemarán tus muebles una vez que estuvieran fuera de tu casa así que es imposible que los regrese amenos de que quieras las cenisas.

-¿Quemaste mis muebles?.- le dije y este asíntio.

-Descuida no lo hice por ti, tu mamá es muy linda y tu papá es muy amable, yo no sé a quien sacaste en lo altanera y estúpida.

--Hasta me caen mejor ellos que tú.- me dijo riendo.

-Basta.... ¿Puedo preguntar algo?.

-Rapido.

-¿Te cae mal Matt?.- le pregunté por las miradas que se daban en la cena.

-Me parece que es obvio..

-¿Puedo saber por qué?.- le pregunté

-Cosas, no creo que las quieras saber si quieres tener la imagen de niño bueno que vez en el.- me dijo en un tono ¿Molesto?...

-Mira si quieres que nos llevemos bien quiero que te abras conmigo, prometo no juzgarte.

-Te darás cuenta de muchas cosas, quiero que las veas por ti misma.- me dijo.

-Tan difícil es contarme.

-Si.- fue lo único que dijo para que después hiciera una silencio.

-Prometo pagarte tus muebles.- le dije ya por último.

-No te los estoy cobrando tonta, mejor conservalos, los elegí pensando en...- hizo una pausa.

-Los elegí por qué obvio tengo buen gusto y pensé en mi sentado en esos sillones y me veía bien.- dijo y se fue.

Bill es muy extraños, un rato es muy amable y en otros es muy odioso pero... Me dejó con la duda de que era lo que tenía que averiguar yo de Matt, Bill tengo entendido que no se junta con nadie que no sea de su clase social o por lo menos es lo que dicen ya que con nosotras si se juntan.

Pero tendré que ver qué pasa, tampoco quiero molestar a nadie es obvio pero veré qué pasa...

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora