Capítulo 21

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Los labios de Noah aprisionaban los míos ferozmente, el deseo era palpable, sus dedos comenzaron a hacer surcos en partes de mi piel sensibles terminando debajo de mi vestido.

Lo sentí mover para un costado mis bragas y solté un jadeo cuando bruscamente me penetró con dos dedos. Si que estaba apurado.

Los dos dedos se habrían paso por mi interior provocándome placer y con la mano restante comenzó a acariciar mis senos.

De un tirón ya estábamos ambos en la cama siguiendo esa danza de deseo. Nos separamos unos segundos para que pudiera levantar mi vestido y dejar libre el 90 % de mi cuerpo.

Se quedó por unos instantes observándome con brillo en los ojos para luego volver con más ganas a su antigua labor.

Los dedos dentro de mí se movían en círculos ayudándome a dilatar como en veces anteriores -Necesitaba tanto esto. -Gimió contra mí.

Hasta que lo vi separarse y casi romper mis bragas en el intento de quitarlas, parecía un animal salvaje en busca de su presa. En cuestiones de segundo su ropa entera estaba en el suelo dejándome un espectáculo digno de admirar.
Su cuerpo parecía tallado por el mismísimo Miguel Ángel, en sus manos llevaba una envoltura plateada, que de un mordisco abrió y se colocó su interior en su intimidad mientras lo masajeaba con la mirada clavada en mi cuerpo, que estaba mojado, y deseoso de él.

Extendió una mano y me levantó de la cama fundiéndose en un beso rápido, para luego llevarme hasta los cristales que separaban la habitación del balcón.

-Alguien podría vernos Noah, estás loco. -Le reproché, pero no hice un mayor esfuerzo por no seguirle el juego.

Se acercó a mi oído de espaldas y su respiración me puso los pelos de gallina, estábamos en los últimos pisos y la ventana parecía ser de esas que de día no deja ver la parte de adentro, pero aun así mi pudor me reprochaba.

- ¿No te excita más eso? Que vean cómo te voy a hacer mía.

Sus palabras provocaron una corriente por toda mi columna vertebral y ni siquiera me dejó recuperarme, mi menudo cuerpo, aplastado contra el cristal fue embestido bruscamente por Noah.

¡Mierda!

El cristal comenzó rápidamente a empañarse por nuestras respiraciones y estoy segura de que si había alguien viendo notaba claramente cuando mis pies abiertos estallados contra el vidrio dejaban entrar una y otra vez el cuerpo de Noah en una marcha que me volvía completamente loca.

Él me volvía loca, cuando estaba cerca mi cerebro dejaba de pensar y se entregaba completamente a su merced.

-Vente para mi princesa.

Mis jadeos aumentaron con su marcha, y después me manipuló como si ni siquiera pesara tirándome en la cama con él todavía dentro de mí. Arquee mi columna dejando paso a un de sus dedos traviesos entre mi punto de placer. -Eso es, quiero que gimas mi nombre cuando te vengas princesa.

Su dedo comenzó una marcha violenta que no hizo más que acelerar toda la corriente en mi cuerpo a niveles peligrosos y darme un orgasmo violento -Noah, ¡no aguanto! ¡Ah!

...

El reloj en la mesa de noche a mi lado marcaba más de las 3 am y yo a pena podía pegar el ojo, a mi lado Noah dormía con una tranquilidad envidiable, supongo de lo cansado que estaba, ser CEO a tan temprana edad era un trabajo lo suficientemente pesado como para robarle las energías a cualquiera. Repartí un par de besos en su frente y envuelta en la sábana caminé a través de los grandes ventanales de cristal, hasta el balcón buscando relajarme con las vistas de la gran ciudad que tenía en frente.

Estos días había estado pensando que con la compensación que nos daría el señor Thompson a todos los que trabajamos en el proyecto debía pagarle a un abogado para que lograra recuperar las pertenencias de mi familia. Pero no estaba del todo convencida ¿Sería yo digna de recibir algo? no creo que papá esté contento dónde quiera que se encuentre con que su hija rebelde se apropie de algo que tanto trabajo les costó a los abuelos conseguir.

