Capítulo 59

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Las cosas habían pasado demasiado rápido, el señor Thompson ni siquiera me había dejado entrar al lugar y ya había soltado la bomba. A pesar de que ya han pasado más de 2 horas de aquello todavía recuerdo claramente cuando dijo- Se que ya empezaste tus papeles de divorcio Noah, pero lamento informarte que el juez ya dictó que darán lugar dentro de 9 meses, porque quieren que el bebé que espera Thania nazca dentro del matrimonio.

Mi mirada estaba enfocada en Noah, quien estaba igual de confundido que yo. -Felicidades hijo, vas a tener un heredero de verdad, no uno bastardo.

Y luego de ahí se liberó el caos.

Noah nunca había tenido el impulso de golpear a su padre, y esta vez su chofer tuvo que intervenir para que realmente no pasara, aunque todos sabemos que la última palabra siempre la iba a tener el señor Thompson y terminó dando la orden de que yo no era bienvenida en la casa donde ''su único nieto'' va a nacer, así que en cuanto me recuperara me tenía que ir. Y no es que no me faltaron ganas de tomar mis cosas e irme ya mismo, el problema era que mi situación era muy delicada, y para un bebé recién nacido, la mejor opción era una semana más, en lo que yo aprovechaba para sanar también y ya luego marcharnos lejos.

Después de ello, nos fuimos a la habitación que habían preparado para mí y para mi hijo y nos permitimos alimentarnos y descansar al cuidado de Petra en lo que Noah discutía fuertemente con su padre.

No sabía que pasaba por la cabeza del papá de mi hijo, pero de algo si estaba segura, no dejaría que mi bebé se acercara a su abuelo, aunque claro, ni siquiera me debía de tomar la molestia, el señor lo había rechazado en frente de todos.

Luego de un rato en el que solo me dediqué a mirar a Christopher y a alimentarlo, Noah seguía sin aparecer, en cambio Bela cruzó la puerta después de un par de toques, todavía andaba con su gran barriga, y algunos moretones en el rostro y los hombros los cuales traía descubiertos.

Nos quedamos unos segundos mirándonos la una a la otra, no sabía si la había perdonado por lo de la última vez, aunque si sabía y entendía sus motivos, de seguro su padre la había amenazado como siempre con su bebé y se sintió entre la espada y la pared.

Yo también hubiera elegido a Christopher por encima de cualquiera en este mundo, incluso por encima de mí misma.

El bebé que dormía encima de mi se removió un poco, y como ya estaba dormido hace un rato, sin alimentarse a penas de mis pechos, lo aparté y lo llevé a la cuna.

Bela se acercó un poco más sin decir palabra, solo se sujetaba su gran estómago y me miraba a los ojos. Los suyos estaban cargados de dolor, y con un morado encima de uno, se le veía cansada y de cierto modo demacrada como siempre.

De alguna forma sentía que las cosas entre ambas no habían cambiado, así que abrí mis brazos, para recibirla entre ellos y la abracé al instante que ella comenzaba a desparramar lágrimas.

- ¿Me perdonas? -Fue lo único que logró decir entre lágrimas.

-No hay nada que perdonarte Bela.

Apretó su abrazo y al instante, ambas nos rociamos los pies con agua. Desconcertada nos separamos y pude ver su cara de susto al darse cuenta de que había sido ella quién había liberado aquella cantidad de líquido, que no era más que su fuente acabando de romper.

-Ya viene. -Sus ojos azules se fijaron en mí. -Ya viene Eva.

Y yo no tuve más remedio que sonreír para calmarle y asentir, mientras con algo de esfuerzo por mi condición algo delicada, la ayudaba a llegar al centro de la sala donde estaban Petra y Dairine acomodando pequeñas mediecitas de color azul y blanco en una hilera en el medio de la mesita de café, después de mirar por últimas veces a la cuna y cerciorarme de que mi bebé estaba profundamente dormido.

Dairine no detuvo la mirada un segundo en nosotras cuando se dio cuenta de la situación y automáticamente mandó a Petra a buscar el chofer.

-Necesito que respires conmigo, vamos, uno, dos, tres- Contó aún más nerviosa que Bela y la segunda a penas le seguía el paso.

Detrás de nosotros Noah y su padre se incorporaron a la sala, y después de unos segundos me di cuenta de que el señor Thompson tenía un fuerte golpe en uno de sus ojos, y el papá de mi bebé su labio ensangrentado, cerré los ojos un instante y suspiré, esperaba que eso haya sido suficiente para limar sus asperezas, aunque por la cara del hombre, parecía que no era así. Mi madre entró desde la puerta de la cocina, movida por el jaleo y se ofreció voluntaria para buscar las cosas de maternidad de la bebé y llevarlas al vehículo que ya estaba listo afuera.

Esta vez en este viaje solo irían Bela, su madre y la mía para acompañarle, porque yo tendría que quedarme cuidando a mi bebé.

- ¿Podemos ir a hablar a la recámara?

La voz de Noah sonaba tensa a pesar de que su mirada hacia mí seguía siendo tierna como siempre, asentí y nos dirigimos a la habitación donde me estaba quedando, y tomamos asiento al fondo cerca de un pequeño escritorio y un sofá.

Antes de que comenzara a hablar, mi mano buscó en su bolsillo, dónde sabía claramente que estaba un pañuelo y comencé a limpiar a suaves toques su labio- Papá me liberó del contrato, y además pedí la renuncia de la empresa, tengo unos negocios en Europa y puedo darles una buena vida con ellos a ti y a mi bebé -Su mano se puso suavemente en mi rostro- ¿Me darías la oportunidad de nuevo Eva? Te prometo que esta vez si no voy a dejar que te pase nada y te voy a proteger como lo hice cuando te saqué de las manos de Wallas.

- ¿Fuiste tú? - lo ví asentir- Bueno, todavía quedan muchas cosas que tienes que contarme, así que espero que sea parte del cuento de buenas noches cuando me vaya a dormir.

- ¿Eso es un sí?

Asentí y lo vi sonreír mientras me abrazaba- Solo con la condición de irnos lejos de aquí, regresemos a mi casa en Florida. ¿Podemos?

-Como si me pides ir a Marte Eva, por ti llegaría más lejos. Por ti y por nuestro bebé.

Una sonrisa se puso en mi rostro, esto era incluso mejor de como lo imaginé. Me acerqué a él y suavemente lo besé, no era un beso de esos con deseo incestuoso, era un beso que decía a gritos te amo y voy a estar siempre aquí contigo para protegerte, suave, delicado, pero a la vez acaparador y posesivo, uno de esos besos que solo se dan las personas que sus almas están enlazadas.

Nos apartamos un poco y terminó besando mi frente.

-Debo de ver como esta Chris, Noah. -Dije alejándome de mi algo mientras caminaba hasta la cuna de mi bebé, que ya llevaba más tiempo del normal durmiendo solo.

Pero para sorpresa las pequeñas sábanas dónde había dejado a mi pequeña estrella estaban completamente vacías. - ¡Noah no está! - El miedo se terminó de reflejar en mi rostro con una mueca - ¡Noah el bebé no está!

El CEO se levantó del asiento casi de un salto y en un segundo ya estaba a mi lado. - ¿Estás segura de que lo dejaste aquí?

- ¿Dónde más lo haría? Estoy segura de que lo deje aquí. -Las lágrimas que me empezaban a salir a borbotones no me dejaban mirar casi con claridad.

-Thania- Pensó en alta voz. - Era la única que no estaba cuando se llevaron a Bela.

DCEO Y Constelaciones (Ya Disponible En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora