Del odio al amor

Te recuerdo...

Narra Víctoria:

Había evitado a todos por una semana realmente sentía que me estaba volviendo loca.

Había salido de trabajar ya está de noche cuando un auto se estaciona frente a mi y baja una mujer rubia muy parecida a Tom y el tal Bill.

-Hola Victoria, ¿Podemos hablar?.- me dijo.

-¿Usted es?.- pregunté.

-Soy la madre de Bill y Tom.

-Bueno.- le dije y nos sentamos en una banca.

-¿Es verdad que no recuerdas a mi hijo?.- me preguntó y yo solo di un suspiro de cansancio.

-Mire, no es por ser grosera pero creo que es mejor que este alejada de el, si ustedes dicen que lo conozco está bien pero entonces por qué mi mente borro todo rastro de el, con decirle que no la recuerdo a usted.

-Se que la razón de que no lo recuerdes es por culpa de uno de mis ex guarda espaldas, y quiero pedirte disculpas por todo el daño que les cause a ti y a mi hijo.- me dijo intentando no llorar.

-¿Esta diciendo que su hijo y yo teníamos algo?.- pregunté y ella asíntio.

-Si... Y yo lo arruine con mis prejuicios tontos, el día que estabas en el hospital ví a mi hijo romperse por completo, hace mucho que no lo veía así.- me dijo y sus lágrimas comenzaron a salir.

-Mire señora, intento enserio intento recordar a su hijo pero no puedo.- le dije.

-Y si mi mente evita que lo recuerde es mejor hacerle caso, así que si me disculpa tengo que irme.- le dije y ella solo asíntio.

°°°

Al día siguiente estaba tan apurada, llevaba una computadora y mis cosas en las manos iba tan distraída que no me di cuenta que choque con un grupito de chicas.

-Oye fíjate por dónde vas.- me dijo una.

-Ya sabemos quién eres tú.- me dijo otra chica.

-Tu eres la tipa por la cual Bill rechazo a nuestra amiga ¿verdad?.- me dijo la primera chica.

-Yo no se de que hablen y si me permiten llevo prisa.- les dije y las empuje.

-Ah dónde crees que vas.- me dijeron y una me sujeto del brazo.

-Sueltame.- le dije y al safarme caí al suelo haciendo que mis cosas se esparcieran por todo el suelo y al mirar ví como unas botas negras pisaron la computadora.

Al mirar esas botas mi mente dió un chispazo causando que una corriente y un frío llegarán a mi cuerpo, mis ojos subieron hasta mirar su rostro y lo ví, ví a ese chico de pelos de erizo que ahora tenía el cabello más corto, el cual venia con los chicos y con ellos mis amigas.

Al darme la vuelta a ver a las causantes de esto ya no estaban así que me levanté.

-Esas estúpidas botas.- dije parándome.

-Yo recuerdo a esas estúpidas botas.- volví a decir pero apuntando con mi dedo.

-¿Que?- dijo la voz de Bill.

-Te recuerdo, tu eres el idiota que me rompió mis cosas, reconocería esas botas a metros de distancia y jamás olvidare al tonto que las trae.- le dije mirándolo fijamente y el a mi.

-¿Hablas enserio?- me dijo Tom.

-Claro ya recuerdo por qué mi mente no quería que te recordará, pues eres un idiota que no se disculpa y piensa que el mundo gira entorno a el.- dije mirándolo mal.

-Yo diría que si te describió bien.- dijo Gus en tono de burla.

-¿Y solo recuerdas que es un idiota?.- me preguntó Georg.

-Creo que si, pero por alguna extraña razón cada vez que lo veo me duele el estómago.

-El niño no, tampoco le digas feo.- dijo Gus tomando a Bill del brazo.

-No por qué este feo, si no por qué me pone nerviosa por alguna extraña razón.

-Si me das un beso y a lo mejor se te quita.- me dijo Bill

-Ya quisieras.- le dije apartandome.

-Entonces por fin lo recuerdas.- me dijo Tom.

-Si creo que hicieron que mi mente explotará de recuerdos que no me quedo de otra más que acordarse.

-Eres muy cruel.- me dijo Elizabeth.

-Solo denme tiempo ¿si?.- les dije y me fuí.

No sé por alguna extraña razón el estómago se me revolviera cada vez que estábamos cerca, será que era cierto lo que me dijeron y ¿Bill y yo estábamos enamorados?....