Una lágrima bajó por mi mejilla, según mis investigaciones, Rafael Rey, mi tío retomó la empresa, nadie sabe a qué laguna legal se acogió, pero eso también contaba como parte del testamento, así que supongo que una vez lo reclame todo va a ir a mis manos porque él es prófugo de la justicia.

Sin darme cuenta ya era un mar de lágrimas, con mi trabajo no me estaba yendo tan mal, pero si quería mejorar mi estilo de vida y estar a la altura de Noah debía de hacerlo.

Un cuerpo caliente se envolvió a mi espalda haciéndome dar un pequeño susto porque ni siquiera lo había notado llegar- ¿Qué haces despierto?

Gruñó algo contra mi cuerpo y me arrastró fuera del balcón a la comodidad de la habitación. Con cuidado nos acostamos en la cama nuevamente- Creía que te habías ido- Una vez se acomodó a mi lado abrió sus dos grandes lunas azules - ¿Por qué lloras? ¿Estás bien? -El sueño se había transformado por preocupación y sabía que si no le daba la información que él pedía me iba a molestar con ello hasta el amanecer. -No es nada, solo preocupaciones por lo de la herencia de mi padre, aún no he hecho nada al respecto. -Acorté la respuesta.

Sé que no son horas de estar pensando en aquello y era un poco difícil de creer que lloraba por eso, así que lo vi alzar una ceja -El abogado de la empresa te puede ayudar, no pienses más en eso.

Me apretó contra él y sentí como inhaló el aroma de mi cabello -Hueles tan bien, cada noche me dormía pensando en tu olor a fresas.

- ¿Fresas? -Sonreí divertida, mi perfume en realidad era una mezcla de rosas y chicle, pero si se podía decir que era muy semejante a las fresas.

-Mjummm. -Su aliento redujo la velocidad -Vamos a dormir, mañana va a ser un largo día.

Esta vez le obedecí y no demoré mucho en recobrar de nuevo el sueño.

...

Los primeros rayos del sol traspasaron el enorme cristal anunciando el nuevo día, mis ojos automáticamente se abrieron lentamente, estaba un poco perdida acerca de donde estaba, pero la frente de Noah chocando con la mía me devolvieron los recuerdos de la noche anterior. Él todavía dormía justo como esta madrugada, envolviéndome con sus grandes brazos como si yo fuera un oso con el que duermen los niños pequeños.

Sus dos ojos azules chocaron con los míos y ambos nos regalamos una sonrisa, era hermoso despertar así -Buenos días -Juntó sus labios respondiendo y apenas me dejó regresar a mi posición inicial, se abalanzó contra mí y aprisionó mis labios contra los suyos.

- ¿Ya te he dicho cuanto te extrañé?

Asentí y al instante unos toques se sintieron en la puerta. Noah se levantó y fue al baño a por una de las batas y se dirigió a abrir. Lo oí dar las gracias y cerrar la puerta luego de unos segundos.

Ante mis ojos la figura de semejante hombre empujando un carrito cargado de comida me sacó una carcajada y así fue como herí su ego y comenzamos una guerra con la crema batida que se supone era para el café.

-Quiero intentar algo. -Me dijo al oído frenando nuestra guerra.

La sábana que me cubría fue retirada bruscamente y me quedé expectante mientras roseaba la crema fría primero en mis senos y luego por toda mi intimidad.

Al parecer esta mañana iba a ser interesante, mis pensamientos fueros desvirtuados por su lengua en mi intimidad retirando la crema.

¡Mierda! Jadeo por la sensación que nunca había sentido y me entrego totalmente al placer.

...

El Cadillac negro se paseaba nuevamente con nosotros dentro por las calles de New York, Noah no me había querido decir a donde íbamos y yo después de insistir por un buen rato cesé.

Nos bajamos en una gasolinera a las afueras de la ciudad y tapó mis ojos con un pañuelo - ¿Recuerdas lo que dije que teníamos que hablar? -Asentí despacio, el tema me llenaba de curiosidad, pero no quería ser más insistente - Vamos a ir a un lugar sorpresa, y ahí vamos a tener la conversación.

Regresó al asiento del piloto después de ayudarme a acomodarme y continúo el camino hacia nuestro destino.

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