Capítulo 47

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Después que salieron Noah y Thania de la habitación simplemente tomé asiento en el sofá del final y comencé a llorar como una magdalena, verlo de nuevo envueltos en esta clase de situación había sido demasiado difícil para mí, más por las palabras que me había dicho, aunque no lo culpo, me habían herido, pero yo lo había herido mucho más a él diciéndole que además de con él estaba con uno de los inversionistas más influyentes de su empresa, como si fuera la clase de persona que evitaba siempre que me confundieran.

Y aunque eso me quemara por dentro, me mortificaba más aun el hecho de que quiera hacer una prueba de ADN. Si su padre se entera de esto, todo lo que hice va a ser en vano, aunque una vez que le diga que hay que mantener todo a escondidas del señor Thompson, entonces sería muy obvias mis razones.

Revolví mi cabeza destrozando el peinado que tanto trabajo me había dado hacer y me hundí lo más que pude entre mi cuerpo mientras me hacía un ovillo en el sofá.

David, que había estado luchando su guerra interna, se estacionó delante de mí, y agarró mi barbilla, sacándola de la oscuridad y haciendo que mire directamente a sus ojos. -No te preocupes, ya sé que vamos a hacer. ¿Confías en mí?

¿Lo hacía? Asentí.

Me tomó de la mano y me ayudó a levantar -Arréglate lo mejor que puedas, ese idiota no va a ser que toda tu guerra sea en vano. Tenemos un bebé que proteger. Te espero abajo en 5 minutos, tenemos que darles una gran noticia a todos.

Mi semblante confundido no evitó que la firmeza del suyo se opacara, así que decidí hacerle caso. Total, no me quedaba mucho que perder a esas alturas, y no tenía la más remota idea de lo que tenía que hacer ahora.

Lo vi salir y cerca de 5 minutos después salí yo. Tenía miedo de encontrarme con Noah y su esposa nuevamente, pero desde la parte alta de las escaleras, donde se podía ver casi todo el lugar, no los ví y me calmé.

El tintineo de una copa se escuchó en toda la sala y casi instantáneamente todos hicieron silencio y prestaron atención a mi novio que estaba en el centro del lugar. Bajé y como todos me ubiqué a su alrededor.

-Quiero darles las gracias por acompañarnos este día tan especial en el que celebramos los 50 años del feliz matrimonio de mis padres- La señora Wallas con una sonrisa radiante levantó la copa en dirección a su esposo- Y además aprovechando que estamos todos juntos, familia, amigos y socios, me gustaría robarme un poco de protagonismo y presentarles a mi futura esposa y madre de mi siguiente hijo. -David extendió su mano hacia mí, para que avanzara al frente y me colocara a su lado, y aunque dudé, lo hice, era muy astuta esa forma de alejar cualquier clase de sospecha de parte de los Thompson. A excepción de Bela que estoy segura sabe que todo es una farsa, solo esperaba, mientras los demás aplaudían nuestra supuesta unión, que ella decidiera proteger a su sobrino y no le contara nada a nadie. -Eva Rey.

En medio de las ovaciones escuché murmullos, no era un secreto que la fortuna de los Rey la solicitó su única hija, la cual se creía estaba muerta hace muchos años atrás, y entiendo que sea una sorpresa para todos que aparezca de la nada embarazada y decida comprometerse con el hijo del medio de los Wallas, uno de los hombres más influyentes de todo New York.

-De más está decir que pronto recibirán nuestra invitación a la boda.

En el fondo, el único par de camarógrafos que estaban invitados, no dejaban de dirigir los flashes a nosotros y estoy segura de que esto pronto se haría un escándalo en todo el estado y quizás el país. Y yo no estaba adaptada a esta farsa de estar en las revistas y periódicos todo el tiempo, pero me conformé, y cerré mi boca dejándome llevar por esta gran hoja de chismes que se iban a formar, todo por proteger a mi bebe.

- ¿Cuándo será la boda? - Gritó uno de los hombres del fondo, y ahí fue que entendí bien que ya todo estaba perdido.

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