¿Así que lo amas?

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Narra Víctoria:

Bill no iba a la escuela así que tenía que irme yo sola, los chicos tampoco habían regresa, supuse que la madre de Bill y Tom se haría cargo así que todo estaba bien.

Bill es un niño mimado cuando se trata de los fines de semana, está totalmente amenzando por mi de que si desprecia la comida a las chicas, no lo voy atender yo cuando me toque.

Estas semanas han pasado muy tranquilas la abuela de Bill es muy linda conmigo y siempre me defiende el Bill.

Me levanté ya que hoy era fin de semana y ahora me tocaba mi tercer trabajo aquí, me puse el uniforme y fui a despertar a Bill.

-Ya despierta bill.- dije alzando la voz y abriendo la ventanas.

-Bill, no eres un niño para que te llame una tercera vez.- le dije y volte a su cama pero no había nadie.

-¿Dónde estás?.- dije buscando por la habitación pero no lo encontraba.

-¿Bill?.- dije para fijarme debajo de la cama y cuando me levanté sentí unas manos.

-Buu.- me dijo asustandome por la espalda.

-¿Otra vez?, ¿quieres matarme enserio?.- le dije poniendo una mano en mi pecho.

-¿Quien te manda asustarte tan fáci?.- me dijo riendose.

-Eres un idiota.- le dije.

-¿Como dijiste?.- me preguntó acercándose.

-Que eres un idio-ta.- le dije.

-Pero solo tuyo.- me dijo y se lanzó a mi.

-Oye bajate.- le dije intentando empujarlo pero se dejó caer encima de mi.

-Bill me estás aplastando.- le dije.

-No hasta que digas que me amas..- me dijo mientras se reía.

-Entonces prefiero morir aplastada.- le dije y entonces se levantó quedando frente a frente.

-¿Por qué te cuesta tanto decir que me amas?.- me preguntó.

-Por que no te amo.- le dije sería y el hizo una mueca.

-Dime que me amas o te beso.- me dijo y yo negué con mi cabeza.

Se estaba acercando poco a poco.

-Esta bien te amo.- le dije y me comencé a reír.

-Ves sabes que soy irresistible.- me dijo y yo solo rodé los ojos.

-Te menti si te amo idiota pero a veces me dan ganas de estrangularte.- le dije y comencé a reírme.

-¿Asi que lo amas?.- dijo la voz de la mamá de Bill.... Espera la mamá de Bill.

Rápidamente volteamos y pude ver a las chicas a su lado quienes tenían caras asustada así que rápidamente quite a Bill y me levanté acomodando mi ropa.

-¿Ahora vienes a molestar a mi casa?.- me preguntó caminando hacia mi.

-No está molestando, deja de decir estupideces.- dijo Bill dando un paso al frente.

-¿Quien le dijo que podía quedarse en mi casa?.- les pregunto a las chicas.

-Yo, ¿algún problema?.- dijo la abuela de Bill entrando a la habitación.

-¿Por qué lo hiciste sin consultarme?.- dijo.

-No necesito pedir permisos para controlar un hogar, te recuerdo que yo me encargo de estas cosas, estaré vieja Simone pero aún puedo opinar aquí.- le dijo la señora Úrsula, apenas supe el nombre de la madre de los chicos normalmente le llaman madre o bruja.

Ella solo me miró por última vez y se fue muy molesta a lo que Bill rápido me abrazo y me pidió perdón por el comportamiento de su madre.

Estábamos sirviendo la comida y la madre de Bill me miraba como si quisiera arrancarme ma cabeza cosa que hace que me den muchos nervios, sabía que hoy era mi última noche así que cuando estaba en mi recamara le marque a Kris y me dije que si podía quedarme con ella a lo que aceptó.

Estaba acomodando mis cosas cuando entra la abuela de Bill.

-¿Que tienes mi niña?.- me preguntó poniendo una mano en mi mejilla.

-No quiero sentirme una carga para los demás.- le dije.

-Simone siempre ah sido una mujer muy dura desde que su amado murió linda, ella quiere lo mejor para sus hijos, pero se dará cuenta de que no siempre puede decidir por ellos.

-Cuentas conmigo para todo, seré tu abuela si eso quieres y algo te diré.- me dijo y entonces la mire mientras limpiaba mis lágrimas.

-No caigas en los juegos de Simone.- me dijo y yo asentí.

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora