¿Un niño?

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Narra Bill:

Habíamos regresado de la isla, mi madre aún no estaba en casa así que todo estaba bien...

Estaba buscando a Victoria para decirle que la llevaría a comer, pero por más que la buscaba parece que se escondía de mi.

Se preguntarán que pasó el día de la isla pues después de besarnos, cenamos un en el jardín y nos metimos a jugar en la playa para después dormirnos juntos como nos gustaba hacerlo.

-Tienes que ayudarme Georg.- le dije llegando a su lado.

-Dime.

-Ayudame a darle un mensaje a Victoria, dile que la espero en el parque central para llevarla a comer.

-Ahorita la llamo.- me dijo y me fui.

Narra Victoria:

No alcance a ir a ninguna clase por qué me quedé dormida y ahora me encontraba alistándome para irme a trabajar cuando tocan mi puerta.

-Hola linda, ¿están tus papás?.- me preguntó mi vecina que venía con un pequeño niño.

-Noo, mis papás se fueron a mi pueblo y solo estoy yo.

-¿Crees que tú me puedas ayudar a cuidar a mi bebé?.- me preguntó.

-Pues...- me quedé pensando ya que tenía que trabajar pero cuando me iba a negar el niño me abrazo.

-Vamos señorita no quiero quedarme solo.- me dijo el niño hablando muy tiernamente.

-Esta bien, no te dejare solo pequeñín ¿de acuerdo?.- le dije y el asíntio tiernamente.

Una vez que su mamá se fue alguien me llama por teléfono así que conteste.

-Diga.

-No puedo ir por una pequeña razón.- le dije a Georg.

-Dile que no puedo ir ahi, dile que lo veré en el zoológico.- le dije y colgué.

Nos fuimos agarrados de la mano al zoológico el niño se llamada Mateo, llegamos y a lo lejos pude ver a Bill sentado en una banca.

-Hola tonto.- le dije acercándome.

-¿Por qué me cambiaste el lugar?.- me dijo molesto.

-Es más divertido aquí, aparte no vengo sola.- le dije y el puso cara de confundido así que puse a Mateo frente a el.

-¿Un niño?.- me pregunto.

-Hay algún problema.- le dije mirándolo mal.

-Victoria ese chico está muy feo y me da miedo.- me dijo Mateo abrazando mi pierna.

-¿Oye por qué me dices feo?.- le dijo Bill agachándose a la altura del pequeño y cuando el dejo de esconder su cara en mi pierna le saco la lengua.

-Tienes razón Mateo ahora que lo veo si está feo.- le dije y comenzamos a caminar.

Estuvimos viendo a la infinidad de animales, Mateo se estaba divirtiendo mucho, Bill movía muchas veces a Mateo con tal de estar a mi lado pero parecía que tenían una pelea mutua de ver quién se quedaba conmigo.

-Bill.- le dijo Mateo jalando la ropa de Bill.

-Dime.- le dijo este.

-Me puedes llevar al baño, me daría mucha pena que ella me acompañé.- le dijo Mateo a lo que Bill rápidamente me miró y sonrió.

-Vamos entonces.

Se fueron y me quedé pensando que Bill era muy amable con el niño, apesar de que dice que le dan un poco de miedo , creo que nunca ah estado con uno tan de cerca y se da cuenta que no hay que temerles.

Ya estaba anocheciendo y el pequeño Mateo iba dormido así que Bill lo llevaba en sus brazos cuando dejó una mano libre y me tomo de la mano.

Nos fuimos caminando a mi casa platicando.

-¿Cómo te hacen sentir los niños?.- le pregunté.

-Me ponen muy nervioso, pero ahora que los veo me gustan.

-¿Nunca haz convivido con uno?.- le pregunté.

-Pues había muchos niños como de esta edad que iban a las firmas de autógrafo o a pedir fotos, pero pasar como tal convivir un día completo con uno no.- me dijo sonriendo.

-Te verías muy bien como papá.- le dije y sonrió más ampliamente.

-Y tu serías muy buena madre y esposa.- me dijo y yo también sonreí.

Seguimos caminando pero en eso alguien le llama a Bill así que me da al pequeño Mateo y el contesta.

-Bueno.- dijo.

-Voy para allá, distraela.- dijo y colgó.

-Tengo que irme pero no quiero.

-Ve Bill si es importante ve, yo lo llevaré a casa no te preocupes.- le dije y el me beso y se fue.

Hoy fue un día muy lindo y me siento mejor que nunca.

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora