Los amigos

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Narra Victoria:

Había quedado en el plan con Tom de que vamos a citar a Bill en un lugar privado para decirle lo que siento, solo espero que no dejará de amarme.

Estaba dormida en mi habitación de hotel cuando comienzo a escuchar como alguien toca desesperadamente.

Fui abrir y casi me derriban.

-¿Que hacen aquí?.- les pregunté a mis amigas que me abrazaban.

-Vinimos ayudarte para que seas feliz.- me dijeron las dos.

-Para esos estamos los amigos Victoria.-me dijo Tom.

-Pasen.- les dije dejándolos pasar.

-¿Que tienes pensado hacer?.- me preguntó Liliana.

-Bueno tenía pensado en llevar a Bill a una cena en una playa, pero no sé que opinen.- les dije con emoción.

-Nosotras vamos a preparar todo.- dijo Elizabeth.

-¿Y nosotros?.- preguntó Georg y Gus.

-Ustedes van ayudar a traer a Bill, obviamente sin Elionor.- les contesto Elizabeth.

-Y tu Tom la llevarás a buscar que ponerse.- le dijo Liliana.

-Ya vez que siempre seré tu chófer personal.- me dijo Tom con una sonrisa.

-Y el más guapo, ojalá vinieras por mi.- le dijo Georg poniendo su cabello atrás de la oreja.

-Tu cállate.- le dijo mi amiga golpeando a su novio, cosa que nos dió mucha gracia.

-Bueno, vayan a comprar las cosas ustedes por mientras, nosotras buscaremos un lugar preciso, lo bueno que el hotel está enfrente de la playa.

-Elegí sabiamente por si pasa algo más.- dijo Tom con una sonrisa pícara.

-Buenas esa hermano.- le dijeron los chicos y yo solo me sonroje.

Liliana y Elizabeth se habían ido a la playa para buscar un lugar y apartarlo.

Georg y Gustav fueron a comprar las cosas para la cena, después vendrían al hotel por mobiliario que les prestaron a los chicos por ser Tokio Hotel.

Y bueno yo me encontraba con Tom en una tienda de ropa, buscaba un vestido que fuera fresco y adecuado para la playa.

Había encontrado uno que me gustó y fue amor a primera vista.

-Me gusta ese.- le dije a Tom a lo que rápido miro y fue a tomarlo.

-Bueno, pontelo.- me dijo dándome el vestido a lo que rápido fui a probarmelo.

Es vestido me quedaba increíble y realmente me hacía sentir bonita

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Es vestido me quedaba increíble y realmente me hacía sentir bonita.

Salí y Tom me dijo que me quedaba muy lindo así que lo compre de zapatos decidí ponerme unas sandalias ya que me las quitaría así que no tenía caso ponerme zapatos cerrados.

Espero que las chicas estén bien.

Narra Georg:

-Maldita sea Gustav, deja de hechar cosas al azar al carro, Liliana y Elizabeth van a matarnos si no llevamos lo que piden.

-Eres un aguafiestas rizitos.- me dijo Gus.

-Ha cállate pelos chamuscados,  habla el que quiso pintarse el pelo de negro por el luto a la relación de Victoria y Bill.- le dije burlándome de el, por qué si era cierto me pidió que lo llevará a un peluquería para tener su pelo en nombre del amor que murió entre Bill y Victoria.

-Debes guardar silencio grandísimo tonto, nadie sabe eso aparte le dije a Elizabeth que me lo teñí por ella.

-Aparte de metiche mentiroso.

-Cállate que tú te besaste con otra en mi fiesta y por tu culpa y la de Bill mi relación casi termina.

-Fue un error.- le dije rodando los ojos.

-Solo los tontos cometen errores.- me dijo cruzado de brazos.

Terminamos las compras y fuimos a dónde estaban las chicas, dejamos las cosas y nos fuimos a buscar a Bill.

-Solo espero no encontrarme con una escena horrible.- le dije Gustav.

-Yo no se cómo aguanta a su madre, es una bruja dios mío..

Llegamos y fuimos directo a buscar a Bill.

-Oye guapo dónde está Bill.-le preguntamos al chico que trabaja para los Kaulitz, era de nuestra edad y nos llevábamos bien.

-Hola chicos, está en su habitación, cualquier cosa que le vayan a decir vayan rápido, su madre no nos permite acercarnos, bueno a nadie que no sea la chica que es su prometida..

Le agradecimos y fuimos directamente con Bill, teníamos que mentirle a Bill por qué si no, no aceptaría tan fácilmente, prepare mentalmente a Gustav para que no se pusiera nervioso y entramos.

-Bill, tenemos una emergencia.- le dije entrando a su cuarto....

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora